Arnaitz Gorriti

Saski Baskonia afronta diez días que bien pueden ser de penitencia o de aprendizaje

La Liga ACB afronta dos semanas de parón por la Copa y las «Ventanas FIBA», amén de recuperar los partidos aplazados por el covid-19. El cuadro gasteiztarra retoma su actividad el día 24 con el partido de Euroliga ante Unics Kazan, y afronta este parón «para estar juntos», afirma Simone Fontecchio.

Saski Baskonia deberá aprovechar estos días sin partido para convertirse en más equipo que nunca.
Saski Baskonia deberá aprovechar estos días sin partido para convertirse en más equipo que nunca. (Jaizki FONTANEDA / FOKU)

Para cuando UCAM Murcia y Barcelona completen la jornada 22 de la Liga ACB, ya nadie se acordará del triunfo de Bitci Baskonia Bitci Baskonia por 93-72 ante el Betis y quizá alguno se olvide del partidazo de Fontecchio frente al cuadro hispalense, ya que los 47 de valoración del bosnio Dzanan Musa contra Valencia Basket lo habrán eclipsado todo.

Pero lo cierto es que el de Pescara jugó un partidazo, logrando una valoración de 39 gracias a firmar 27 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias y 5 faltas recibidas, con una carta de tiro de 6 de 8 en tiros de dos puntos y 4 de 7 en triples.

«Era un partido muy importante para volver a ganar un partido en liga, y en nuestra casa. Y sobre todo, era importante ganar como lo hemos hecho: con 20 puntos de diferencia, estando siempre arriba y luciendo bien en ataque y en defensa», declaraba el alero italiano al término del partido del domingo.

Pero ahora la Liga ACB vive sus particulares «semanas blancas» en las cuales no habrá más partidos de Liga Regular que no sean los aplazados por la covid-19 que se puedan ir recuperando poco a poco. Entre tanto, entre el jueves y el domingo tendrá lugar la Copa ACB en Granada sin que haya presencia de ningún equipo vasco, mientras que las «Ventanas FIBA» van a tomar protagonismo en la última semana completa de febrero y los primeros días de marzo.

Los equipos de Euroliga, aunque algunos han empezado a «liberar» a varios de sus miembros para jugar alguno de sus partidos de selecciones, seguirán con su vida paralela, y Saski Baskonia, después del partido del domingo, tendrá hasta el día 24 de este mes para preparar su siguiente duelo: frente al Unics Kazan que entrena Velimir Perasovic, encuentro de la jornada 27 de la Fase Regular de la Euroliga, y nueva oportunidad para que los gasteiztarras sumen por fin su primera victoria continental de 2022.

«Estos diez días son muy importantes», subrayaba Fontecchio. Neven Spahija prescindió de Alec Peters durante el partido de Liga ACB ante el Betis, aduciendo unas molestias en el gemelo, «casi a la altura de la rodilla», pero el de Illinois estuvo vestido de corto y dispuesto a saltar al parqué si hubiera sido preciso. Esto significa que el técnico baskonista tendrá a su disposición a toda la plantilla casi por primera vez desde que llegó y además dispondrá de tiempo para entrenar, uno de los lamentos más recurrentes del preparador de Sibenik al juntarse en el calendario baskonista los partidos de la Euroliga con los de la competición doméstica.

Salvo que los jugadores de UCAM Murcia no se recuperen de su confinamiento –por algo han decidido aplazar su duelo del fin de semana frente al Barça–, los de Neven Spahija tendrán estos días para ver la Copa por televisión y, por otro lado, ajustar lo más posible su preparación.

«En estos días», afirmaba Fontecchio a la salida del vestuario, «será importante estar todos juntos y prepararnos para entender lo que tenemos que hacer bien. No estamos contentos por no poder disputar la Copa, pero estar juntos y prepararnos, ahora que tenemos tiempo estos diez días, es muy importante», remachaba, sabedor de que esta ausencia copera es una penitencia, pero al mismo tiempo puede servir de aprendizaje y mejora colectiva de cara a lo que viene, que no es sino la pelea por entrar en los play-offs de la Liga ACB, ya que meterse en el Top 8 europeo a día de hoy es un pensamiento quimérico.

«En defensa hemos estado bien –ante el Betis–, pero a veces hemos tenido momentos de no estar concentrados. Creo que cuando nos meten un ‘break’, un parcial, bajamos los brazos y la cabeza muy rápido. Eso hay que solucionarlo, pero toca solucionarlo dentro del partido. Pero para aprender a no bajar la cabeza, tenemos que trabajar juntos», insistía el alero de Pescara.

Un equipo, para lo bueno y lo malo

Neven Spahija aclaraba que «no es mi estilo dar a los jugadores más de 35 minutos, como a Fontecchio en este partido. Porque si no, teniendo que jugar 12 partidos en 27 días en marzo, estamos muertos», aunque al parecer vio la cuerda tensarse alrededor de su cuello y prefirió curarse en salud ante la escuadra hispalense, para lo cual exprimió a Simone Fontecchio y Matt Costello, erigidos el domingo en su pareja interior titular.

«He acortado la rotación porque había que ganar y no existía el mañana», aseguró, en una frase más digna de un náufrago que de un entrenador con el puesto sólidamente adjudicado.

Rotó un poco más entre los exteriores, sobre todo gracias al buen papel de Arturs Kurucs, sólido en defensa y acertado en el tiro –solo lanzó tres triples, pero anotó dos–, que se ganó el cariño del grada, una grada que no tuvo piedad con Wade Baldwin, al que incluso llegó a pitar cuando Spahija lo puso sobre la cancha en lugar del «combo guard» letón.

«Wade tiene cosas que mejorar, pero esto es un equipo para lo bueno y para lo malo», limitó a decir el técnico croata. Pero Spahija sabe que Baldwin es un jugador referencial y que, de entre los bases que tiene en la plantilla, es el que más calidad tiene. Cierto es que su aparente indolencia en defensa no casa con el hambre que mostró Kurucs o con la veteranía de un Jayson Granger que, ante la floja línea de creación del Betis dio el pego en la retaguardia, aunque sufre mucho más cuando se eleva el nivel así en la Euroliga como en la Liga ACB.

Así pues, en estos diez días de penitencia, Saski Baskonia tiene el tiempo y la oportunidad de expiar sus pecados. Luego llegará marzo, con el calendario cargado hasta los topes, con su cuota de viajes y posibles molestias físicas, llegado el caso.

Si cada fracaso es a su vez una puerta abierta a una oportunidad nueva, la ausencia copera le ha dado una inesperada oportunidad al cuadro gasteiztarra. En su mano está aprovecharla.