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Moscú

Navalny se declara en huelga de hambre y sugiere que podría estar siendo envenenado en prisión

Condenado a dos años y medio de prisión, el líder de la oposición política rusa, Alexei Navalny, ha denunciado que su estado de salud está empeorando en las últimas semanas. Ha iniciado una huelga de hambre para exigir que sea examinado en la cárcel por un médico independiente.

Alexei Navalny aparece en una pantalla declarando desde un centro de detención penal de Moscú durante una audiencia judicial el pasado 28 de enero. (Alexander NEMENOV | AFP)
Alexei Navalny aparece en una pantalla declarando desde un centro de detención penal de Moscú durante una audiencia judicial el pasado 28 de enero. (Alexander NEMENOV | AFP)

Alexei Navalny, líder de la oposición a Vladimir Putin, se ha declarado este miércoles en huelga de hambre en prisión después de denunciar en los últimos días un repentino deterioro de su salud.

«Exijo que me permitan ver al médico. Mientras eso no suceda, me declaro en huelga de hambre», explica en una carta escrita a mano y colgada en la cuenta oficial de su equipo en Telegram.

Navalny, que se encuentra desde el pasado 11 de marzo en el centro penitenciario número 2 de la región de Vladimir, cerca de Moscú, subraya que «cada reo tiene el derecho de invitar a un especialista para que le examine y consulte».

«Incluso yo (tengo ese derecho), aunque sea inocente», añade en la misiva, dirigida al director de la prisión.

El precedente del pasado año

El dirigente político denuncia que, pese «al agudo y progresivo dolor, primero en la espalda, después en la pierna derecha y ahora en una parte entumecida de la pierna izquierda», no le han recetado medicinas para aliviar su sufrimiento.

«Me las arreglaría de alguna forma con una sola (pierna). Pero no quiero quedarme sin las dos piernas. Eso sería injusto», escribe con el sarcasmo que le caracteriza.

Navalny recuerda que en agosto de 2020 denunció haber sido envenenado con el agente químico Novichok cuando se encontraba en Siberia, tras lo que cayó en coma y fue trasladado a una clínica en Alemania.

Por ello, sugiere que ese puede ser el motivo de su actual deterioro de la salud.

La pasada semana ya denunció que las autoridades carcelarias han ignorado sus insistentes peticiones de ser examinado por un médico independiente.

Además, acusó a los funcionarios de prisiones de someterle a tortura por «privación de sueño» al despertarle cada hora todas las noches.