Hace tiempo que la Unión Europea, con el afán de preservar la cultura y la industria propias ante la llegada de las grandes plataformas como Netflix, está tomando una serie de medidas que pretenden fomentar la producción de contenidos audiovisuales y la coproducción internacional.

Ante un panorama de competición feroz por la audiencia, hacía tiempo que Euskal Telebista (ETB) no hacía una apuesta estratégica por las series de producción propia en euskera. Una de estas últimas apuestas llegó en el 2000, con la producción de cinco series, dos en euskara y tres en castellano (‘Ander eta Konpainia’, ‘Teilatupean’, ‘Campus’, ‘Platos Sucios’ y ‘Alquilados’). Veinte años después, ETB ha realizado un interesante envite por las producciones propias en euskera.

Además del regreso de una nueva temporada de ‘Go!azen’, ETB1 está estrenando durante el otoño ‘Alardea’, ‘Hondar ahoak’ y ‘Altsasu’. Con presupuestos modestos, equipos compuestos por profesionales vascos, las series parten de historias locales para dar como resultado un contenido ‘exportable’. Estas series son originales, una apuesta por el talento propio y se alejan de complejos lingüísticos siguiendo el ejemplo de televisiones públicas, como la DR danesa, que llevan aplicando esta fórmula desde los años noventa con un importante éxito internacional. Sigamos por este camino.