Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

Heart of Stone

El tópico dice que los baterías suelen ser gente muy inquieta y sexual, pero Charlie Watts era el hombre tranquilo y familiar que rompía con esa imagen, la cual se vuelve aún más desproporcionada cuando se habla de sus Satánicas Majestades.

De joven caí en la trampa de la falsa rivalidad entre los Rolling Stones y los Beatles, pero con el paso del tiempo esa inquina del rock frente al pop se ha ido atemperando, como la forma de tocar los tambores de nuestro homenajeado.

Por ser el front man, Mick Jagger es el que más ha intervenido en el cine de ficción en calidad de actor, mientras Keith Richards servía de inspiración a Johnny Depp, o se hacían biopics sobre el mítico Brian Jones y su misteriosa muerte.

Me quedo con los documentales en los que aparece todo el grupo.

Hay seis fundamentales. Está el germinal ‘Charlie is My Darling’ (1965), rodado en Irlanda. El famoso ‘The Rolling Stones Rock & Roll Circus’ (1968), con un festival celebrado bajo la carpa de un circo. El controvertido ‘Gimme Shelter’ (1970), que recoge la violencia criminal del festival de Altamont. El prohibidísimo ‘Cocksucker Blues’ (1972), solo visto tras la muerte de su director Robert Frank. El oficial ‘Shine a Light’ (2008), obra de Martin Scorsese. Y el más reciente, ‘Olé Olé Olé!’ (2016), que visita Argentina, país que acuñó para su rock local más arrabalero el termino ‘rollinga’.