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Los talibanes completan su Gobierno con algún‪ representante de minorías, pero sin mujeres

Los talibanes han designado al resto de miembros de su Gobierno en Afganistán, casi una veintena de nuevos ministros y viceministros, algunos de ellos provenientes de distintas comunidades étnicas y minorías, pero sin mujeres.

Comparecencia ante los medios del portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, para dar a conocer los últimos nombramientos del nuevo Gobierno de Afganistán. (Bulent KILIC/AFP)
Comparecencia ante los medios del portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, para dar a conocer los últimos nombramientos del nuevo Gobierno de Afganistán. (Bulent KILIC/AFP)

Los talibanes han completado su Gobierno en Afganistán, en el que figura algún representante de minorías, pero sin ninguna mujer. La mayoría de estos nombramientos «se realizaron en base a la profesionalidad y el mérito y fortalecerán aún más los recursos humanos del Emirato Islámico», según ha dicho en una rueda de prensa el viceministro de comunicaciones del Gobierno islamista y principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid.

Sin embargo, pese a manifestar en reiteradas ocasiones que su objetivo era un gobierno «inclusivo», entre los nuevos ministros, de Comercio o Salud, se encuentran solo unos pocos representantes de etnias no pastunes, la mayoritaria de los talibanes, u otras minorías, y ninguna mujer.

Entre ellos están Haji Noor Uddin, nuevo ministro de Comercio; o Haji Muhammad Bashir y Haji Azim Sultan, viceministros del mismo despacho, los tres miembros de la etnia tayika; o el doctor Muhammad Hassan Ghyasi, segundo viceministro de Salud Pública, y perteneciente a la atacada minoría hazara.

Entre las 21 carteras existentes en el Gobierno de los talibanes, se ha dado a conocer únicamente, además del ministro de Comercio, al nuevo ministro de Salud Púbica, el doctor Qalandar Ebad, un pastún que sustituye a Wahid Majrooh, el único ministro del Gobierno derrocado que había permanecido en su cargo.

Asimismo, se ha designado al mulá Sadar Ibrahm, como viceministro del Interior para la Seguridad; al mulá Abdul Qayoom Zakir, como nuevo viceministro de Defensa; y al analista pro-talibán Nazar Muhammad Mutmaeen, como jefe interino del Comité Olímpico Afgano, ampliando aún más la cuota de los islamistas en el poder.

Los talibanes habían anunciado ya el pasado 7 de septiembre a los principales miembros de su Administración, buena parte de ellos miembros de la base dura del grupo fundamentalista, con mulá Hassan Akhund como primer ministro.

En busca del reconocimiento internacional

Con este Gobierno algo más «inclusivo», los talibanes esperan que puedan recibir pronto el reconocimiento de la comunidad internacional, que continúa demandando garantías de seguridad y respeto a los derechos y las libertades.

«Nuestro Gobierno ha brindado seguridad y está en control todo el país, se han cumplido todos los requisitos internacionales para el reconocimiento de un Estado, ahora es responsabilidad de la comunidad internacional reconocernos oficialmente», ha señalado el portavoz de los talibanes.

La falta de reconocimiento internacional mantiene a Afganistán y a los talibanes no solo aislados geopolíticamente, sino también sin recursos, en tanto los organismos internacionales han congelado la mayoría de los fondos de los que disponía el país asiático.

En este momento Irán, Catar, Pakistán y algunos otros países están aportando sus consejos a los talibanes para ayudar a que estos sean «reconocidos oficialmente», ha indicado el portavoz, mientras los países europeos negocian el retorno de sus diplomáticos.

La exclusión de mujeres del Gobierno, y su retroceso en materia de derechos, con restricciones para asistir a la escuela o el trabajo, son parte de las preocupaciones de la comunidad internacional, que observa atenta sin fijar una posición clara.

El portavoz ha insistido en que están «comprometidos con los derechos de las mujeres», pero que necesitan más tiempo para elaborar «algunas regulaciones y normas para ellas».

Retorno a las aulas de las niñas

En este sentido, Mujahid ha asegurado que en el futuro «nombrarán mujeres en algunos puestos» y que están trabajando para «abrir pronto» las escuelas de secundaria para las niñas.

La comunidad internacional teme que se repita la situación vivida entre 1996 y 2001, durante el anterior gobierno talibán, cuando se privó a las mujeres de su derecho de estudiar y de trabajar, entre otros.

Las clases en Afganistán se habían interrumpido a mediados de agosto, cuando los talibanes se hicieron con el poder y se completó la retirada de las tropas extranjeras del país.

Desde entonces, las niñas de la escuela primaria y las universitarias volvieron a las aulas, pero con restricciones, comenzando por la separación con los alumnos varones.