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¿Qué vida la espera a Trump fuera de la Casa Blanca? Juicios, deudas y la tentación de volver en 2024

Donald Trump, poco acostumbrado a perder, se resiste a abandonar la Casa Blanca, fuera de la cual le esperan varias investigaciones que pueden acabar en juicios y una posible deuda fiscal millonaria. Pero es poco probable que se aleje de los focos mediáticos, sin descartar lan tentación de volver a la carrera presidencial en 2024.

El presidente de EEUU, Donald Trump, con un cartel que indica la salida en la sala de prensa de la Casa Blanca. (Brendan SMIALOWSKI(AFP)
El presidente de EEUU, Donald Trump, con un cartel que indica la salida en la sala de prensa de la Casa Blanca. (Brendan SMIALOWSKI(AFP)

Donald Trump no ha admitido su derrota pese a que todas las proyecciones de medios y líderes internacionales han reconocido ya que su rival, Joe Biden, será el próximo presidente de Estados Unidos y tendrá que abandonar la Casa Blanca.

¿Cómo será su vida después de su salida el 20 de enero de 2021?

Sobre su vida anterior a la política alardea con su tono habitual –«Tuve una vida tan magnífica»– pero es menos explícito sobre su vida posterior a la Presidencia, quizá porque nunca ha aceptado la posibilidad de perder –ni en las elecciones ni en sus negocios–.

Mientras Joe Biden y el resto del mundo –excepto los más fieles republicanos– reconocían la victoria del demócrata, Trump se dirigió a su club de Sterling, en Virginia. Su supuesta pasión por el golf podría llevarlo a frecuentar los greens con aún más diligencia. 

A la luz de los últimos cuatro años, solo un escenario parece difícil de imaginar: la discreta retirada y el anonimato.

Vuelta a la televisión

Donald Trump podría volver a ser tentado por la televisión.

Si su nombre como promotor inmobiliario se conoció en los años 80 y 90, fue «El aprendiz» el que le permitió empujar la puerta de todos los hogares estadounidenses.

Coproductor de este reality show que presentó entre 2004 y 2015, logró, a pesar de los vaivenes de su imperio inmobiliario, proyectar una imagen de empresario fuerte y carismático. .

En una gran sala de reuniones de la Trump Tower, el magnate inmobiliario recibía a los candidatos y despedía a uno en cada programa, utilizando la que se ha convertido en un ritual: «Estás despedido», y que ahora sus detractores emplean para regocijarse en su derrota.

Pero incluso Fox News no es suficientemente trumpista para su gusto. Los espectadores «quieren una alternativa ahora. Y yo también», tuiteó hace unos meses.

2021 podría ser una oportunidad para comenzar con una inversión prohibitiva o desde canales «amigos» existentes, como One America News y NewsMax TV.

La amenaza de numerosos juicios

Una vez que se vaya la Casa Blanca, el horizonte judicial de Donald Trump puede oscurecerse enormemente.

En Nueva York, es el objetivo de dos investigaciones que podrían conducir cada una a un proceso.

El primero, criminal e iniciado por el fiscal de Manhattan Cyrus Vance, apunta a posibles actos de fraude fiscal, fraude de seguros y manipulación contable.

El segundo, civil, fue iniciado por la fiscal del estado de Nueva York Letitia James y busca determinar si la Organización Trump mintió sobre el tamaño de sus activos para obtener préstamos y beneficios fiscales.

La fiscalía del estado de Nueva York lleva un tiempo recopilando datos de sus declaraciones de impuestos y transacciones bancarias, que podrían ser «potencialmente inadecuadas».

Los investigadores sospechan que tanto el mandatario como sus empresas habrían cometido fraude bancario al ocultar el verdadero estado de sus negocios para solicitar créditos y seguros. De hecho, hay entidades bancarias que no trabajaban con él por este motivo.

Trump ha intentado parar el proceso en los tribunales sin éxito, ya que un hipotético perdón presidencial solo se aplicaría a casos federales y no le eximiría de este supuesto delito.

Procesos políticos

Otros procedimientos podrían resurgir cuando abandone el 1600 de Pennsylvania Avenue, como secuelas  de los casos políticos.

Hasta seis ayudantes de Trump han sido condenados durante su mandato, desde su anterior abogado Michael Cohen, al director de su primera campaña electoral, Paul Manafort, por delitos como evasión de impuestos y obstrucción a la justicia que podrían poner contra las cuerdas al presidente saliente.

Durante su mandato, el republicano solo ha enfrentado el proceso de destitución en el Congreso del que salió airoso a principios de año gracias a los votos de sus compañeros de partido en el Senado. Pero su derrota en las urnas cambia el escenario

Tras años de investigación, el fiscal especial Robert Mueller afirmó ante el Congreso que «no» exoneraba al gobernante de ningún delito de obstrucción a la justicia en el caso de la supuesta injerencia rusa, por el que podría ser enjuiciado cuando abandone la Casa Blanca.

Deuda millonaria

Además, ha sido el único presidente estadounidense en décadas que se ha negado a publicar sus declaraciones de impuestos. Algo conocido por una filtración del diario “The New York Times” que Trump niega.

Según el periódico, Trump es «personalmente responsable» de una deuda de 300 millones de dólares que vence en los próximos cuatro años. Si a esa cantidad se suman los débitos asumidos por sus negocios, ascendería a los 900 millones.

El presidente también tiene pendiente desde hace una década una batalla con el Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS), la Hacienda de EEUU, que ha cuestionado la legitimidad de un reembolso de 72,9 millones de dólares que Trump reclamó y recibió de esa institución después de haber declarado enormes pérdidas.

Trump supuestamente tampoco ha pagado ningún tipo de impuesto por ingresos en diez de los últimos 15 años por declarar pérdidas y en 2016 tan solo pagó 750 dólares en impuestos federales.

La tentación de volver en 2014

Aunque no ha logrado obtener un segundo mandato, no ha sufrido la derrota en las urnas que algunos le auguraban y cuenta con una nada despreciable masa de fieles que se ha movilizado.

En unas elecciones con una participación récord, obtuvo 70 millones de votos y podría verse tentado a permanecer en el centro de los debates.

En teoría, nada le impide volver a probar suerte en cuatro años.

La Constitución prohíbe servir más de dos mandatos, pero es posible hacer dos no consecutivos.

Solo un hombre lo logró: Grover Cleveland, a finales del siglo XIX. Elegido en 1884, fue derrotado en 1888 y luego elegido de nuevo en 1892. En los libros de historia, es el 22º y el 24º Presidente de los Estados Unidos.

Más allá de los innumerables obstáculos políticos a superar (el Great Old Party podría querer pasar página sobre el trumpismo), también podría surgir la cuestión de la edad.

Grover Cleveland tenía 56 años al comienzo de su segundo mandato. Donald Trump tendría 78.

Mick Mulvaney, uno de sus ex jefes de personal, ahora enviado especial de Estados Unidos al norte de Irlanda, mencionó abiertamente la idea el jueves.

«Claramente espero que el presidente se mantenga involucrado en la política y creo que estará entre las personas que probablemente serán candidatos en 2024», afirmó.

En el tono tanto provocador como irónico que le gusta, el 45º presidente de la historia ha mencionado varias «pistas»  en los últimos meses, desde la posibilidad de un viaje por carretera con su esposa, Melania Trump, hasta abandonar el país.