Según las informaciones difundidas por el diario sudafricano ‘News 24’, el supuesto autor de los hechos registrados el 2 de enero, identificado como Zandile Mafe, ha sido acusado de robar ordenadores y documentos antes de provocar el incendio en las instalaciones del Parlamento sudafricano, ubicado en Ciudad del Cabo.

La Fiscalía sostiene que el sospechoso colocó o activó de forma «intencionada» un explosivo en la sede del Parlamento «con el propósito, entre otros, de causar extensos daños o la destrucción del lugar».

Mafe ha comparecido este martes para una segunda vista ante el tribunal, donde su defensa ha explicado que días antes había sido diagnosticado con esquizofrenia paranoide, por lo que el Ministerio Público ha pedido que se someta a pruebas para determinar si puede ser juzgado.

El incendio fue controlado definitivamente dos días después de iniciarse. La sala que acoge el pleno y varios pisos quedaron totalmente devastados, si bien las autoridades indicaron la semana pasada que gran parte del patrimonio no se ha visto afectado por las llamas.

La ministra de Obras Públicas, Patricia de Lille, indicó el mismo día 2 que las investigaciones preliminares determinaron que los rociadores del Parlamento no se activaron a pesar de las llamas porque «alguien cerró» la válvula principal de agua.

Por su parte, la presidenta del Parlamento, Nosiviwe Mapisa-Nqakula, manifestó que, «si el informe (de la Policía) apunta a indicaciones sobre un ataque contra el Parlamento, obviamente todos podrán ver en este hecho de que la democracia está amenazada».