No conozco a nadie de mi edad que le guste la música y no le gusten Sparks, pero es que después de ver el documental de Edgar Wright las nuevas generaciones también se van a hacer fans de ellos, porque son irresistibles.

Si sus canciones ya son contagiosas de por sí, lo es más la divertida y carismática personalidad que demuestran ante las cámaras. Ron Mael es el mayor con 75 años y Russel Mael el pequeño con 73, un dúo inseparable que se las sabe todas, porque llevan en esto seis décadas, cinco como Sparks y antes, a mediados de los 60, con su grupo escolar Halfnelson.

La presentación de ‘The Sparks Brothers’ (2021) en los festivales de Sundance o de Sitges fue una fiesta, porque Ron y Russell te transmiten la sensación de que la vida es una comedia musical. Siempre me desarma su modestia, porque gracias a la película sabemos de muchas cosas creativas que han hecho y que se desconocen.

En relación con el cine se recuerda su participación en la superproducción de catástrofes ‘Montaña rusa’ (1977), junto a un reparto multiestelar encabezado por Henry Fonda y Richard Widmark. Además descubrimos que antes de su consagrada ópera rock ‘Annette’ (2021), llevada al cine por el genial Leos Carax, habían hecho otra titulada ‘The Seduction of Ingmar Bergman’ (2009), que imagina al maestro sueco emigrando a Hollywood.

Es increíble cómo el británico Edgar Wright conecta con la pareja angelina, con los que comparte su vena humorística, y es como si Sparks se incorporasen a la famosa trilogía cómica del cornetto. Tampoco faltan sus colaboradores Nick Frost y Simon Pegg poniendo voces Ringo y a Lennon. Juntos se ríen de los documentales con bustos parlantes, haciendo entrevistas de tal guisa a productores musicales, músicos, comediantes y demás artistas que se siente influidos por esta hermandad musical.