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Olaf Scholz, el político que ha resucitado al SPD y quiere acabar con la «gran coalición»

Olaf Scholz ha liderado la remontada del SPD durante la campaña electoral, imponiéndose por la mínima en los comicios del domingo. Su carácter tranquilo hace que muchos dibujen de él un perfil de estabilidad, aunque ha dejado claro que no quiere repetir la «gran coalición» con la derecha alemana.

Olaf Scholz este domingo en Postdam. (John MACDOUGALL / AFP)
Olaf Scholz este domingo en Postdam. (John MACDOUGALL / AFP)

Olaf Scholz está ante la gran oportunidad de su carrera política. Aunque pocos le vaticinaban un camino de rosas cuando el Partido Socialdemócrata (SPD) le proclamó en mayo candidato a la Cancillería, más de cuatro meses después se ha impuesto por la mínima a la coalición formada por la CDU y la CSU en las elecciones de este domingo.

Scholz se formó como abogado, pero tras afiliarse al SPD en 1975 inició una carrera política que le llevó por primera vez al Bundestag en 1998. En 2002 inició una fase de dos años como secretario general del partido que coincidiría con la etapa de su compañero Gerhard Schroeder al frente del Gobierno.

Su llegada al Ejecutivo, sin embargo, no llegó con Schroeder, sino con Merkel, que le incorporó al gabinete en 2007 como ministro de Trabajo y Asuntos Sociales. Eran los inicios de la «gran coalición» con la derecha alemana, una fórmula que Scholz aspira a enterrar.

Otra de sus grandes exposiciones políticas tuvo como escenario Hamburgo, la ciudad-estado de la que Scholz fue alcalde desde 2011 a 2018. Durante este periodo, vivió uno de sus momentos más críticos en 2017, durante las protestas organizadas con motivo de la cumbre de líderes del G20.

Tras los comicios de 2017

La debacle electoral del SPD en las elecciones legislativas de 2017, cuando logró el 20,5% de los votos, el peor resultado de la historia, llevó a Scholz a ejercer como bálsamo de una formación en proceso de reconstrucción y que él mismo llegó a presidir durante dos meses de forma interina.

En marzo de 2018 irrumpió de nuevo en la «gran coalición», como ministro de Finanzas y como vicecanciller. La imagen de este político que comenzó su carrera en posiciones claramente situadas a la izquierda de su partido figura ahora asociada a los programas de recuperación impulsados en Alemania para contrarrestar la pandemia.

Los analistas, de hecho, le dibujan un perfil similar al de Merkel. Compañeros e incluso rivales le ven como un candidato cualificado y con experiencia, y su solvencia en los debates ha terminado por consolidar su imagen y los errores cometidos en sus respectivas campañas por sus principales rivales, el conservador Armin Laschet y la ecologista Annalena Baerbock.

«Comienza una nueva era, no solo en el sentido de dar forma al periodo posterior al coronavirus, sino también en cuanto a cómo gestionamos en la próxima década a nuestro país, cómo gestionamos el futuro de Europa», declaró Scholz tras el anuncio de su candidatura.

Futura colaición

Sin embargo, pocos se imaginaban entonces que el SPD lograría superar su larga travesía política por el desierto tras el desgaste que le ha supuesto ser el soporte de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) durante años e imponerse en las elecciones por la mínima.

Scholz es consciente de que no podrá gobernar solo y ha dejado claro desde un inicio que no quiere una nueva «gran coalición» y que su socio predilecto serán Los Verdes de Baerbock, y también se ha mostrado esquivo sobre la posibilidad de un pacto con Die Linke