El Sindicato de Inquilinas de Bilbo–Maizterrak Bilbo, Coordinadora de Grupos de San Francisco y la Red de Solidaridad han ofrecido este viernes una rueda de prensa para denunciar el riesgo de desahucio que sufre una familia en situación de vulnerabilidad y con tres menores en el barrio bilbaino de San Francisco.

Esta familia vive en las calles colindantes a la Estación de Zabalburu que, según los denunciantes, con la futura llegada del TAV a Abando bajo el proyecto ‘Bilbao-Abando, hurrengo geltokia’, «han sido identificadas como nicho de mercado» por la inmobiliaria Aliseda perteneciente al fondo Blackstone.

Los colectivos han alertado de que Blackstone pretende desahuciar a esta familia. Según han explicado, han recurrido a todas las vías posibles desde los servicios sociales de base al Ararteko, pero no han obtenido ninguna respuesta favorable a su demanda de alternativa habitacional.

«La dejadez de las instituciones públicas ha sido vergonzosa. Con su actuación han avalado el proceso de desahucio y hasta la fecha no han puesto ninguna solución encima de la mesa para parar esta ejecución», han denunciado.

Ante esta «injusta y peligrosa» situación, Maizterrak Bilbo-Sindicato de Inquilinas, junto a la Coordinadora de Grupos y la Red de Solidaridad del Barrio de San Francisco, ha decidido «plantar cara a este fondo buitre que quieren arrasar con la ciudad y nuestros barrios». En este sentido, han dejado claro que están dispuestas a «practicar la desobediencia ante leyes que no son justas» y que apoyarán a la familia de San Francisco en riesgo desahucio.

Desde la empresa inmobiliaria han asegurado que han pedido la paralización del desahucio, que en un principio estaba prevista para el día 10, «para valorar cual es la situación de la familia».

Especulación de los «fondos buitre»

Como en otras ciudades de Europa y el Mundo, el Sindicato de Inquilinas de Bilbo ha apuntado directamente a la especulación de los conocidos como fondos buitre. «Su negocio consiste en comprar vivienda devaluada para especular con ella. Así, fondos como Blackstone, a través de sus sociedades inmobiliarias, rastrean inmuebles con inquilinos de rentas bajas con el objetivo de sustituirlas por inquilinos de mayor poder adquisitivo y así seguir cobrando alquileres a precio de burbuja».

De esta forma, han acusado a estos fondos de utilizar todo tipo de estrategias para expulsar a los vecinos de sus pisos: «mobbing inmobiliario, prácticas mafiosas, subidas abusivas del alquiler o incluso enviar matones para desalojar viviendas».

Asimismo, han hecho culpables de esta situación al Gobierno de Lakua y al Ayuntamiento de Bilbo, a los que han acusado de promover múltiples operaciones urbanísticas que «han abierto una oportunidad ideal a las prácticas especulativas de estos fondos dificultando así el acceso a la vivienda». «Han puesto a las ciudades en venta y los buitres no han desaprovechado la oportunidad», han subrayado.

Organización sindical

Ante esta situación, han señalado que es más importante que nunca la organización sindical de los inquilinos que viven de alquiler y han hecho un llamamiento a unirse al Sindicato de Inquilinas. «Nosotras tenemos claro que nuestra arma más efectiva es la solidaridad de clase, la organización y la resistencia colectiva. Lo decimos alto y claro: ¡Nos quedamos! ¡Con el derecho a la vivienda no se juega!», han concluido.