Estrategias fallidas versus estrategias exitosas frente al Covid-19

Diez conclusiones tras nueve meses de pandemia. (Andoni LUBAKI | FOKU)
Diez conclusiones tras nueve meses de pandemia. (Andoni LUBAKI | FOKU)

He estado trabajando en brotes pandémicos durante 15 años. Existe un malentendido acerca de las diferencias entre la respuesta en gran parte de Occidente y entre los países exitosos (incluidos Nueva Zelanda y Australia). Resumiendo:

1 Respuesta reactiva versus respuesta proactiva y orientada a objetivos.

2 Mitigación (ralentizar la transmisión) versus eliminación (detener la transmisión).

3 Respuesta gradual a los niveles crecientes de infección mediante la imposición de mayores restricciones que permiten que aumente la tasa de infección (estrategia de zona roja), en lugar de comenzar con restricciones altas para detener la transmisión y relajar las restricciones solo cuando el número de casos nuevos es tan bajo que el rastreo de contactos o una acción localizada a corto plazo puede detener la transmisión comunitaria (estrategia de zona verde).

4 Intentar mantener la actividad económica y la movilidad lo más abiertas posible, pero perpetuando el daño económico e imponiendo restricciones yo-yo, en lugar de hacer un sacrificio inicial de la actividad económica y los viajes para beneficiarse después de la rápida restauración de la actividad económica normal.

5 Centrar la atención en las pocas personas que se resisten a la acción social por miopía o egoísmo, en lugar de reconocer que la gran mayoría hace lo correcto si se les brinda una orientación y un apoyo claros, que es lo que importa para el éxito, ya que la eliminación es una estrategia sólida.

6 Pensar incorrectamente que se trata de una situación estable en la que se debe mantener el equilibrio entre fuerzas contrarias, en lugar de una situación dinámica en la que una acción rápida puede cambiar las condiciones de un mal régimen perdedor a uno bueno ganador.

7 Un pensamiento económico ingenuo acerca de un equilibrio entre la economía y la lucha contra el virus, en lugar de darse cuenta de que un impacto económico a corto plazo permitirá abrir normalmente y restaurar la economía (como reconocen McKinsey, BCG, FMI y otros análisis económicos correctos).

8 Tenemos que «vivir con el virus», en lugar de eliminar el virus y volver a las condiciones sociales y económicas normales.

9 Esperar a que la vacunación de alta tecnología sea una cura para todos, en lugar de utilizar el aislamiento y la cuarentena clásicas de personas y comunidades con la tecnología adecuada para detener por completo la transmisión.

10 Considerar el virus, sobre todo, como un problema médico que consiste en tratar a los individuos, y poner el foco en la responsabilidad individual de prevenir su propia infección, en vez de ver la derrota del virus como un esfuerzo colectivo basado en la acción comunitaria, impulsado por líderes que brindan información clara y un sistema de salud pública comprometido con la comunidad. La prevención basada en la transmisión y el tratamiento de los pacientes es, por diseño, la más limitada.