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Víctimas relatan abusos por parte de un religioso de un colegio de Bermeo: «Me quitó la niñez»

Dos víctimas de abusos sexuales por parte de un profesor y hermano de la congregación menesiana del colegio San José de Bermeo han relatado su experiencia. Hasta el momento, se conocen cinco víctimas relacionadas con este caso.

Dos mujeres han relatado los abusos que sufrieron por parte de un hermano de la congregación. (GETTY IMAGES)
Dos mujeres han relatado los abusos que sufrieron por parte de un hermano de la congregación. (GETTY IMAGES)

Dos personas que sufrieron abusos sexuales por parte de un profesor del antiguo colegio católico San José de Bermeo en los años 70 y 80 han relatado su experiencia al informativo 'Teleberri' de EiTB. Han roto así el «tabú» que significaba hablar de este tipo de abusos por aquel entonces, más si se trataba de un hermano de la congregación menesiana. «No era un profesor normal, era un hermano, eran dioses en aquel momento», ha señalado una de las víctimas.

Según la investigación llevada a cabo por EiTB, el sacerdote era además director del centro y permaneció seis años en el colegio. Se conocen hasta el momento cinco víctimas de diferentes edades. Karmele y Maite son dos de ellas.

Karmele tenía ocho años cuando en 1979 cuando el presunto agresor abusó de ella. La besaba, tocaba y apretaba sus genitales contra los de la niña a pesar de que esta intentaba alejarse. Lo vivía «con miedo, temblando, aterrorizada».

Maite, por su parte, ha contado que el hombre aprovechaba para abusar de las menores cuando se quedaba a solas con ellas, en las clases de refuerzo o en verano. Tenía diez años. «Te toqueteaba, te cogía la mano para que le tocaras», ha relatado. Para ella, ir donde el presunto abusador era como ir «a un matadero».

Asegura también que llegó un momento en el que el sacerdote ya actuaba incluso delante de otras niñas, sin ocultarse. «Ahí empezamos a hablar entre nosotras», ha recordado.

Nunca se lo contó a nadie, ha dicho; en parte, por «vergüenza», a pesar de que «sabía que no estaba bien». La víctima tuvo que enfrentar sola «la odisea» que llevaba por dentro. «Ya en verano, me quitó la niñez», ha recalcado.

Más de 40 años sufriendo en silencio

Karmele y Maite han permanecido más de 40 años calladas, algo que, aseguran, les ha pasado factura. «Me da asco», dice Maite cuando ha visto la fotografía del agresor.

El agresor, después de dejar Bermeo, se fue al colegio Berriotxoa de Bilbo, y tanto Karmele como Maite creen que podría haber abusado de más menores: «Pondría la mano en el fuego».

Justamente un día antes de la emisión del programa la Iglesia católica vizcaína asumió la responsabilidad de los abusos sexuales cometidos por sus fieles y dio cuenta de que por el momento han recibido veinte denuncias por abusos.

Además, la Conferencia Episcopal Española ha encomendado la labor de investigar las denuncias de abusos sexuales en la Iglesia católica a un despacho de abogados, que se encargará de recoger las denuncias y revisar los procesos jurídicos para «sancionar las prácticas delictivas».