NAIZ
Ginebra

La ONU aplaude a Alemania por la condena a un excoronel sirio en base a la Justicia universal

Naciones Unidas ha considerado «histórica» la condena a cadena perpetua dictada por un tribunal alemán contra el exgeneral Anwar Raslan, acusado de torturas, entre otros delitos, y ha advertido de que «antes o después» rendirán cuentas los responsables de abusos en el «brutal conflicto» de Siria.

El exoficial de inteligencia sirio Anwar Raslan, junto a sus abogados, en la sala de la Audiencia de Coblenza, en el oeste de Alemania.
El exoficial de inteligencia sirio Anwar Raslan, junto a sus abogados, en la sala de la Audiencia de Coblenza, en el oeste de Alemania. (Thomas FREY | AFP)

La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha celebrado este jueves la condena impuesta por un tribunal alemán a un exmilitar del servicio secreto sirio acusado de crímenes contra la humanidad y ha calificado la sentencia como un avance hacia «la búsqueda de la verdad y de la justicia».

La Audiencia Territorial de Coblenza ha declarado culpable a Anwar Raslan, de 58 años, exjefe de la unidad de investigación de la prisión del Departamento de Seguridad 251, conocida como la cárcel de Al Jatib (Damasco), de cometer crímenes contra la humanidad «en forma de asesinato, tortura, privación grave de libertad, violación y agresión sexual».

En concreto, el tribunal le considera culpable de asesinato en 27 casos; lesiones físicas graves, en 25; violación particularmente grave y agresión sexual, en 2; privación de libertad de más de una semana, en 14; secuestro, en 2; y abusos sexuales de presos, en 3.

Puede sentar precedente

El juicio se celebró en base al principio de Justicia universal, al que Alemania se adhirió en 2002. Se trata de un proceso que puede sentar precedente para la rendición de cuentas que demandan gobiernos y activistas por los crímenes cometidos por el régimen del presidente Bachar al Asad durante la guerra civil.

«Este veredicto es solo el principio y tenemos un largo camino por delante», ha comentado Ruham Hawash, superviviente de la prisión de Al Jatib y parte de la acusación particular en el proceso, en un comunicado emitido por el Centro Europeo de Derechos Humanos y Constitucionales (ECCHR).

Ha añadido que, para las víctimas, «este juicio y el fallo de hoy son un primer paso hacia la libertad, la dignidad y la justicia», incidiendo en que este día y este veredicto es «importante para todos los sirios que han sufrido y todavía sufren los crímenes del régimen de Al Asad».

El secretario general del ECCHR, Wolfgang Kaleck, ha subrayado que, «a pesar de todas las limitaciones de la Justicia criminal internacional», la condena de Raslan «muestra lo que puede lograr el principio de la Justicia universal», con frecuencia «la última esperanza para las víctimas de los crímenes más graves».

En su opinión, esta sentencia «crea una base sólida» para futuros juicios ya que, aunque tratar en terceros países crímenes cometidos en Siria «no es lo ideal», demuestra que sí «es posible», además, y constituye «un deber hacia los afectados».

La sentencia contra Raslan es «una señal histórica en la lucha en todo el mundo contra la impunidad», ha señalado, por su parte, el secretario general de Amnistía Internacional (AI) en Alemania, Markus N. Beeko. Esta ONG espera que, una vez constatadas por parte del tribunal de Coblenza las «condiciones de detención inhumanas, la tortura sistemática, la violencia sexual y los asesinatos en Siria», Alemania y otros estados lleven a cabo más procesos según el principio de Justicia universal.

Detenidos tras hacerse pasar por refugiados

En febrero de 2021, la Audiencia Territorial de Coblenza ya había condenado a cuatro años y medio de prisión a Eyad Alghareib, exmiembro de la inteligencia militar siria, por complicidad en torturas sistemáticas, que el tribunal consideró probadas en treinta casos.

El proceso contra Raslan y Alghareib, que se abrió el 23 de abril de 2020, es el primero en el que Alemania aplica el principio de la Justicia universal contra crímenes cometidos en Siria. El juicio contra Alghareib se disgregó del de Raslan y con su condena el tribunal confirmó por primera vez que los crímenes en Siria equivalen a crímenes contra la humanidad.

Ambos procesados llegaron a Alemania en 2014, un año antes de la gran crisis migratoria derivada del conflicto sirio en 2015, que trajo a este país hasta un millón de solicitantes de asilo. Se hicieron pasar por refugiados, pero fueron identificados por otros asilados sirios como sus torturadores y arrestados en 2020, lo que llevó a su acusación formal y a la apertura el juicio por implicación en crímenes de lesa humanidad.

Por otro lado, el 19 de enero debe comenzar en la Audiencia Territorial de Fráncfort el juicio contra el médico sirio Aala M., a quien se acusa de haber torturado y causado graves daños físicos y sicológicos entre 2011 y 2012 a presos identificados como miembros de la oposición tanto en el hospital militar de Homs como en la prisión de la inteligencia militar.

También está acusado de haber matado intencionadamente a un preso mediante una inyección para demostrar su poder y reprimir el levantamiento de una parte de la población siria, según precisa el comunicado del tribunal.