En fechas recientes hemos vivido los y las Athletic-zales una rocambolesca situación que ha llevado a dudar de casi todo a los que seguimos con pasión el Athletic. Por un lado, un fichaje que va y viene entre frases huecas sobre quién tiene la responsabilidad de su no llegada a Bilbao. Por otro lado, un gran eco mediático en torno a quién manda o no en el Athletic. Para finalizar, un discurso en torno a la plantilla que debilita y no refuerza al equipo en una situación deportiva nada halagüeña.
En definitiva, un totum revolutum que no beneficia a nadie, y que si como causa de lo sucedido es preocupante, más lo sería como síntoma. Desde Athletic indartuz antes de posicionarnos ante cualquier hecho, tratamos de hacer una lectura objetiva de la situación. Siempre con el ánimo de aportar en positivo y no de tratar de generar falsas expectativas, pretendemos sumar para crecer en todas las situaciones, incluso, en alguna como en esta en la que se han gestionado realmente mal las cosas.
Sobra decir, que quién debe hacer aportaciones deportivas dentro del Athletic es el Staff técnico, empezando por la dirección deportiva, que es, o debiera ser, la encargada de marcar las directrices tanto del primer equipo como del trabajo de cantera, huyendo de visiones reduccionistas o cortoplacistas que lejos de fortalecer debilitan el mensaje del Athletic como institución de presente, y sobre todo, de futuro.
Sobra también mencionar que los deseos de éste deben estar dentro de nuestra capacidad económica (sobre dimensionada en ocasiones) y de la realidad social que vivimos, tratando de sumar y no de recuperar viejos debates internos que solo dividen, sin olvidar la importancia capital que Lezama tiene como eje vertebrador de la entidad.
Pero también es importante recalcar que cada cual se debe dedicar a lo que le corresponde, siempre de una forma coordinada y coherente, y liderar el Athletic desde el lugar en que le han puesto los-as socios-as. Así pues, recuperando un viejo dicho nuestro, jostuna jostera eta okina labera, planteamos que a futuro prime la coherencia en el discurso y discurrir institucional, cada cual se dedique a lo suyo, y el presidente asuma sus responsabilidades sin populismos y actúe en consecuencia.
En estos momentos, nos toca sumar para seguir creciendo y articulando un Athletic Club del que sentirnos orgullosos y orgullosas.
