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Al-Assad certifica su victoria en las presidenciales con el 95% de los votos

El presidente sirio, Bashar Al-Assad, ha confirmado su victoria en las elecciones presidenciales con el 95% de los votos y asumirá un cuarto mandato de siete años con el país todavía dividido, hundido en la pobreza y una guerra sin concluir.

Seguidores de Al-Assad celebran la victoria electoral en las calles de Damasco. (Louai BESHARA/AFP)
Seguidores de Al-Assad celebran la victoria electoral en las calles de Damasco. (Louai BESHARA/AFP)

El presidente sirio, Bashar Al-Assad, se ha hecho con un cuarto mandato y seguirá gobernando el país árabe durante siete años más tras arrasar con el 95 % de los votos en las  elecciones presidenciales celebradas el miércoles en los territorios bajo su control.

El presidente del Parlamento, Hamuda al Sabag, ha anunciado desde el hemiciclo la victoria de Al-Asad en unos comicios en los que participaron 14,1 millones de votantes del total de 18 millones de personas llamadas a las urnas, y que son rechazados por la oposición en el exterior y las potencias occidentales.

Se daba por descontada la contudencia de la victoria de Al-Assad frente a sus contrincantes Abdula Salloum Abdula, ex viceministro de Asuntos Parlamentarios, y Mahmud Marai, un líder de la oposición interna tolerada por Damasco.

Al-Assad obtuvo 13.540.869 votos, el 95,1 % del total; su contrincante Mahmud Marai se hizo con 470.276 apoyos y en último lugar quedó Abdula Salloum Abdula, con 213.968.

Desde 2000

Nacido el 11 de setiembre de 1965 en Damasco, Al-Assad estudió medicina y se especializó en oftalmología en la capital siria y Londres, donde cursó un posgrado.

Su destino cambió en 1994, cuando fue llamado por su padre, el entonces presidente Hafez al-Assad, tras la muerte de su hermano mayor Basel, el primogénito, en un accidente de tráfico. A partir de entonces, Bashar ascendió en la carrera militar con el apoyo de su padre que le preparó para heredar el poder.

Después de la muerte de su progenitor, en 2000, fue declarado presidente por el Parlamento tras un referéndum popular en el que recibió una aprobación del 97,29 %.

En 2007, renovó su mandato por otros siete años en otro referéndum en el que obtuvo el 97,62 % de los votos.

Ante la presión creada por las revueltas árabes de 2011, el dirigente, uno de los pocos que ha sobrevivido en el poder a etos movimientos, accedió a implementar una serie de reformas y ese mismo año emitió un decreto permitiendo la formación de nuevas formaciones políticas, poniendo fin en el papel al monopolio del Partido Baaz, al que pertenece.

Las reformas culminaron al año siguiente en la promulgación de una nueva Constitución, al amparo de la cualen 2014 se celebraron las primeras elecciones presidenciales con más de un candidato. Al Assad se hizo con una contundente mayoría del 88% de los votos y comenzó un tercer mandato de siete años.

Nueva Constitución

La guerra hizo perder al Gobierno sirio el control de amplios territorios hasta que la intervención de Rusia y milicias iraníes dio un giro a la contienda. Aun así, en los actuales comicios han quedado excluidos el este en manos de la adminsitración kurdo-árabe con apoyo de EEUU; el noroeste en manos de grupos yihadistas amparados por Turquía y una frana en el norte, en Kurdistán, también ocupada por Ankara.

Cuando el conflicto dibujaba ya un mapa territorial favorable al régimen, Al Assad accedió a participar en unas negociaciones para redactar una nueva Constitución siria, que fueron lanzadas por la ONU en Ginebra en 2019 con representantes de la oposición y de la sociedad civil.

La Constitución de 2012, sin efecto retroactivo, limita a un máximo de dos legislaturas de siete años cada una el tiempo que el jefe de Estado puede estar en el poder, por lo que este debería ser el último mandato de Al-Assad.