Joseba Iturria
Periodista deportivo. Real Sociedad y ciclismo

El acta de Melero López condena a Aritz a recibir más de un encuentro de sanción

Justifica la tarjeta roja al central por dar a Wass «una patada con uso de fuerza excesiva desde el suelo» y además añadió que «tras ser expulsado y de camino a vestuarios, dio un balonazo hacia la zona de vestuarios en señal de disconformidad». Eso le impedirá probablemente jugar contra el Madrid.

Melero López saca a Musah una de las tarjetas del segundo tiempo, en el que perdió el control del partido, ante la mirada de Bordalás. (Jon URBE/FOKU)
Melero López saca a Musah una de las tarjetas del segundo tiempo, en el que perdió el control del partido, ante la mirada de Bordalás. (Jon URBE/FOKU)

El acta de Melero López del partido entre la Real y el Valencia (0-0) que ha sido publicado esta mañana por la Federación Española condena a Aritz Elustondo a recibir más de un partido de sanción, con lo que además de perderse la próxima visita al Espanyol del domingo no podría jugar el encuentro de la siguiente jornada contra el Real Madrid en Anoeta.

El colegiado andaluz escribe en su acta que en el minuto 76 «Aritz fue expulsado por el siguiente motivo: Tras ser objeto de falta por parte de un adversario, darle una patada con uso de fuerza excesiva desde el suelo». En otras incidencias añade que «tras ser expulsado y de camino a vestuarios, dio un balonazo hacia la zona de vestuarios en señal de disconformidad».

El acta no recoge la realidad de la acción porque Aritz Elustondo levanta los pies, pero en ningún momento emplea una «fuerza excesiva». Por ello es probable que la Real presente alegaciones para intentar que la sanción sea la mínima posible.

Melero López también escribió en el acta que «en el minuto 87 se produjo el lanzamiento desde la grada hacia el terreno de juego de un mechero», lo que provocará otra sanción económica para el club blanquiazul por este motivo.

Sin quejas de Imanol por el arbitraje

El acta de Melero López refleja el descontrol del partido en el segundo tiempo por su intento de dejar sin sancionar muchas faltas, lo que provocó que los jugadores del Valencia subieran su listón de agresividad. Tras el descanso fueron sancionados con siete tarjetas amarillas, entre ellas la de Wass en la acción que provoca la expulsión de Aritz, por cuatro de la Real, además de la roja del central.

Imanol no se quejó del criterio arbitral tras el partido ni de la expulsión, aunque admitió que le perjudicó ante un equipo que Bordalás ha convertido en pocos meses en el más sancionado de la Liga. El oriotarra reconoció que su equipo no jugó un buen partido e hizo suya la máxima de que «cuando no se puede ganar, por lo menos no perder y no encajar goles».

La Real es con nueve partidos sin encajar gol de las últimas trece jornadas, solo ha recibido uno en los siete de Anoeta, el equipo de las cinco grandes Ligas que más encuentros ha despedido esta temporada sin encajar gol. Es la clave por la que ocupa la segunda plaza de la clasificación a un punto del Real Madrid, aunque con un partido menos que los blancos y que el Sevilla, tercero a un punto de la Real.

Esa solidez defensiva también está motivada por los pocos riesgos que asume el equipo en ataque en casa, lo que provoca que solo haya marcado cinco goles en siete partidos. Imanol recordó que su equipo lleva tres partidos sin pasar del empate ante Athletic, Sturm Graz y Valencia en Anoeta y admitió que su equipo debe mejorar como local, aunque se mostró satisfecho con sus jugadores.

Con la mente puesta en el Monaco

La Real afronta esta semana dos partidos fuera de casa, donde ha conseguido casi el triple de goles, catorce en Liga y tres en Europa League, competición en la que necesita ganar este jueves en el campo del Monaco (21:00) para alcanzar el primer puesto del grupo y el acceso directo a los octavos de final.

Los blanquiazules prepararán el partido tras la sesión de recuperación del lunes y descansar el martes con una única sesión en Zubieta el miércoles antes de viajar a Monaco. Como es normal en Imanol, prefiere trabajar a puerta cerrada en casa que ejercitarse en el escenario del partido como suele ser habitual en las competiciones europeas.