Iker Fidalgo
Crítico de arte

Hoja de ruta

El arte es una manera de situarnos en el mundo. Funciona como un conjunto de normas y códigos que se rehacen cada vez. Una obra es un nuevo negociado en el que las miradas y los gestos se dan cita hasta compartir un espacio común. La cultura nos ayuda a encontrar nuevos lugares. Las coordenadas no son nunca exactas pero valen como hojas de ruta, como caminos que se abren a medida que avanzamos. El arte permite resituar nuestra atención.

Desplazar el foco hacia cuestiones que aunque no pensemos nuestras, son partes del mundo en el que vivimos. Por eso, la creación contemporánea parte siempre de la subjetividad. Porque es en sí mismo es un relato de lo que acontece o mejor dicho, de lo que nos atraviesa. Con todo, es siempre propositivo. El mero gesto de nombrar algo es ya una manera de señalar y en consecuencia de dar visibilidad. Verbalizar desde lo poético otras maneras de habitar el mundo es un acto revolucionario. Una ruptura con lo hegemónico que no busca la aceptación del público sino la implicación.

La potencia del arte es por tanto su capacidad de permitirnos estar en otros lugares. De ver desde otro lado y de sentir a través de otras pieles. Provocar nuestra reacción, incluso desde una incomodidad que tiene que ver con asomarnos a otros abismos. Puede que a fin de cuentas sea una manera de compartir los miedos, las rabias los afectos y las luchas. Puede que esta sea la mejor manera de seguir buscando formas de construir otras realidades.

El pasado 19 de febrero, el centro BilbaoArte inauguró la exposición ‘Desdoméstica’. Detrás de este título se encuentra Estibaliz Sadaba Murguia (Bilbo, 1963). Sadaba es una de las artistas más relevantes de nuestro contexto. Pertenece a una prolífica generación y su práctica destaca desde la creación performática y videográfica. Ha sido parte del colectivo ‘Erreakzioa-Reacción’, fundado en 1994 junto a Azucena Vieites y Yolanda de los Bueis, con el que llevó a cabo una práctica artística ubicada en el activismo y el feminismo.

La muestra, que se extiende hasta el próximo día 18, es una oportunidad inmejorable de acercarse al trabajo de la artista. La reclusión de la mujer es el tema central del proyecto. Las luchas para reivindicarse en el espacio público es el marco bajo el que se exponen diferentes trabajos. En sala toman presencia las composiciones fotográficas y los collages como una reflexión sobre la propia representación de esta relación. Por otro lado, diferentes piezas videográficas tales como ‘Las filanderas’ (2017-2018), ‘Las Sobrantes’ (2017) o ‘Subversiones domésticas’ (2020), podrán ser visionadas en sendos ciclos de proyección programados para los días 16 y 17 de marzo bajo los títulos ‘Desdoméstica I’ y ‘Desdoméstica II’.

A mediados del pasado febrero, el Centro Huarte inauguró una nueva edición de su programa expositivo que lleva por nombre ‘Habitación’. Un paraguas bajo el que se encuentran diferentes propuestas basadas en los procesos y en las maneras en las que estos son compartidos con el público. En esta ocasión adquieren protagonismo los proyectos beneficiarios de la modalidad de producción del programa del 2020 de ayudas a las artes plásticas y visuales gestionadas por el propio centro y el Gobierno de Nafarroa. El elenco está formado por Xabier Barrios, Jose Castiella, Álvaro Gil, Irene Holguín, Alberto Oderiz, Irrati Urrestarazu y el colectivo ‘Protocolectivo’. Hasta el próximo 18 de abril, trabajos que versan en torno a nuevas formas de vida, el capitalismo de la información, o la relación entre material y cuerpo, habitarán el espacio expositivo de ‘Habitación’.