Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

«La fille au bracelet»

Desde su presentación en el festival de Locarno, dentro de la sección Piazza Grande, ‘La fille au bracelet’ (2019) se ha convertido en una de esas películas que no deja indiferente a nadie, generando serios debates sobre la aplicación de la justicia con respecto a los delitos cometidos por menores. Su director Stéphane Demoustier utiliza el género del thriller judicial para plantear una reflexión más amplia sobre los conflictos intergeneracionales, ahora que el desarrollo tecnológico ha abierto aún más si cabe la brecha entre padres y descendientes, habida cuenta de que todo va demasiado rápido como para que una madre o un padre puedan conocer a su hija adolescente, que es la cuestión de fondo planteada por la película, cuyo estreno ha sido anunciado por la distribuidora Surtsey Films para el 19 de febrero con el título en su traducción literal de ‘La chica del brazalete’.

No hace falta exhibir la etiqueta promocional de ‘basada en hechos reales’, por la sencilla razón de que sobran noticias en la prensa diaria para justificar el argumento escrito por el propio Stéphane Demoustier, aunque en sus títulos de crédito se cita como fuente la cinta argentina de Gonzalo Tobal ‘Acusada’ (2018), que se inspiraba en un caso argentino muy similar a otro sucedido en Italia, a su vez llevado a la televisión en ‘Amanda Knox: Murder on Trial in Italy’ (2011), bajo la dirección de Robert Dornhelm y con Hayden Panettiere como protagonista. Amanda Knox era una estudiante estadounidense que vivía en Peruggia, donde en el año 2007 fue acusada de asesinar a su compañera de habitación británica. A pesar de que en un principió se la condenó por el crimen, terminó siendo absuelta tiempo después por las irregularidades cometidas durante todo el proceso inculpatorio y el posterior juicio. Fue un claro ejemplo de acoso mediático, ya que los tabloides británicos se encargaron de hacerla aparecer como una adolescente de vida desordenada y la única sospechosa a la que cargar la muerte a cuchilladas de Meredith Kercher.

Lejos de perderse en los tópicos sobre el poder manipulador de la prensa, Stéphane Demoustier prefiere analizar otras cuestiones más sutiles, las que tienen que ver con la forma diferente en que se juzga a las mujeres y a los hombres por su conducta sexual, y el hecho de que hoy en día todavía se criminalice a las mujeres en las causas judiciales contra ellas por cuestiones de moral en el ámbito privado. En la película, al igual que ocurrió en el referente real mencionado, encuentran ADN de la supuesta asesina en el cuerpo de la víctima, a lo que la acusada respondió que habían intimado en aquella noche fatídica. En lugar de servirle de coartada, el dato fue utilizado en los medios para presentarla como una joven violenta, promiscua y propensa a comportamientos inadecuados.

Tampoco Demoustier quiere dar una visión angelical de la protagonista, y en ningún momento maneja un discurso victimista. La duda se cierne en torno a un personaje ambiguo, magistralmente interpretado por la actriz revelación Melissa Guers, quien con el rostro impasible se muestra impenetrable durante todo el proceso, en cuanto chica de su tiempo que no cae en la implicación emocional en sus relaciones con los demás.

Su padre y su madre, encarnados por Roschdy Zem y Chiara Mastroianni, se ven incapaces de penetrar en el muro de contención levantado por su hija, y si bien de entrada creen firmemente en su inocencia, poco a poco comenzará a cundir el desconcierto entre ambos.

Otro aspecto inquietante es que la fiscal, pese a su precocidad, se revela implacable con la joven que se sienta en el banquillo, sin que la cercanía generacional la frene. Por contra, la abogada es mayor que ellas, sacando a relucir un instinto protector y maternal en la caracterización de la veterana Annie Mercier.

Por la parte de la acusación, el papel recae en Anaïs Demoustier, hermana del director, quien en su anterior ‘Cléo & Paul’ (2018) dirigió a sus hijos gemelos. El tema familiar también estaba presente en ‘Terre battue’ (2014).