Arnaitz Gorriti

Bilbao Basket arranca el billete para la Copa ganando en el Palau Blaugrana en la prórroga (92-94)

Después de remontar 14 puntos de diferencia, un palmeo de Lammers ha supuesto el empate a 84 final. Bouteille y Rouselle han sido decisivos en el tiempo extra.

Un providencial Ben Lammers ha forzado la prórroga gracias a un palmeo. (P. LARGO / ACB PHOTO)
Un providencial Ben Lammers ha forzado la prórroga gracias a un palmeo. (P. LARGO / ACB PHOTO)

Aunque no faltarán elogios desmesurados, todos se quedarán cortos ante lo conseguido por RETAbet Bilbao Basket. El cuadro bilbaino ha conseguido el billete para la Copa de Málaga después de ganar por 92-94 en la prórroga, toda vez que ha forzado el empate a 84 gracias a un palmeo de Lammers cuando ha llegado a ir con 14 puntos de desventaja. Los vizcainos han cerrado la primera vuelta quintos, con un balance de 10-7 –sumando cinco victorias de manera consecutiva–, a solo dos triunfos, al menos en teoría, de garantizar la permanencia en la Liga ACB.

Ha tenido que ser gracias al esfuerzo propio, porque la victoria de San Pablo Burgos del sábado había dejado a los hombres de negro sin opciones de pasar a la Copa a menos que ganara en el Palau Blaugrana. No le ha venido mal el triunfo de Kirolbet Baskonia en Las Palmas de Gran Canaria, pero a efectos clasificatorias hubiera sido irrelevante a todos los efectos, salvo una carambola imposible en caso de derrota por un punto en el Palau y a su vez la victoria por un solo punto del Joventut en Valencia, pero anotando los verdinegros 56 puntos menos que los bilbainos; es decir, algo irreal que ha obligado a Bilbao Basket desde el salto inicial a buscar la victoria.

En buena medida, el secreto de la victoria de los pupilos de Mumbrú ha estado en no obcecarse con ella. Todo el mundo ha sido consciente de que la empresa era poco menos que imposible, pero la pelea bilbaina ha estado más centrada en conseguir un partido parejo, en no dejarse ir, en conseguir que el Barça se sintiera incómodo, algo que, a pesar de los pesares, ha conseguido.

Pero la incomodidad culé no ha evitado que hayan hecho gala de su nivel, en especial un Nikola Mirotic autor de 24 puntos, así como el dominio absoluto del rebote de ataque de los entrenados por Svetislav Pesic, que han sido capaces de agarrar ¡25! rebotes ofensivos, con Pierre Oriola causando estragos en el bando vizcaino. Con Delaney como mejor escudero de Mirotic, el Barça se ha escapado al descanso obteniendo un 41-32 a su favor.

Héroes oportunos

La renta blaugrana no ha hecho sino estirarse hasta los 14 puntos en el arranque del tercer período. Quien más, quien menos, todo el mundo ha visto claro entonces que ganar en el feudo azulgrana iba a estar imposible, por otra parte cosa lógica cuando los hombres de negro solo habían ganado dos veces en sus 19 anteriores visitas al Palau.

Pero los pupilos de Mumbrú se han negado a perder. Se han negado a entregar la cuchara, como bien ha evidenciado un Jaylon Brown autor de 11 puntos en ese tercer parcial, con el que Bilbao Basket ha vuelto al partido, alcanzando el último asalto con un empate a 62 en el marcador. Su «socio» Ben Lammers, por su parte, ya ha empezado en esos momentos su clínic de fundamentos, añadiendo a su arsenal un más que efectivo tiro de media distancia, un recurso que, si lo consolida, dará al estadounidense caché como para que equipos de Eurocup y Euroliga lo tengan en su agenda.

Todo le ha hecho falta a Bilbao Basket, como los buenos minutos de Sulejmanovic y Rafa Martínez, la intimidación de Balvin y el consabido aporte de puntos de un Bouteille que ha combinado el acierto con la discreción. Tanto es así que, cuando Bilbao Basket ha conseguido arrebatarle el balón al bando azulgrana a falta de 14 segundos y 84-82 en el marcador, Bouteille, que todo el mundo esperaba como lanzador designado, ni ha tocado el balón.

Y no lo ha tocado en parte porque el Barça, que en la segunda mitad ha tenido los buenos minutos de Oriola, Higgins o Abrines además de Mirotic, ha defendido bien al alero francés. Pero también porque Jaylon Brown se ha jugado el triple ganador, con tan poca fortuna que su tiro no ha entrado. Afortunadamente, Ben Lammers ha estado al quite y, con un palmeo, ha empatado y enviado el duelo a la prórroga.

¡Ya es casualidad que Bilbao Basket haya ganado en la prórroga al Real Madrid y al Barça en esta primera vuelta!, completando además el «poker» de equipos Euroliga a los que ha tumbado. En ese tiempo extra es cuando ha asomado el mejor Bouteille, clavando dos o tres lanzamientos dificilísimos, con la mano de su defensor literalmente en la cara. Además, la defensa vizcaina ha conseguido provocar un par de fallos del Barça, y cuando nadie se lo esperaba, Jonathan Rouselle ha encestado la canasta que parecía dar la victoria de forma definitiva, 91-94, en los últimos segundos de la prórroga, anotando una suspensión que, como vulgarmente se dice, ha caído con nieve de lo bombeada que ha ido.

En todo caso, Malcom Delaney ha tenido la segunda prórroga en sus manos, ya que ha arrancado una falta de tres tiros libres a los hombres de negro con solo dos segundos por disputarse. Por fortuna, solo ha podido anotar el primer tiro y Ondrej Balvin se ha hecho aún más grande que sus 217 centímetros para desviar el tiro a fallar del base barcelonista. El triple a la desesperada de Higgins no ha entrado, y RETAbet Bilbao Basket ha entrado entre los que se han ganado un sitio en la Copa con absoluto merecimiento.

Mumbrú: «Es un orgullo ganar esta clasificación para la afición»

No ha querido ser muy eufórico Alex Mumbrú, y por eso ha querido acorazarse en medio de la alegría «para cuando vengan mal dadas». «Para nosotros es un orgullo poder ganarle una clasificación para la Copa a nuestra afición, por todo lo que hemos sufrido estos años. No me queda otra que felicitar a mis jugadores por creer que éramos capaces de ganar aquí para poder ir a la Copa. Los felicito a ellos y es un premio para la afición», ha resumido.

Sobre el encuentro, el técnico badalonés ha añadido que «teníamos que estar enganchados los 40 minutos. Al principio nos estaba costando jugar fluido y aun así, aunque se nos han escapado en el segundo cuarto, hemos ajustado un par de cosas y hemos sabido jugar contra su presión. Hemos tenido un poco más de control sobre esa presión, pero hemos sufrido demasiado en el rebote defensivo, al punto que hemos tenido que jugar con dos grandes –Lammers y Balvin– para poder controlarlo. Ya en la prórroga, el equipo se ha visto capaz de poder competir y ha creído».

Entre los jugadores, Jonathan Rouselle ha resumido unas pocas palabras de su propio entrenador. «Alex nos ha dicho que, como jugador, hay dos eventos inolvidables: los Juegos Olímpicos y la Copa, y ya estamos en ella».