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Un hombre de 78 años recoge 100.000 firmas para que le atiendan presencialmente en los bancos

«Los bancos se han olvidado de las personas mayores». Esa es la queja de Carlos San Juan, un valenciano que ha recogido 100.000 firmas para reclamar a los bancos que no cierren más oficinas. El problema también es recurrente en Euskal Herria y ha sido denunciado incluso con movilizaciones.

Imagen que acompaña la petición de change.Org de Carlos San Juan reclamando atención presencial en los bancos.
Imagen que acompaña la petición de change.Org de Carlos San Juan reclamando atención presencial en los bancos. (CHANGE.ORG)

Un hombre de 78 años residente en València ha recogido 100.000 firmas en las últimas cuatro semanas para reclamar a los bancos «un trato más humano en las sucursales bancarias», ya que se siente «apartado» porque casi todas las gestiones son telemáticas.

«Tengo casi 80 años y me entristece mucho ver que los bancos se han olvidado de las personas mayores como yo», lamenta Carlos San Juan en la petición iniciada en Change.org/SoyMayorNoIdiota. «Ahora casi todo es por internet y no todos nos entendemos con las máquinas. No nos merecemos esta exclusión», reivindica.

En su iniciativa, difundida por la plataforma, este hombre explica: «No paran de cerrar oficinas, algunos cajeros son complicados de usar, otros se averían y nadie resuelve tus dudas, hay gestiones que solo se pueden hacer online... Y en los pocos sitios donde queda atención presencial, los horarios son muy limitados, hay que pedir cita previa por teléfono, pero llamas, nadie lo coge y te acaban redirigiendo a una aplicación que, de nuevo, no sabemos manejar, o mandándote a una sucursal lejana a la que quizás no tengas cómo llegar».

Para el impulsor de la campaña, esto no es ni justo ni humano. «Antes entrabas en la caja y hacías un pago o cualquier otra gestión, pero cada vez más, para trámites sencillos, te exigen usar tecnologías complejas que muchos no sabemos utilizar», constata.

En su recogida de firmas, San Juan recuerda que «muchas personas mayores están solas y no tienen nadie que les ayude», mientras otras muchas como él quieren seguir siendo «lo más independientes posible» también a su edad. Insiste así en la necesidad de que «los bancos atiendan a las personas mayores sin trabas tecnológicas y con más paciencia y humanidad, y que mantengan oficinas abiertas donde pueda atenderte una persona; que no todo sea por internet».

Reconoce que ha llegado a sentirse «humillado» al pedir ayuda en un banco y que le hablaran «como si fuera idiota» por no saber completar una operación, así como que ha visto ese mal trato dirigido a otras personas. «Duele mucho sentirse así –subraya–. Las personas mayores existimos, somos muchas y queremos que nos traten con dignidad. Solo estamos pidiendo que se habiliten secciones en las sucursales en las que dejen de excluirnos».

Cierre de sucursales en Euskal Herria

El cierre de oficinas bancarias y las dificultades que comporta para las personas mayores hacer las gestiones a través del cajero ha sido una de las reivindicaciones que el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria llevó a las calles durante el pasado año. Por ejemplo, mostraron su preocupación por las colas que se producen en las sucursales bancarias, a menudo con condiciones climatológicas adversas y en una situación agravada por la pandemia.

En Bilbo, vecinos de Arangoiti y Otxarkoaga siguen movilizándose contra el cierre de las últimas sucursales bancarias que quedaban en ambos barrios, obligando a sus vecinos, muchos de ellos de edades avanzadas, a desplazarse hasta otras oficinas si quieren ser atendidos presencialmente.

Durante 2019, las entidades de depósito cerraron 2.160 oficinas bancarias en el Estado español, 121 de ellas en Hego Euskal Herria.