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Bolsonaro se afilia al Partido Liberal para enfrentarse a Lula en 2022

Jair Bolsonaro se ha afiliado hoy al derechista Partido Liberal (PL), que le ha recibido como futuro candidato para las elecciones de octubre de 2022, en las que ya ha insinuado que intentará renovar su mandato enfrentándose a Lula da Silva, favorito según todas las encuestas.

El ultraderechista presidente brasileño, Jair Bolsonaro, durante el acto público de su afiliación, en Brasilia. (Evaristo SA/AFP)
El ultraderechista presidente brasileño, Jair Bolsonaro, durante el acto público de su afiliación, en Brasilia. (Evaristo SA/AFP)

El ultraderechista presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sin partido desde 2019 y que por exigencia legal debía integrarse en uno para presentarse a las elecciones y poder aspirar a renovar su mandato, ha escogido al derechista Partido Liberal (PL), que paradójicamente estuvo en el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva entre 2005 y 2011.

«No estamos lanzando a nadie a cargo alguno», pero «la afiliación es un paso para poder pensar en algo más adelante», ha declarado el líder de la ultraderecha después de que el presidente del PL, Valdemar Costa Neto, le haya dado la «bienvenida al partido y al 2022», en clara alusión a las elecciones del año próximo.

También en clave electoral, Bolsonaro ha afirmado que en el PL está «el futuro» de Brasil.

«Ese futuro a Dios pertenece», pero «ya sacamos a la izquierda de Brasil y no queremos que vuelvan», ha dicho Bolsonaro en referencia al claro favoritismo que todas las encuestas le atribuyen para 2022 al expresidente Lula da Silva.

«Nosotros, que tenemos votos y apoyo, debemos conducir el futuro de nuestra nación», ha agregado Bolsonaro, en un moderado discurso más apropiado para el PL, una formación de derechas ajena a los ultras que forman la base política del mandatario.

El acto público de su afiliación ha congregado a decenas de políticos de diversas vertientes conservadoras y a regañadientes ha sido saludada hasta por los activistas más duros de la ultraderecha bolsonarista.

De hecho, se espera que muchos legisladores ultras de otros partidos sigan a su líder y engrosen las filas del PL, algo que hoy mismo ha hecho el senador Flavio Bolsonaro, uno de los dos hijos parlamentarios del gobernante, quien ha asegurado que esa formación garantiza «una nueva musculatura» para «una posible candidatura» de su padre en 2022.

La afiliación del líder de la ultraderecha al PL ha sido fruto de intensas negociaciones y también consecuencia de un imperativo legal, pues las leyes brasileñas imponen que los candidatos a todo cargo electivo sean miembros de un partido político.

Para Bolsonaro, la política es una cuestión de familia, y también de religión. Por eso, la fecha elegida para su afiliación ha sido el festivo local de Brasilia del Día del Evangélico, una fe mayoritaria en el PL.

Bolsonaro ganó las elecciones de 2018 como candidato del Partido Social Liberal (PSL), pero rompió con esa formación tras llegar al poder y desde entonces no tenía grupo político.

Parte del «centrón»

El PL forma parte del llamado «centrón», un grupo de partidos conservadores que domina el Parlamento, es considerado el fiel de la balanza política brasileña y se mueve más por el pragmatismo que por la ideología extrema que promueve Bolsonaro.

De hecho, entre los años 2003 y 2011 el PL fue parte importante de la amplia coalición que gobernó con Lula, favorito para volver al poder en 2022 y quien desde ya negocia una amplia coalición de apoyo con la izquierda y el centro.

Tiene cuatro de los 81 senadores, cuenta con 43 de los 513 escaños entre los diputados, gobierna en el estado de Río de Janeiro y tiene 343 de los 5.570 alcaldes del país.

Será la novena formación de Bolsonaro en sus 33 años de vida política, lo que revela su poco apego a la disciplina de partido.

El principal referente del PL es Valdemar Costa Neto, dirigente con más de 50 años de vida pública que entró en la política durante la dictadura (1964-1985) e integró Arena, una formación que formaba la base cívica del régimen militar que Bolsonaro tiene como modelo.

Con el tiempo, se reveló un político del mayor pragmatismo, al punto de que en 2002 articuló el nombramiento del empresario José Alencar como vicepresidente de Lula.

Pero ese pragmatismo también pasaba por negocios oscuros y Costa Neto fue uno de los 25 condenados a prisión por un escándalo de sobornos parlamentarios que casi cuesta la Presidencia a Lula en 2005.

Con sondeos que le atribuyen el apoyo del 50% de los electores, frente al 25% que tendría Bolsonaro, Lula trabaja en la sombra e intenta consolidar una coalición de fuerzas de izquierda y centro, a fin de ahondar la división de la llamada «tercera vía», una corriente formada por quienes rechazan a Lula y a Bolsonaro, con una decena de posibles candidatos, entre los que despunta el exjuez Sergio Moro, con una intención de voto cercana al 10%.