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Cuatro mujeres muertas, la expresión más brutal de la violencia machista

Este año cuatro mujeres han muerto en Euskal Herria por violencia machista, mientras que otras cinco personas han tenido que ser hospitalizadas. Además, se han producido al menos cuatro casos de violaciones en grupo, uno de ellos contra una menor de 13 años.

Acto de protesta celebrado en Abanto-Zierbena por el doble crimen machista del 11 de marzo. (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)
Acto de protesta celebrado en Abanto-Zierbena por el doble crimen machista del 11 de marzo. (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)

La violencia contra la mujer tiene múltiples expresiones, desde la más explícita y brutal hasta la más velada y sutil. Muchas veces las muertes violentas terminan ocultando esos casos más difíciles de ver, pero este año hay que volver a hacer mención a ello, ya que otras cuatro mujeres han muerto a causa de la violencia machista, mientras que otras cinco personas han tenido que ser hospitalizadas, dos de ellas muy graves. Además, se han producido al menos cuatro casos de violaciones en grupo, uno de ellos contra una menor de 13 años, además de múltiples agresiones sexuales e incluso dos casos de secuestro.

En total, Emakunde ha contabilizado 4.000 casos de violencia contra las mujeres entre enero y setiembre, un 3,15% menos que el pasado año, debido principalmente al fuerte descenso registrado en los meses del confinamiento (marzo, abril y mayo). La mayoría de esas denuncias (2.921) han sido casos de violencia ejercida por la pareja o expareja, 814 casos de violencia intrafamiliar y 265 ataques a la libertad sexual.

El suceso más grave se producía el 11 de marzo en Abanto-Zierbena, donde una mujer de 56 años y su hija de 24 fallecían en su domicilio como consecuencia de la agresión con arma blanca protagonizada por un hombre de 60 años, pareja y padre de las víctimas. Tras cometer el crimen, el hombre se escondió en unos trasteros de Portugalete, donde fue detenido horas más tarde y trasladado al hospital, al haber ingerido gran cantidad de pastillas.

Tan solo cinco días más tarde, una vecina de Soraluze de 74 años moría como consecuencia de los golpes propinados por su hijo, de 33 años, con el que residía en un piso de esta localidad guipuzcoana.

Dos meses más tarde se producía otra agresión mortal, en este caso en Angelu, donde un hombre de 89 años mató a su esposa, de 83, antes de suicidarse. La Fiscalía de Baiona apuntó a un caso de «homicidio voluntario seguido de suicidio».

Además, al menos cinco personas han resultado heridas este año como consecuencia de agresiones machistas, las dos más graves sucedidas en Eibar y en Gasteiz. En el municipio armero, una joven de 25 años resultaba herida muy grave el 6 de julio al ser acuchillada en presencia de su hijo de corta edad por un joven de 17 años, que fue detenido horas más tarde al entregarse en la comisaría de Hernani.

Y el 17 de octubre, una mujer resultaba también herida de gravedad tras ser apuñalada en presencia de su hija de 12 años por un hombre que vivía en una vivienda del mismo portal del barrio de Salburua. Se da la circunstancia de que el presunto agresor había sido condenado por haber matado a su esposa en 2002 en Atarrabia y se encontraba en libertad provisional. Fue detenido tres días más tarde en la bajera en la que se ocultaba en Burlata.

Durante el confinamiento

El resto de las agresiones con heridos se produjeron en mayo, es decir, durante el confinamiento. En Barakaldo, el día 2 un hombre de 63 años atacó con un cuchillo y una botella a su pareja, quien sufrió heridas en la cabeza y tuvo que ser trasladada al hospital. En Gasteiz, el día 11 un hombre de 43 años trató de agredir a su expareja con una botella en una vivienda del barrio de Sansomendi y otro hombre que estaba en la casa resultó herido al interponerse entre ambos. Poco después, la Policía Local detenía también en la capital alavesa a un hombre de 41 años tras agarrar por el cuello a una mujer y zarandearla en la calle.

Dos días más tarde, el 13 de mayo, la Policía Local de Gasteiz detenía un hombre de 59 años por agredir a su mujer y a su hija en la vivienda familiar, al tiempo que en Iruñea otro hombre era detenido por violencia machista y por agredir a uno de los agentes de la Policía Municipal que acudió a detenerle y que tuvo que ser trasladado al hospital. También resultaron agredidos, en este caso en Abadiño, los agentes de la Ertzaintza que acudieron a detener a un joven de 23 años acusado de golpear a su pareja.

Libertad sexual

En el capítulo de las agresiones de carácter sexual, este año se han producido al menos cuatro violaciones grupales. Nada más comenzar el año, el día 4 de enero ingresaban en prisión tres varones acusados de agredir sexualmente en Orkoien a una mujer, con la que contactaron en noviembre a través de una red social de relaciones. Otros dos hombres quedaron en libertad, pero con la obligación de comparecer en el juzgado y de entregar el pasaporte.

En Donibane Garazi, dos estudiantes del Liceo Navarre denunciaron en febrero haber sido violadas por cuatro compañeros del centro, quienes tras ser detenidos quedaron en libertad. Y el día 22 de ese mes se producía otra agresión grupal en Bilbo a una joven de solo 13 años. Por estos hechos, ocurridos en Solokoetxe, fueron detenidos tres varones, de entre 18 y 21 años y con múltiples antecedentes policiales, que al parecer abordaron a la joven en un momento en que se quedó sola y le obligaron a beber una bebida con la que perdió la consciencia.

En agosto se produjo otra agresión en grupo a una menor de edad en Gasteiz, por el que fueron detenidos siete jóvenes, todos ellos menores de edad, dos de ellos incluso de 14 años.

También se produjeron violaciones en Tudela, donde un hombre de 37 años agredió sexualmente y le sustrajo dinero y el móvil a una mujer en un parque infantil; en Gasteiz, donde un joven de 20 años agredió a una mujer en el portal de su vivienda y otros dos jóvenes de 22 y 23 años atacaron a una mujer a la que también le sustrajeron dinero y un móvil; en Donostia, donde otro joven de 22 intentó violar a una joven en un portal de la Parte Vieja; y en Bilbo, donde un hombre de 32 años fue detenido por retener y violar a una mujer, y un joven de 18 fue arrestado por agredir a una joven en una lonja de Otxarkoaga.

Los casos de secuestro se produjeron en Villabona, donde un hombre de 41 años fue detenido por retener con amenazas de muerte en un caserío abandonado a una mujer a la que había contratado para cuidar de su hijo; y en Trapagaran, donde otro hombre de 39 años fue arrestado por llevar a su expareja en el maletero de su coche. La mujer presentaba golpes y estaba maniatada.