El Eibar salva un punto de la nada (1-1)

Partido muy romo de los azulgranas ante el colista. El Huesca se ha adelantado en el 81 con un gol de Sandro, al que ha respondido Diop dos minutos después.

Yoel, titular hoy por la ausencia de Dmitrovic, despeja el balón ante Escriche. (Monika Del Valle/Foku)
Yoel, titular hoy por la ausencia de Dmitrovic, despeja el balón ante Escriche. (Monika Del Valle/Foku)

Suma un punto el Eibar y tendrá que celebrarlo, vista su necesidad y que un minuto antes de que Diop marcara perdía ante el colista. Pero el alivio por el empate, que mantiene vivo al equipo azulgrana a falta de que juegue el resto de rivales implicados en la pelea por la supervivencia, no puede ocultar la triste imagen que ha ofrecido el Eibar. Ni siquiera en la primera parte, cuando ha dominado al Huesca, ha sido capaz no ya de marcar, sino de generar suficientes ocasiones claras como para ilusionarse con una victoria que se le resiste desde hace dos meses. Curiosamente, el gol ha llegado en la segunda, cuando los visitantes se han visto más cómodos ante un Eibar sin juego y sin ideas.

Con Yoel en la portería, después de que Marko Dmitrovic tuviera que viajar anoche de urgencia a Serbia por el fallecimiento de su padre, y Paulo sustituyendo a un Arbilla fallón en los últimos partidos, el Eibar ha empezado a mil por hora. No le ha durado demasiado, entre el susto que le han dado entre Ferreiro y Rafa Mir y, sobre todo, la lesión de Bigas. El central se ha marchado tras sentir un pinchazo en el cuádriceps, dejando su lugar al inicialmente sacrificado Arbilla. El parón se ha dejado notar y ha habido que esperar prácticamente hasta el último cuarto de hora previo al descanso para que el partido reviviese. Pero ni Enrich, ni Expósito ni Pedro León, que ha rematado al larguero, han acertado con las tres ocasiones que han conseguido fabricar los azulgranas.

De un primer tiempo digno se ha pasado a un segundo deprimente. Sobre todo por parte local. Ya no es que el Eibar no lograra llegar al área sin peligro, es que su juego se ha reducido a la más absoluta irrelevancia. Lo ha aprovechado el Huesca, más cómodo tras el descanso. Sin excesos, que por algo es el colista, pero el equipo de Pacheta no sólo no ha sufrido, sino que además ha ido ilusionándose con el gol. Con razón porque ha llegado. A diez minutos del final, Sandro, que había entrado al campo siete minutos antes, empalmaba un envío desde la derecha para anotar el 0-1.

Con lo visto hasta entonces y sin apenas tiempo por delante, el partido parecía sentenciado. Pero, cosas del fútbol, todo el peligro que no había sido capaz de generar el Eibar hasta entonces ha llegado en esa recta final. También el gol, un buen cabezazo de Diop en un córner. Poco ha faltado para que Kevin, rematando un servicio de Aleix García, redondeara la remontada pero Álvaro Fernández, casi inédito hasta entonces, ha salvado un punto para su equipo con una gran respuesta.

El punto apenas alcanza para aliviar la situación de un Eibar que ni siquiera decanta el golaverage –el partido de El Alcoraz en la priemra vuelta acabó con el mismo marcador– y que ha saldado cuatro partidos consecutivos ante rivales directos con dos derrotas y dos empates y que apenas ha podido sumar tres en las ocho últimas jornadas. La próxima semana le tocará intentarlo en Cádiz.

Las estadísticas del partido se pueden consultar en la página especial de NAIZ.