Miren Lacalle
Entrevista
Txus Pérez Artuch
Escritor

«Eskroto/Gavilán fue único y, seguramente, irrepetible»

«De profesión: artista», una biografía firmada por el escritor Txus Pérez Artuch, toma como eje principal a Marco Antonio Sanz de Acedo, más conocido como Eskroto o Gavilán, el recordado y genial cantante de Tijuana In Blue y los Huajolotes.

Eskroto/Gavilán, en plena actuación. (Javier MONTOYA)
Eskroto/Gavilán, en plena actuación. (Javier MONTOYA)

Dichararecho, inquieto, salado como él solo, la figura y la personalidad de Eskroto/Gavilán dejó huella. Todavía hoy, casi veinte años después de su muerte, sigue siendo recordado y añorado por muchos de los que fueron sus compañeros músicos y por quienes lo vieron y admiraron desde debajo de los escenarios, en los irrepetibles y desternillantes conciertos de sus grupos, Tijuana In Blue o –cuando les dio por montar un mariachi– Kojón prieto y los Huajolotes. La vida de Gavilán fue corta, pero voló alto y libre. Vivió en realidad muchas e intensas vidas y nos dejó cientos de momentos irrepetibles: recorriendo el casco viejo de Iruña con sus gaficas redondas y la leyenda ‘Priva gratis’ escrita a mano en la espalda de la chupa de cuero; abanderando okupaziones o cagadas y meadas populares; vestido de monaguillo punk y arrojando vísceras de animales desde el escenario; aprendiendo euskara con acento charro; recorriendo las cantinas del DF con una maleta llena de discos; alegrando, en definitiva, la vida de los demás, acaso para espantar las tormentas, los ‘txuenos’ y centellas que lo sacudían por dentro. ‘De profesión: artista’, publicado por Txalaparta y con prólogos de Marino Goñi y Patxi Irurzun, nos cuenta estas y otras muchas anécdotas, y recoge además todo el cancionero de Tijuana In Blue y los Huajolotes. Hablamos con su autor, el iruindarra Txus Pérez Artuch.

¿De dónde surge su interés por la figura de Eskroto? ¿Cómo lo descubre?

Surgió en mi adolescencia, sobre todo con el personaje de Gavilán. Lo conocí en directo en una de mis primeras juergas en un concierto que dieron en Uskartze.

¿Qué destacaría de su personalidad, por qué cree que tanto tiempo después sigue despertando admiración?

Creo que fue un referente de aquella época para un sector muy numeroso de la juventud de Iruñea y de Nafarroa, en cuanto a movimiento social y, por supuesto, en el ámbito musical. Destacaría su actitud, ingenio e inteligencia. Me ha llegado mucho también lo buena persona que era.

¿Cómo ha sido el proceso de documentación y escritura del libro? Supongo que ha sido complicado reunir testimonios, hemeroteca... de una época tan convulsa como la de los ochenta.

Los ochenta son sinónimo de intensidad, de movimiento constante, de agitación. Ya te imaginarás que indagar en hemerotecas, archivos, fanzines desaparecidos y periódicos te absorbe todo el tiempo que le puedas dedicar. También es cierto que se convierte en un viaje interesantísimo lleno de recuerdos a un pasado bastante reciente. En cuanto a reunir testimonios, entre la pandemia que me pilló de lleno y coordinar agendas y disponibilidad de la gente, fue lo que más se ha alargado en el tiempo.

¿Cuáles han sido las principales aportaciones? ¿Quiénes han hablado con usted, y a quién ha echado de menos?

Para mí era muy valorable y necesario poder compartir historias y recuerdos con el entorno más cercano de Marco. Abrí desde el primer momento las puertas y los oídos a todas las personas que quisieran colaborar siempre desde el respeto y el cariño hacia la persona en cuestión. Seguramente me haya dejado a alguien en el camino (disculpas si no he llegado a todos/as), pero haber podido charlar con Marino Goñi (productor de Oihuka y GOR), Iosu Oria y Tonino Carotone (Huajolotes) o Rubén Ruiz y Josean Galech (Tijuanas), entre otros, ha sido una verdadera gozada. Qué duda cabe que me hubiera gustado compartir también la experiencia con personas todavía más íntimas, más allá del ámbito musical y de amistades, pero es absolutamente respetable y comprensible que escogieran no participar. Se lo agradezco igualmente.

El libro, además de una biografía, es un cancionero de los grupos en los que estuvo Eskroto/Gavilán…

En cierta manera, sí. He querido recoger también todas las letras que publicó con ambas bandas hasta que se retiró. Los mensajes en muchas ocasiones son el verdadero reflejo de su forma de vivir y su manera de ver la realidad.

¿Percibe que el espíritu de Eskroto sobrevuela sobre otros grupos navarros?

Eskroto/Gavilán fue único y seguramente irrepetible, y es por ello que pueda ser modelo a seguir y referente para grupos que han venido después. Así, te diría que los Lendakaris Muertos agudizan mucho la ironía en sus acordes o que los diversos conjuntos que continúan hoy con el género Napar-Mex dan buena cuenta de su legado.

¿Destacaría alguna anécdota o momento de su vida significativo?

Yo diría que su primer viaje a México le cambió la vida. Salió de aquí ‘harto de tanto desconcierto’ y regresó siendo otra persona. Como él comentaba, allí vio la luz.

¿Y cómo se lo imagina hoy en día? ¿En qué cree que andaría metido?

A raíz de toda esta historia de la pandemia, a veces he imaginado qué pensaría él de toda esta ‘vaina’. Lo imagino como Marco Antonio, es decir, fuera de cualquier personaje; creo que andaría de un modo u otro ligado a la música, ya que era un artista, pero en dosis de menos exposición de escenario. Por supuesto, sacando punta al día a día, reflexionando, viendo una Iruñea que pierde fuelle asfixiada por mascarillas, y que destruye y construye sin aliento. Aportando conceptos sacados de su chistera como podría ser la disgregación entre los bakunalde y los bakunaurka. También preocupado, como siempre estuvo, por el tema medioambiental y cómo frenar la velocidad de la sociedad, empezando desde él mismo. Pero como me has preguntado, es algo dentro de mi imaginación. A saber.