Naiz
Los Ángeles

La lucha por el derecho al aborto, en primera línea del Festival de Sundance

Cuando en EEUU se recrudece la batalla en torno al derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, directoras y actrices han dado un paso al frente en el Festival de Sundance para advertir de los graves riesgos que los abortos clandestinos suponen para las mujeres y el conjunto de la sociedad.

Sigourney Weaver es una de las protagonistas de ‘Call Jane’.
Sigourney Weaver es una de las protagonistas de ‘Call Jane’. (Anne-Christine POUJOULAT | AFP)

Dos de las obras que se han proyectado en el Festival de Sundance, el largometraje ‘Call Jane’ y el documental ‘The Janes’, están dedicadas al colectivo que surgió en la década de 1960 en Chicago para ayudar a las mujeres a encontrar médicos que practicaran abortos, que en aquel momento eran severamente castigados.

La película francesa ‘L'Evénement’, de Audrey Diwan, que sigue la carrera de obstáculos de una joven que desea poner fin a su embarazo no deseado en el Estado francés en 1963, también ha sido presentada en el prestigioso festival de cine independiente antes de su estreno en las salas estadounidenses.

«Yo viví esos tiempos y, créanme, no queremos volver atrás», indicó el viernes pasado la protagonista principal de ‘Call Jane’, Sigourney Weaver, durante la presentación del film. «Espero que movilicemos a las generaciones más jóvenes que siempre han tenido esta posibilidad (de abortar) y pueden haberlo dado por sentado. Hay que volver a poner el énfasis en las propias mujeres», insistió la actriz.

Esta edición del Festival de Sundance coincide con el 49º aniversario de la sentencia del caso Roe contra Wade, que estableció la jurisprudencia sobre el derecho al aborto en EEUU y cuyo futuro depende ahora de una decisión de la Corte Suprema.

Este derecho es cuestionado regularmente por leyes locales, adoptadas en ciertos estados con mayoría del Partido Republicano, que restringen el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo. Pero ahora quienes defienden los derechos de las mujeres temen que la Corte Suprema, dominada por jueces conservadores –tres de los cuales fueron designados por Donald Trump–, cambie próximamente el marco legal.

«Creímos que habíamos ganado»

Para Phyllis Nagy, directora de ‘Call Jane’, era «urgente contar una historia sobre mujeres que permiten que otras mujeres se emancipen, con humor y un toque de ligereza». «Es un tema importante (…). Estas cosas son sumamente esenciales para que nuestro derecho a elegir no desaparezca por completo», añadió.

El colectivo ‘Jane’ surgió en Estados Unidos a finales de la década de 1960 en la estela del movimiento por los derechos civiles y contra la Guerra de Vietnam. Permaneció activo hasta la legalización del aborto en 1973.

Sus voluntarios, en su mayoría mujeres, organizaron líneas telefónicas directas, pusieron a disposición sus apartamentos para practicar operaciones y utilizaron el automóvil familiar para transportar a las embarazadas al lugar del aborto. Incluso, algunas de estas Janes terminaron aprendiendo cómo realizar un aborto ellas mismas.

«Sin estas mujeres nunca hubiera tenido las libertades que he disfrutado toda mi vida», indicó la actriz Elizabeth Banks, otra de las muchas estrellas que aparecen en ‘Call Jane’.

Una docena de estas activistas son entrevistadas en el documental de HBO ‘The Janes’, presentado este lunes en Sundance. Entre ellas figura Heather Booth, que puso en marcha el colectivo después de tener que buscar un médico a toda prisa para ayudar a la hermana de una amiga que fue víctima de impulsos suicidas tras quedar embarazada.

«El simple hecho de hablar de abortar se consideraba un delito en grado de tentativa», recuerda. Aún después de aprobarse la jurisprudencia del caso Roe contra Wade, varias de las Janes fueron detenidas y procesadas.

«Pensamos que todo había terminado (…). Creíamos que habíamos ganado», comenta otra activista, identificada solo como ‘Jeanne’.

«Sigue ocurriendo en otros países»

Basada en la novela autobiográfica de Annie Ernaux, ‘L'Evénement’ fue acogida con éxito el año pasado en el Festival de Venecia, donde recibió el León de Oro. Esta película retrata no solo los peligros, legales y médicos, de los abortos clandestinos, sino también el rechazo, la soledad y, a veces, la vergüenza de las mujeres que han tenido que pasar por este calvario.

«Lo que espero es no solo mostrar la película a la gente que está de acuerdo conmigo, sino también a quienes que no lo están y preguntar ¿cómo reaccionas?», explicaba el pasado domingo a AFP Audrey Diwan. «Una cosa es decir ‘estoy en contra del aborto’, pero ¿aceptas que un ser humano tenga que pasar por esto?».

«En la Francia de los años 60, si ayudabas a alguien a abortar, podías acabar en la cárcel», recuerda la directora. «Lo subrayo porque sé que, lamentablemente, esto sigue siendo así hoy en día en otros países».