Según se recoge en el decreto de concesión de la Medalla de Oro, máxima condecoración de Nafarroa, «el Club Atlético Osasuna es una entidad deportiva con un gran arraigo social» en el herrialde, que el año pasado celebró su centenario y que recibió la distinción del Ayuntamiento de Iruñea. El texto destaca que «Osasuna ha sido y es para la sociedad navarra algo más que una institución deportiva».

«Es un sentimiento –añade– que contribuye a la cohesión social y territorial de todos los navarros y navarras en una Comunidad Foral que se caracteriza por su diversidad y su pluralidad, porque aúna fidelidad y apoyo más allá de los sentimientos individuales de cada aficionado o aficionada, ubicación geográfica o su clase social».

El Ejecutivo navarro también destaca la labor deportiva y social de Osasuna y resalta actividades desarrolladas a través de su Fundación como el Torneo Interescolar de fútbol en el que chicos y chicas pueden jugar conjuntamente, el impulso al fútbol femenino y su participación en la Liga Genuine, en la que compiten equipos integrados por personas con discapacidad intelectual. Asimismo, en el fomento de la práctica deportiva, subraya los convenios suscritos por Osasuna con decenas de clubes de toda Nafarroa.

El galardón será entregado por la lehendakari María Chivite en el acto institucional principal celebrado con motivo del 3 de diciembre, Día de Nafarroa.

El Gobierno de Navarra conoció el pasado 10 de noviembre las tres propuestas elevadas por el Jurado del premio (Aspace, Club Atlético Osasuna y el cirujano Juan Miguel Gil Jaurena), tras haber recibido varias candidaturas presentadas por entidades o personas, modalidad que por cuarto año consecutivo abre la propuesta de candidaturas al conjunto de la ciudadanía. 

El Club Atlético Osasuna pasa así a integrar el listado de 37 personas o entidades que desde 1982 han recibido el máximo galardón de Nafarroa por su «contribución a una sociedad mejor».

Olaizola y Unzué, también galardonados

El Gobierno de Nafarroa ha añadido más tarde la concesión además, mediante decreto foral, de la Medalla de Oro al Mérito Deportivo al expelotari Aimar Olaizola y al exfutbolista Juan Carlos Unzué.

Otorga este galardón al expelotari Aimar Olaizola Apezetxea (Goizueta,1979), conocido en el ámbito pelotazale como Olaizola II, por «su importante contribución al deporte en nuestra comunidad tras una larga trayectoria jalonada de éxitos durante más de 23 años como profesional de la pelota a mano; resaltando además su proyección pública».

Olaizola II, que disputó su último partido profesional el pasado sábado en Goizueta, atesora cuatro txapelas del Campeonato Manomanista, siete del Cuatro y Medio y tres del Campenato de Parejas.

En su dilatada carrera profesional ha disputado 1.307 partidos, de ellas 26 finales, y ha logrado 14 txapelas, lo que le convierten en uno de los mejores pelotaris y en un referente de la etapa más brillante de la pelota. Además, el Gobierno resalta sus dotes de superación al regresar a los frontones tras una grave lesión y alargar su carrera hasta los 42 años.

El Ejecutivo Chivite también premia con la mayor distinción deportiva al exfutbolista Juan Carlos Unzué Labiano (Orkoien, 1967), por su «importante contribución y divulgación a los valores del deporte, en especial al de superación, y por su relevante proyección pública en nuestra comunidad y en todo el territorio nacional, tras la ejemplar actitud mostrada con su labor de divulgación y visibilización de una dura enfermedad como la esclerosis lateral amiotrófrica (ELA), tras una muy relevante trayectoria profesional en el mundo del fútbol».

Como portero, es producto de la primera generación de jugadores formados en Tajonar. Tras debutar y permanecer en el primer equipo del C.A. Osasuna dos temporadas, jugó posterioremente en el F.C. Barcelona, el Sevilla F.C., C.D. Tenerife y Real Oviedo, antes de regresar al C.A. Osasuna y retirarse en 2003. Fue internacional en todas las categorías inferiores y subcampeón del mundo en el Mundial Sub-20 Rusia 1985.

En su trayectoria como entrenador profesional ha dirigido como primer entrenador al C.D. Numancia, R.C. Celta de Vigo y Girona F.C, además de ser el entrenador de porteros del F.C. Barcelona, en distintas etapas.

En 2020 se retira de los banquillos al ser diagnosticado de ELA, momento desde el que ha ejercido una intensa labor de concienciación pública sobre esta enfermedad, incluida esta intervención reciente muy viral ante los jugadores de Osasuna.