Izaro es una de las muchas artistas que se han visto obligadas a aplazar sus giras a causa de la pandemia. Será previsiblemente en octubre –según señala su productora– cuando retome la gira ‘Limones en invierno’ y, entretanto, lanza ‘Tiempo ausente’, trabajo realizado durante el confinamiento.
Se trata de un single «muy personal» compuesto durante la cuarentena e inspirado por los sentimientos que ha experimentado en esta época de incertidumbre. «Siempre he sido muy ermitaña, por eso ahora estoy cómoda en el confinamiento. Pero la paliza emocional me llega desde otro lugar, desde mi gira que ya tenía que haber sido y aún no es», señala la cantautora de Mallabia.
Izaro inició su gira el pasado mes de marzo en Ciudad de México tras conseguir el número 2 en ventas en las listas estatales, y tuvo que aplazar sus actuaciones en Buenos Aires, Santiago de Chile y los auditorios Kursaal de Donostia (con dos sold out), Euskalduna de Bilbo y Baluarte de Iruñea.
Precisamente, los primeros versos de ‘Tiempo ausente’ están dedicados a su público: «Quiero besaros las almas en los teatros. Improvisar un par de chistes malos. Ponerme nerviosa, daros todos mis males. Y recibir amor, cordura y paz a mares», les canta Izaro, y acompaña su nueva propuesta con un videoclip rodado en su propia casa y que incluye también varios momentos de sus actuaciones en directo.
El «retiro espiritual» de Izaro
«Me he construido un retiro espiritual en mi casa en el que cautelosamente no dejo a mi mente escaparse a esos lugares donde no hay respuestas. Las primeras semanas fueron de desintoxicación y descanso, desconexión, de todo, incluso de la música. Y después, sentí como que me volvía a despertar, con el reloj a cero. Y cuanto más despierta estás, más sientes, ¿no es cierto?», se pregunta la de Mallabia.
Agrega que «ya no me aguantaba más las ganas de tocar, la pena del eterno aplazamiento de gira, la precariedad laboral en la cultura, los conciertos, el esfuerzo, el trabajo, el dinero, la energía, el público, cantar, bailar, sudar en el escenario, los nervios. Y empecé a sentir miedo de que mi lugar en la música se lo tragara el tiempo, se evaporase. El tiempo no se para, aunque paremos nosotros. Y yo necesito, vitalmente necesito, poder volver».
Así explica el nacimiento de ‘Tiempo ausente’, una canción grabada en su propia casa. «Y como ya estaba muy motivada nos grabamos el videoclip también, en casa. Y de repente me siento más cerca de volver», concluye.
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