Según señalan los colectivos Sustrai Erakuntza, Compañía de las Tres Erres, Ekologistak Martxan Nafarroa y Lurra Nafarroa, la Planta de Residuos que la Mancomunidad de Iruñerria quiere construir en Imarkoain incumple la legislación y el Plan de Residuos navarro. Así lo han expuesto en las alegaciones que han presentado al proyecto.

Destacan que los planes de la Mancomunidad prevén atender las necesidades de gestión de residuos del 66% de los habitantes de Nafarroa, lo que a su juicio iría en contra del principio de autosuficiencia, que indica que cada zona geográfica debe ser capaz de gestionar sus residuos, y el de proximidad, que pide que sean tratados lo más cerca posible de donde se producen. Según los planes de la Mancomunidad de Iruñerria, habría una entrada diaria de 86 camiones a la planta, pero estos colectivos destacan que no se ha analizado el consumo energético ni las emisiones de gases que provocarían.

Asimismo, estos colectivos señalan que los datos de recogida de residuos empleados para el redimensionamiento de la planta «están alejados de la realidad y no hay previsión de medidas para mejorarlos». Explican que la Mancomunidad prevé tratar 48.000 toneladas anuales de fracción resto cuando en 2020 se han gestionado 83.400 toneladas y destacan que no se explica cómo se pretende reducir a la mitad el volumen en apenas dos años.

Junto a ello, añaden que «las cantidades de materiales que la planta conseguiría recuperar están infladas y no se ajustan a los objetivos legalmente establecidos», citando, por ejemplo, que el proyecto estima una recuperación global de materiales del 75%, cuando con los datos aportados en la memoria «ya se puede comprobar que esa elevada cifra de reciclaje no puede ajustarse a la realidad».

Además, subrayan que «no se analizan adecuadamente todas las alternativas, y ni siquiera se indica cuál será el destino del rechazo, por lo que el proyecto está incompleto.

«Creemos necesario que la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona realice una revisión a fondo de su planificación, tanto a nivel de sistemática para posibilitar que la población separe adecuadamente los residuos, como en la previsión de las infraestructuras para gestionar los residuos que recoge. Porque es necesario atender a las recomendaciones y legislaciones de obligado cumplimiento que nos llegan desde Europa, y que abogan por instalaciones mas pequeñas, sencillas de manejar, y próximas a los lugares de generación de los residuos. Y el proyecto presentado no cumple ninguno de esos principios», añaden estos colectivos.