El senador de EH Bildu Gorka Elejabarrieta ha aprovechado la comparecencia de Pedro Sánchez de esta tarde en el Senado para interpelarle sobre la muerte del preso bilbaino Igor González Sola el viernes pasado en la cárcel de Martutene.

Elejabarrieta le ha recordado que ha pasado casi una década desde que ETA puso fin a su actividad armada y «casi una década desde que su partido se comprometiese, entre otras cuestiones, a poner fin a la política penitenciaria de excepción», que según ha destacado sigue vulnerando los derechos fundamentales de los presos y de sus familiares, «más aún en esta época de pandemia».

Ha manifestado que la muerte de Igor González Sola se podría haber evitado «si se hubiese cumplido la legalidad, tanto la española como la europea». «Era un preso enfermo, que había intentado suicidarse varias veces en el pasado, que había cumplido las tres cuartas partes de la condena y que debería estar en libertad».

Elejabarrieta ha citado otros conflictos como el de Irlanda o Sudáfrica, que demuestran que «sin resolver la cuestión de los presos es imposible avanzar en la paz», y ha incidido en que la convivencia y la construcción de la paz «necesitan imperiosamente de una política penitenciaria diametralmente opuesta a la actual. El respeto escrupuloso de los derechos humanos así lo exige».

Tras recordarle a Sánchez que hace más de dos años anunció que cambiaría la política penitenciaria adecuándola a la situación actual, le ha exigido que cumpla con su palabra. «Es hora de pasar de las palabras a los hechos, que la de Igor sea la última muerte, señor presidente, es la hora de hacer lo correcto».

Respuesta de Sánchez

En su respuesta, Pedro Sánchez ha afirmado que «lamenta profundamente» la muerte del preso vasco pero no ha dicho nada sobre modificar la política carcelaria. Se ha limitado a señalar que la legislación penitenciaria española se basa en un «tratamiento individualizado», que en lo que respecta a los presos vascos su Ejecutivo ha realizado «90 actuaciones» y que «siempre» actúa «en cumplimiento de la legalidad y los derechos humanos».

Ha puesto el caso de Igor González Sola como ejemplo de esa «atención individualizada» porque en julio pasado se le trasladó a Martutene «teniendo en cuenta sus circunstancias personales y penitenciarias».

«El desgraciado suceso de la semana pasada debe servirnos de estímulo para mejorar, pero ha habido una atención correcta de la autoridad penitenciaria con Igor González», ha concluido.