Con el anuncio oficial por parte del Betis y la Real del acuerdo para la cesión con opción de compra obligatoria de Willian José se da por terminada definitivamente la etapa del brasileño en el club blanquiazul, donde triunfó gracias a su aportación goleadora, pero también por su aportación al estilo de juego realista con su buen juego de espaldas que permitía a su equipo tener una referencia en la salida del balón.

Willian José llegó a la Real en el verano de 2016 procedente del Las Palmas por seis millones de euros por el 70% de sus derechos, al quedarse el 30% restante el Grupo Maldonado, que lo fichó en 2011 y ha sido un elemento que no ha ayudado los últimos dos años por su interés en traspasarlo para poder sacar el mayor beneficio a su inversión en él y aprovechar su descontento por la pérdida de protagonismo.

Maldonado no fue un problema en los tres años en los que Willian José estuvo contento en Donostia, en los que marcó 38 goles en Liga, fue fijo en los planes de Eusebio, Garitano e Imanol, era la referencia del equipo en ataque y su aportación resultó clave en la clasificación para la Europa League en su primera temporada en Donostia. Por eso en setiembre de 2017 renovó hasta 2022 y en octubre de 2018 hasta 2024.

La tercera temporada tuvo algunas lesiones, la Real no confió en Jon Bautista, que también sale cedido con él el mismo día al Leganés, y los técnicos decidieron fichar a Alexander Isak y su situación cambió. Pasó a ser el primer cambio en muchos partidos, salió desde el banquillo en quince encuentros. Maldonado lo aprovechó para ponerlo en el mercado y en enero de 2020 pidió que le dejaran salir al Tottenham.

Molesto con Olabe

En una entrevista a Noticias de Gipuzkoa Willian José decía recientemente que «no me han tratado bien. Cuando yo firmé mi último contrato con la Real, cuando renové, yo había hablado con Roberto Olabe de que había algunos equipos interesados, de la Premier y también de la Liga. Hablé con Roberto y me dijo que si venía un equipo grande, que jugara la Champions League, me dejaría ir. Me quedé tranquilo. Es cuando llegó la oferta del Tottenham, un equipo grande de la Premier, que estaba jugando la Champions. Yo tenía el sueño de jugar en la Premier y era una oportunidad muy buena para mí. Yo ya no venía jugando como lo había hecho con anterioridad en la Real y veía que era la hora de cambiar».

El equipo inglés ofreció quince millones de euros, una cantidad que parecía muy baja en ese momento y tampoco otras ofertas que llegaron al club llevaron a Jokin Aperribay a abrirle la puerta de salida. Se quedó y volvió a ser clave para la clasificación para la Europa League al marcar once goles esa temporada en Liga, pero ya nada fue igual.

En verano se habló de su posible salida al Sevilla, que propuso un trueque con Carlos Fernández que no convenció a la Real, Isak pasó a ser el delantero titular para Imanol y por eso en enero quiso irse al Wolverhampton y la Real aceptó su cesión con una opción de compra que no se materializó porque el brasileño apenas marcó un gol, solo jugó dos partidos completos y en cinco se quedó en el banquillo.

En esa misma entrevista volvía a señalar la presencia de Isak: «La competitividad siempre es buena cuando tienes a muchos jugadores de calidad, pero veía que ya no era lo mismo, que no tenía el mismo trato de antes y eso me dejó triste. Y vi claro el momento de cambiar de equipo. Ya no estaba jugando como antes. Isak estaba jugando muy bien, ha sido su mejor temporada. Yo no estaba contento como antes por todo lo que había pasado el año pasado, en concreto desde enero. Me prometieron algo que no cumplieron conmigo. Yo ya no estaba feliz, no estaba contento. Necesitaba ese cambio».

Devaluación

Por eso dijo en esa misma entrevista que quería salir de la Real este verano, Roberto Olabe también defendió lo mismo e Imanol tampoco ha querido al brasileño en su equipo ni con la grave lesión de Carlos Fernández. La relación se había deteriorado tanto entre las dos partes que no ha habido manera de reconducirla y el problema es que la cantidad que puede recibir la Real, de 8,5 millones de euros, es menor que la que parecía ridícula de quince del Tottenham. Todo este proceso le ha devaluado. 

Además Maldonado se llevará el 30%, la Real ha decidido afrontar una cesión cara como la de Alexander Sorloth, por el que Leipzig pagó veinte millones el año pasado, y además Willian José se marcha a un rival directo donde puede dar un buen nivel. El estilo de juego del Betis encaja mucho mejor en su fútbol que la Premier donde, mal asesorado, se ha empeñado en querer triunfar sin tener la velocidad que exige el fútbol inglés.

Así se va, por la puerta de atrás, de la Real pese a haber sido el mejor delantero centro desde la llegada de Kovacevic tras marcar en su último partido en Anoeta contra el Mónaco como lo hizo en la Copa en Córdoba por partida doble antes de marcharse a Inglaterra. Ha disputado 170 encuentros con 62 goles y 15 asistencias en sus cuatro temporadas y media como blanquiazul.

Los goles han sido su mejor aval, pero ha sido mucho más para la Real. Era dos jugadores en uno, el goleador y el faro para iniciar el juego del equipo blanquiazul, que se han perdido por la llegada de Isak, porque Maldonado no le ha ayudado y porque cada vez se da mayor importancia a cosas que se pueden medir, como el peso, que a unos intangibles que pueden ser más importantes.

Un jugador de la Real me comentaba un detalle con Asier Garitano, que no quería que Willian José comiera un arroz con leche porque estaba por encima del peso. Ese compañero del brasileño entendía que era más importante su felicidad para el equipo que unos gramos.

En el Betis probablemente la exigencia será menor, la meteorología más calurosa le ayudará a diferencia de la lluvia y el frío que se encontró en Inglaterra en enero y el tiempo dirá si la operación es buena para el Betis o para la Real en función de su rendimiento y de lo que ofrezcan los jugadores fichados para sustituirlo.

Jon Bautista, al Leganés

La Real también ha confirmado la cesión de otro delantero centro del primer equipo, Jon Bautista, al Leganés hasta final de temporada. El oreretarra firmó hasta junio del 2023 el 31 de mayo de 2017 cuando su agente comunicó que el Athletic quería ficharlo.

La Real pensaba cederlo al Numancia la temporada siguiente y lo subió al primer equipo con un contrato importante para convencerlo, pero nunca ha tenido continuidad. Solo ha jugado siete partidos de titular en Liga desde entonces. La temporada 2019-20 fue cedido al Eupen y ésta será su segunda cesión con un entrenador que le conoce de su etapa en la Real Sociedad, Asier Garitano.