El Eibar necesita un milagro sin apenas precedentes

El equipo azulgrana, colista por primera vez desde que ascendió, necesita ganar al menos cuatro de los ocho partidos que disputará en esta recta final de Liga. En las treinta jornadas anteriores sólo ha ganado tres.

El Eibar encajó ante el Levante su 15ª derrota de la temporada, que le envió al fondo de la tabla. (Jon Urbe/Foku)
El Eibar encajó ante el Levante su 15ª derrota de la temporada, que le envió al fondo de la tabla. (Jon Urbe/Foku)

Las matemáticas dicen que es posible y los implicados, no podía ser de otra manera, también. Pero lo cierto es que el Eibar es ahora mismo el más firme candidato al descenso.

Situación, precedentes, carencias, calendario… Los azulgranas se han quedado sin asideros en esta recta final de Liga en la que necesitan poco menos que un milagro para asegurarse una octava temporada en la elite.

Colista

Nunca antes, en las 257 jornadas que ha disputado en Primera, había sido el Eibar farolillo rojo. De hecho, sobran dedos de las manos para contar las ocasiones en las que había ocupado puestos de descenso en las temporadas anteriores. Apenas seis: las dos últimas de la temporada 14/15 en la que acabó descendiendo para recuperar después la categoría por el descenso administrativo del Elche, otra a principio de la temporada 17/18, una más en el arranque de la siguiente y apenas dos el curso pasado, también en el inicio de Liga. En la 20/21 ya ha superado ese registro y son siete las jornadas que se ha visto en descenso, las cinco últimas de forma consecutiva y cuando el margen para la recuperación ya es mínimo.

Por primera vez esta temporada, de hecho, el Eibar saltaba al césped para enfrentarse al Levante sabiendo que ni siquiera una victoria le permitiría salir de las tres últimas posiciones. Lo mismo le sucederá el próximo domingo porque Huesca y Valladolid, los dos últimos equipos a salvo, tienen cuatro puntos más que los azulgranas.

Y es que el equipo guipuzcoano nunca había tenido una puntuación tan baja, 23 puntos, a estas alturas de la temporada. Incluso el curso pasado, cuando llegó tan tocado al confinamiento, tenía seis más, en lo que era su peor registro hasta entonces. En la temporada 16/17 eran más del doble.

La racha

El motivo de su precaria situación es evidente. El Eibar, que sólo ha celebrado tres victorias en treinta jornadas, y apenas una de ellas en Ipurua –precisamente la última, el pasado tres de enero frente al Granada–, ha sumado cuatro puntos en las trece últimas jornadas. Teniendo en cuenta que tampoco partía de una situación más boyante, sólo el «mal de otros» le ha permitido aguantar unas cuantas semanas a flote. Pero su mínimo colchón se esfumó hace ya un mes.

Únicamente en una ocasión en estas siete temporadas en Primera había firmado la escuadra armera un recorrido equiparable. Y la historia no acabó bien. En la 14/15, la de su debut en Primera, enlazó once jornadas sin ganar, coincidiendo con el arranque de la segunda vuelta. En total, fueron 18 las que saldó con quince derrotas, una sola victoria y dos empates. El último, en la penúltima jornada en Getafe, le colocó en descenso por primera vez en toda la Liga y ya no salió de allí. Un año más tarde, en los 14 últimos partidos apenas sumó una victoria y cuatro empates pero todo lo que había «ahorrado» en la primera vuelta le evitó sufrimientos.

El curso pasado también atravesó un momento delicadísimo, justo antes del parón, del que regresó también con derrota, para sumar siete puntos de treinta. Fue precisamente en la 31ª jornada en la que se reencontró con la victoria para final el mejor final de temporada de su andadura en Primera y acabar salvándose con dos jornadas de antelación.

Podría ser el asidero al que aferrarse ahora aunque la situación tampoco es la misma. El equipo afrontó entonces las ocho últimas jornadas con seis puntos más que ahora y fuera del descenso. Y con una plantilla mejor, que es donde realmente reside la clave de su flojo rendimiento. No hay que olvidar que el Eibar ha perdido a su mayor generador de juego ofensivo Fabián Orellana que aportaba asistencias y goles, al máximo goleador de las tres Ligas anteriores Charles o a un futbolista con carácter y aportación goleadora como Escalante. Además Cote, otro futbolista fundamental, no ha podido jugar hasta febrero tras romperse el cruzado siete meses antes. Y muchos de los futbolistas importantes en temporadas anteriores (Pedro León, Enrich, Diop, Inui…) están muy lejos de su mejor momento.

Las consecuencias se han dejado notar principalmente en la capacidad ofensiva del Eibar, que no deja lugar a dudas: pese al carácter atacante del equipo, es el menos goleador de Primera. Apenas ha marcado 22 tantos, los mismos que el Getafe.

Los precedentes

Si situación y racha son malos, los precedentes tampoco invitan al optimismo. Ni los propios, ni los generales. Tomando los puntos que se han necesitado para asegurar la permanencia en las seis temporadas previas del Eibar en Primera, la media se sitúa en poco más de 35. Es decir, doce más de los que tienen ahora mismo los azulgranas. Tendrían que lograr, por lo tanto, cuatro victorias en estas ocho jornadas –una más que en las treinta anteriores– o al menos tres y algunos empates.

Sólo una vez ha conseguido firmar el equipo unos números semejantes en este tramo del calendario. Precisamente el año pasado, cuando sumó trece. Si repitiera, se plantaría en los 36, que podrían valer. O no. En estos seis años se han necesitado desde los 30 hasta los 39 para asegurar la permanencia.

Tampoco ha logrado en este tiempo ningún colista en la jornada 30 acabar salvándose. Ni ningún equipo que tuviera 23 puntos a estas alturas. De hecho, de los 18 equipos que han ocupado posiciones de descenso en la jornada 30 en estas seis últimas temporadas, sólo tres han conseguido mantenerse. Lo logró el Granada, en detrimento del propio Eibar, en la temporada 14/15, cuando sumó once puntos para pasar de la 19ª a la 17ª plaza y salvarse por golaverage. También el Sporting un año después: a estas alturas era 19º con 27 puntos y acabó la Liga en la 17ª plaza con 39, mientras el Rayo, aún sumando diez en ese mismo período, acabó cayendo a Segunda. En la 18/19 fueron Celta y Girona los que intercambiaron sus posiciones: en la 30ª jornada los gallegos ocupaban el 18º puesto con 29 puntos pero sumaron doce para enviar a Segunda a un Girona que, sumando apenas tres, pasó de la 14ª a la 18ª posición final.

El calendario

Para rematar la crítica situación que atraviesan los azulgranas, el calendario tampoco parece el deseable. En estas ocho últimas jornadas, el Eibar se enfrenta a dos equipos que pelean por el título –el próximo sábado al Atlético y en la última jornada al Barcelona, aunque para entonces todo puede estar decidido– y a otros dos que lo hacen por Europa –Real y Betis–. Habrá otros dos rivales que, en principio no se jueguen demasiado –Granada y Valencia– y, por último, dos rivales directos. Alavés y Getafe, dos partidos que forzosamente tiene que ganar el equipo de José Luis Mendilibar si quiere seguir soñando con el milagro.

La enfermería

Y todo eso tendrá que afrontarlo el Eibar con una plantilla, ahora mismo, bajo mínimos. Ante el Levante apenas hubo 16 jugadores de la primera plantilla disponibles, después de que Marko Dmitrovic, sobre cuyo estado no se ha informado, se lesionara durante el calentamiento.

Correa, con una lesión sobre la que tampoco se sabe demasiado, sólo ha podido jugar 16 minutos desde diciembre. Bigas, que por fin se había asentado en la zaga, tampoco está disponible desde febrero, por otra lesión muscular de la que apenas hay información. Otro tanto sucede con las dolencias de Expósito o Muto, baja estas últimas jornadas, Recio o incluso Bryan Gil. El gaditano se lesionó la semana pasada pero no se sabe si su ausencia se limitará al choque frente al Levante –que también se habría perdido por sanción– o si le dejará más tiempo en la enfermería. Lo mismo sucede con Dmitrovic.

El domingo en el Calderón, además, habrá una baja segura, esta por sanción, ya que Diop vio su quinta amarilla.