El Eibar se enfrenta a una amenaza real

El Huesca, farolillo rojo, empatará con los azulgranas si consigue la victoria en Ipurua. El Eibar sólo ha sumado dos puntos en las 7 últimas jornadas.

Mendilibar no acaba de encontrar una combinación ganadora para su banda derecha. En la imagen Pozo durante el partido ante el Huesca en El Alcoraz. (LOF)
Mendilibar no acaba de encontrar una combinación ganadora para su banda derecha. En la imagen Pozo durante el partido ante el Huesca en El Alcoraz. (LOF)

El Eibar se enfrenta este sábado al Huesca (14.00, Movistar+). Pero sobre todo se enfrenta a una amenaza cada vez más cierta. Tanto que si la Liga acabara hoy, los azulgranas se irían a Segunda, después de que la semana pasada acabaran de agotar su margen cayendo ante el Elche. El calendario les da hoy otra buena oportunidad para coger impulso pero no aprovecharla acarrearía un serio castigo. El Huesca, que nunca ha llegado a estar desahuciado pero sí a ser el máximo candidato al descenso, viene al alza y si hoy se suma a la moda de ganar en Ipurua, alcanzará a los azulgranas en la clasificación.

Un golpe tangible en la tabla y también en la confianza, reconoce José Luis Mendilibar, de una plantilla que tampoco debe estar ahora para fiestas, teniendo en cuenta que no gana desde el tres de enero y que en las siete últimas jornadas apenas ha sido capaz de sumar dos puntos. Una mala racha que no sólo le ha ido arrastrando hacia el fondo de la tabla, sino que ha complicado las cuentas en caso de que a final de temporada las cosas estén tan apretadas como ahora: de los equipos que se encuentran por debajo o a menos de dos victorias de distancia por encima, el Eibar ya ha perdido el golaverage con Osasuna y Elche y lo ha ganado con el Valladolid.

El problema es que los que todavía están por decidir no pintan bien: perdió contra el Cádiz, su próximo rival, en Ipurua y contra el Alavés en Mendizorrotza, y empató contra Valencia y Getafe, a los que deberá visitar en la segunda vuelta. El único empate que tiene la posibilidad de decantar de su lado en Ipurua es, precisamente, el que firmó con el Huesca (0-0 en El Alcoraz).

Los armeros afrontan el partido con la única ausencia del lesionado Correa, después de que Kevin, ya recuperado, haya regresado a la convocatoria. Lo que vaya a hacer Mendilibar con sus 23 piezas –los 22 disponibles del primer equipo más Unai Arietaleanizbeaskoa– es una incógnita como siempre, aunque las principales dudas se refieren a la banda derecha, donde ninguna de las combinaciones que ha utilizado el técnico ha acabado de funcionar. No es descartable que repita arriba Pedro León, de lo más potable ofensivamente en el Martínez Valero por parte azulgrana, pero es posible que esta vez le escolte Arbilla, lo que reabriría las puertas del once a Paulo para ocupar la vacante del navarro en el centro de la zaga.

El que juegue, al menos sabrá qué debe mejorar respecto a las últimas jornadas. «Tenemos que hacer las cosas mejor en las áreas –subraya Mendilibar–. Que no nos creen tantos problemas cada vez que nos llegan. Somos uno de los equipos a los que menos veces llega el rival pero nos hacen daño, el porcentaje de gol es muy alto».

«Tenemos que estar más tensos, más puestos y sobre todo tenemos que seguir siendo valientes. Somos un equipo mucho mejor cuando defendemos fuera del área y tenemos que estar convencidos de eso. Y luego hacer daño nosotros, hay que mejorar en ataque. Rematamos bastante más que el rival pero con un porcentaje muy pequeño no ya de goles, sino de acertar entre los tres alos», lamentó.

Por su parte Pacheta, con el que está reviviendo el Huesca, reconoce la motivación con la que llegan sus hombres, convencidos de que si ganan en Ipurua «estaremos verdaderamente enganchados». El técnico oscense augura un encuentro «muy duro y se puede decir que será una guerra de guerrillas. Ellos son muy peligrosos en las segundas acciones y tendremos que tener cuidado con los segundos balones porque se puede crear mucho peligro».