«La final es especial, eres de Donostia y allá donde vas te dicen que la final hay que ganarla»
El medio centro donostiarra analiza su meteórica progresión que le ha llevado de pasar en un año de estar confinado con solo cinco minutos jugados con el primer equipo en un partido el 28 de abril de 2019 ante el Getafe a ganarse la titularidad y a tener opciones de jugar de inicio la final de Copa.

Martín Zubimendi (Donostia, 1999) ha superado una lesión muscular que en ningún momento le ha hecho temer por su presencia en una final que espera vivir con tranquilidad para ayudar al club de su ciudad a darle el primer título 34 años después de la final de Copa ganada en Zaragoza al Atlético de Madrid en la tanda de penaltis.
¿Cómo ha llevado una progresión tan rápida?
Debuté en el primer equipo sin muchos partidos en Segunda B por muchas lesiones. Me tocaron cinco minutos, pero lo veo como algo anecdótico. Tras el confinamiento es otra cosa. Llevaba más partidos en Segunda B, también tuve que jugar por lesiones de Asier Illarramendi y Ander Guevara, pero me veía de otra manera y jugué muchos partidos seguidos, seis o siete de titular, y eso ya era porque hacía las cosas muy bien. Lo llevé con naturalidad, pero me sorprendió cómo estaba jugando.
¿Hizo algo especial en el confinamiento que le ayudó a acabar tan bien la Liga?
Tuve la suerte de que tengo casa con un garaje, con un txoko, y aunque no sabía si iba a ir con el primer equipo, me gusta entrenar la fuerza y me machaqué un poco por si me llamaba Imanol y me tocaba estar arriba. Era más un por si acaso que otra cosa y porque en el confinamiento para pasar el rato y para mantenerme bien me ayudaba hacer estas cosas en casa.
Empezó en el final del partido ante el Madrid y ya no le sacaron del equipo. ¿Destacaría algún partido en especial?
Ese partido contra el Real Madrid me dio la oportunidad de demostrar, aunque solo fueran quince minutos, que podían contar conmigo. Vi que era una carta más y me quedo con eso. Fueron quince minutos, no un partido entero, pero me quedo con ese encuentro porque es el que me dio a conocer.
¿Es verdad que el segundo año es el más complicado para un jugador de la cantera?
Estoy totalmente de acuerdo. El primer año no es una temporada entera, te cogen unos partidos y creo que es más fácil físicamente estar en un momento en un buen estado. El segundo año tienes que estar toda la temporada bien y es difícil mantener la regularidad. Esta temporada se ha demostrado. Después de Navidades tuve un momento en el que las sensaciones no fueron muy buenas y ahora sí estoy mejor con mejores sensaciones.
De ser titular pasa a ser la tercera opción de los medios centros y últimamente ha recuperado el puesto... ¿Cómo ha vivido todo este proceso?
Hasta que empieza a jugar Illarra, entre Guevara y yo nos fuimos alternando y en un montón de partidos somos los titulares. Imanol siempre me tenía en cuenta. Cuando empieza a jugar Illarra estoy más bajo de sensaciones y es ahí donde encadeno tres partidos sin jugar.
Para mí era importante dar el mejor nivel al volver. Creo que la clave es que Imanol sigue trabajando con los que no juegan. Lo tiene claro. El siguiente día después del partido nos machaca y eso nos ayuda cuando nos toca jugar. En ese momento Imanol me dejó claro que confía en mí. Durante la temporada por momentos había confiado mucho y cuando no jugaba me dijo que ni me preocupara. Creo que pone al que considera que mejor está. Lo ha demostrado en los últimos partidos, que tenía buenas sensaciones y me ha dado la oportunidad de jugar de inicio.
¿Qué importancia tienen Imanol y Xabi Alonso en su progresión en los últimos años?
Son los dos entrenadores que más han influido en mí. Imanol, sobre todo, por los años que llevo con él. Ya noté con Imanol mucho el cambio cuando subes de la Real C al Sanse, que el fútbol tiene más importancia y que tienes que ser más profesional, a nivel de entrenamientos, de intensidad y de cuidarse. Imanol te dejaba claro eso.
Xabi Alonso llega en un año en el que veía posibilidad de jugar muchos partidos y todas las expectativas se cumplieron. Estuve muy a gusto y jugué mucho. Ha sido mi ídolo, ha jugado en mi puesto, sabe lo que hay que hacer y noté mejoría con él.
¿Temió perderse la final por la lesión muscular sufrida antes de viajar a Granada?
Es un músculo en la cadera que se recupera fácil y que no da problemas. Me dijeron que me iba a recuperar rápido y así ha sido y me siento muy bien. Cuando me hicieron el diagnóstico me dijeron claramente que iban a ser unos diez días y habría tiempo para llegar a la final porque quedaban cuatro semanas.
¿Qué supone para un donostiarra de la cantera jugar una final de Copa con la Real cuando uno empieza a ir a Anoeta como aficionado en Segunda?
Cuando estaba en Segunda sufrí más, eran años no tan buenos, pero según voy viendo la evolución de la Real en Primera, sí que me voy ilusionando y ahora ha llegado el momento de jugar una final y de estar yo en ella.
Sobre todo para alguien de la casa es especial. Eres de Donostia y allá donde vas te dicen que la final hay que ganarla. Sobre todo cuando hablo con familiares y amigos, todos los comentarios son sobre la final. Pero no me quiero cargar, hay que dar tiempo al tiempo. La final ya llegará, prefiero no agobiarme. Es un compromiso extra. Intentaré jugarla y vivirla con la mayor tranquilidad porque así saldrán mejor las cosas.

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