Jóvenes precarizados denuncian en Bilbo que su grave situación laboral no es coyuntural

La asamblea de jóvenes precarizados de Bilbo, Eragin, ha denunciado este sábado a la tarde que su situación laboral no es coyuntural, fruto de la pandemia, sino del capitalismo feroz imperante. Han animado a organizarse y luchar, solidarizándose con riders y denunciando a las casas de apuestas.

Marcha de Eragin esta tarde en Bilbo. (Marisol RAMÍREZ/FOKU)
Marcha de Eragin esta tarde en Bilbo. (Marisol RAMÍREZ/FOKU)

Con cinco años de trayectoria a sus espaldas denunciando la «violencia laboral» que sufren los jóvenes, Eragin ha organizado este sábado a la tarde unas jornadas en El Arenal bilbaino en las que ha habido ocasión de escuchar las opiniones de Garbiñe Biurrun, Eduardo Garzón, Oskar Matute y Alejandra de la Fuente respecto al panorama al que se enfrenta la juventud, pero los protagonistas han sido ellos con sus experiencias.

Desde la asamblea han recordado que el paro juvenil en Bilbo es superior al 40%, que el 90% de sus contratos son temporales y rara vez sus sueldos superan los 1.000 euros, por lo que les es imposible afrontar un alquiler.

Varios jóvenes han expuesto la realidad que viven en sus trabajos precarios en distintos sectores. A la conclusión, han llevado a cabo una movilización para alertar de las «graves» consecuencias de la precarización laboral que ha traído el capitalismo y sus diferentes crisis, entre las que han enumerado: «una tasa de paro disparada, salarios basura, temporalidad, contratos en prácticas, desindustrialización, pérdida de derechos, condiciones absolutamente precarias, dificultades a la hora de emanciparnos».

Han dicho no estar dispuestos a que «nos intenten vender la moto de que nuestra situación laboral es por culpa de la crisis derivada de la covid-19. Ya era nefasta antes de la pandemia. No es –han subrayado– algo transitorio ni coyuntural. Muchos empresarios utilizan a las y los jóvenes trabajadores, supuestamente ‘la generación más preparada de la historia’ como mano de obra barata».

Han dejado claro que se rebelan contra lo que algunos les quieren hacer creer que «es inevitable, que simplemente ‘es lo que hay’» y que no están dispuestos a que les criminalicen por ello, al tiempo que tratan de embaucarles con el consumismo, con que la única manera de huir de la miseria son las casas de apuestas.

Apoyo a los riders

En su marcha, han parado primero delante de un establecimiento de Burger King, en la estación de Abando, para denunciar que la plataforma digital Glovo explota a sus repartidores, por lo que ellos han decidido explotar un globo como protesta mientras coreaban «trabajo precario para los empresarios». Más tarde, en la calle Buenos Aires, entre consignas de «apustu etxeak kanpora», han tapado la cristalera de una oficina de apuestas con carteles de denuncia.

Una vez en El Arenal, han llamado a profundizar en la organización y en tejer alianzas en el seno del movimiento juvenil y con otros sectores de la clase trabajadora. Uno de sus objetivos, así lo han destacado, es ganar derechos en el camino hacia una vida digna.