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Burdeos

Una cooperativa pone en marcha su primera línea ferroviaria en el Estado francés

Hacer frente a la despoblación de los territorios apostando por una movilidad más ecológica y más barata. Ese es el ambicioso objetivo de Railcoop, una cooperativa que este lunes pone en marcha su primera línea de transporte de mercancías y que espera hacer lo propio con viajeros a finales de 2022.

Las tres líneas de transportes de viajeros que Railcoop espera poner en marcha en los próximos años. (Railcoop)
Las tres líneas de transportes de viajeros que Railcoop espera poner en marcha en los próximos años. (Railcoop)

Si todo ha salido como estaba previsto, el primer tren de mercancías fletado por Railcoop ya habrá dejado atrás la estación de Figeac, localidad occitana en el departamento de Lot, con destino al centro logístico de Saint-Jory, cerca de Tolosa, atravesando el departamento de Aveyron.

La ambición de Railcoop es «dar sentido a la movilidad ferroviaria involucrando a ciudadanos, trabajadores ferroviarios, empresas y comunidades en torno a una misma misión: desarrollar una oferta innovadora de transporte ferroviario adaptada a las necesidades de todas las regiones».

Como indica en su dosier de prensa, esta cooperativa quiere «mirar el tren de otra manera» participando en «la aparición de nuevos modelos económicos y nuevas soluciones tecnológicas».

Frente a la alta velocidad, la movilidad suave

«El problema en Francia con la SNCF es parecido al que tiene España con Renfe, y es que se ha favorecido la alta velocidad en detrimento de las líneas de provincia y de la periferia, que llevan abandonadas 20 años», indica Erik Escoffier, un diseñador web de 37 años que fue una de los primeros particulares en formar parte de esta cooperativa.

Ahora son más de 9.000 socios y la compañía tienen un capital social de tres millones de euros. En 2021 obtuvo la licencia oficial, convirtiéndose en la primera cooperativa del sector ferroviario en el Estado francés.

En Railcoop consideran que, en un contexto de calentamiento global, «el tren es un eslabón esencial en la transición ecológica en curso, además de ser uno de los medios de transporte más seguros». Y subrayan que el transporte de pasajeros por ferrocarril requiere menos de una doceava parte de la energía necesaria para mover una persona o una tonelada de mercancías por carretera.

«Desarrollar ferrocarriles también significa, indirectamente, proteger la biodiversidad, frenar la artificialización de la tierra y, por tanto, preservar nuestros territorios», comentan, para añadir que el tren consume menos espacio que las carreteras y tiene una alta complementariedad con otros tipos de movilidad suave (bici, caminar...).

Y haciendo referencia a las previsiones de un aumento del 34% en el tráfico por carretera para 2050, preguntan si, en lugar de crear nuevas infraestructuras, «¿no es mejor aprovechar la red ferroviaria existente que no se está utilizando a su máxima capacidad?».

En el Estado francés, el 90% de la gente vive actualmente a menos de 10 km de una estación de tren. Sin embargo, el 30% de las estaciones está fuera de servicio y la red actual sirve principalmente a las grandes ciudades y los ejes radiales que parten de París. Es decir, que este medio de transporte esta infrautilizado.

Apertura del mercado en 2020

Al abrirse el mercado del tranporte ferroviario a nuevos actores en 2020 –con el imprevisto impacto de la pandemia de covid por medio–, también se abrió «una formidable oportunidad para desarrollar nuevos servicios en todos los territorios».

Precisamente, Railcoop, cuya sede está ubicada cerca de Figeac, nació como una oferta complementaria al servicio público, con la idea de operar trenes de pasajeros y de mercancías «sin subsidio público».

Pretende librar tanto servicios de línea principal estatales e internacionales, como «servicios locales útiles a los territorios», en horarios diurnos y nocturnos.

No obstante, todavía tendrá que superar algunos obstáculos administrativos para desplegar todo su potencial. Por ejemplo, el pasado 5 de octubre el consejo de administración de Railcoop tuvo que asumir que la puesta en marcha de su primera línea de viajeros se pospondrá seis meses, ya que no ha obtenido a tiempo los permisos solicitados a SNCF Réseau para el tramo Burdeos-Lyon.

Inicialmente previsto para el 26 de junio de 2022, ese lanzamiento deberá esperar hasta el 11 de diciembre, ya que el gestor de la infraestructura (SNCF Réseau) no ha proporcionado a la cooperativa «tramos ferroviarios de calidad a pesar de las conversaciones mantenidoas sobre este tema durante dieciocho meses», que se llevaron a cabo «en estrecha coordinación con las regiones Nueva Aquitania y Auvernia-Ródano-Alpes.

Railcoop también ha mostrado su enfado porque, de todas sus solicitudes de circulación realizadas, solo el 55% han sido atendidas por SCNF Réseau y, además, con la condición de que la cooperativa «financie la apertura de los puestos, aunque se consideraba abierta cuando se constituyó SNCF Réseau».

Por todo ello, está estudiando la posibilidad de apelar formalmente a la Autoridad Reguladora del Transporte (ART) para que inicie un procedimiento de infracción contra SNCF Réseau, ya que opina que se está poniendo en cuestión la apertura efectiva del mercado ferroviario.