Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

El conflicto entre el sentimiento y la razón

‘SIEMPRE CONTIGO (HERE WE ARE)’
Israel. 2020. 94’. Tít. Orig.: ‘Hine anachnu’. Dtor.: Nir Bergman. Guion: Dana Idisis. Prod.: Jonathan Doweck, Eitan Mansuri y Marica Stocchi. Int.: Shai Avivi, Noam Imber, Smadi Wolfman, Efrat Ben-Zur, Sharon Zelikovsky, Uri Klauzner, Amir Feldman, Natalia Faust.

Padre (Shai Avivi) e hijo (Noam Imber) comparten sus actividades. (NAIZ)
Padre (Shai Avivi) e hijo (Noam Imber) comparten sus actividades. (NAIZ)

El cineasta israelí Nir Bergman es conocido internacionalmente por su serie televisiva ‘In Therapy’ (2005), de la que se han hecho versiones en muchas partes del mundo, incluso en Macedonia con el título de ‘Na terapija’ (2017). Por ejemplo, en los EEUU ya existen dos adaptaciones, una de este mismo año, y la previa dirigida en el 2008 por Rodrigo García.

Es importante reseñar tan divulgado trabajo, porque define muy bien el dominio de la sicología de personajes que también aplica a su cine y que sobresale de principio a fin en ‘Siempre contigo (Here We Are)’ (2020), película enfocada hacia la educación especial, y que entra en la lista de títulos recomendados para ilustrar los seminarios y charlas sobre el autismo.

Se da la circunstancia de que Nir Bergman conoce muy de cerca este tipo de tratamientos para problemas de comunicación a temprana edad, ya que su padre fue director de una institución de cuidados especiales. Y, por si no bastara con ello, el guion de la joven Dana Idisis es autobiográfico y se basa en sus experiencias familiares.

La dirección actoral es el otro punto fuerte de ‘Siempre contigo (Here We Are)’ (2020), y, aunque la pareja estelar resulta premiable por partida doble, en la Seminci de Valladolid el premio de Mejor Actor se lo llevó Shai Avivi en el rol paterno.

En cuanto al hijo, interpretado por Noam Imbir, puede que genere la clase de reservas que rodean a las caracterizaciones del autismo y que se prestan a discusión desde que Dustin Hoffman protagonizase ‘Rain Man’ (1988), a las órdenes de Barry Levinson.

Creo que Nir Bergman logra un mayor equilibrio entre el sentimentalismo personal y la realidad médica, debido a que el padre ha dedicado su vida a cuidar del hijo y le cuesta separarse de él cuando llega a la edad adulta, mientras que la madre, de la que está separado, recomienda una atención más profesional.