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Bruselas

La UE intenta cubrirse las espaldas ante posibles cortes en el suministro de gas ruso

La Comisión Europea prosigue sus contactos para limitar el impacto de posibles cortes de suministro del gas procedente de Rusia, multiplicando contactos con países productores como EEUU, Azerbaiyán, Qatar y Noruega, al tiempo que ultima medidas para intentar abaratar los precios energéticos.

La sesión final de la cumbre del Foro de Países Exportadores de Gas (GECF) en Doha (Qatar) se está desarrollando este martes, 22 de febrero.
La sesión final de la cumbre del Foro de Países Exportadores de Gas (GECF) en Doha (Qatar) se está desarrollando este martes, 22 de febrero. (Karim JAAFAR | AFP)

La comisaria europea de energía, Kadri Simson, recibe este martes al ministro de Petróleo y Energía de Noruega, Marte Mjøs Persen, un día antes de que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, se reúna en Bruselas con Jonas Gahr Støre, el primer ministro de este país nórdico rico en hidrocarburos.

Estos contactos dan continuidad a los que ya ha mantenido el Ejecutivo comunitario con la propia Noruega y con otros países susceptibles de suministrar gas natural licuado (GNL), pues en torno al 40% del gas que llega al bloque comunitario proviene de Rusia, del que dependen una veintena Estados miembros.

Ambas reuniones estaban previstas antes de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, decidiera este lunes reconocer la independencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk, en la región del Donbás.

La Comisión abordará también la cuestión energética en el colegio de comisarios de la próxima semana, donde, según el orden del día provisional, está previsto que se estudie una «comunicación» a los Estados miembros que tendrá «algo que ver con el debate sobre la reforma de los mercados energéticos», según indicaron a Efe fuentes europeas.

«Pero, sobre todo, tiene mucho que ver con la necesidad de desvincularnos del gas ruso acelerando la transición a las energías renovables y potenciando otras alternativas», agregaron.

A corto plazo, el grifo lo controla Moscú

La estrategia a medio y largo plazo pasa por acelerar el despliegue de fuentes renovables y reducir así la dependencia energética de la UE, que gasta cada mes 23.700 millones de euros en importar productos energéticos, según datos de Eurostat del primer semestre de 2021, antes de la escalada de precios.

Pero, a corto plazo, el gas es crucial y a un mes de que acabe el invierno, con las reservas europeas de gas al 31% frente al 38% de hace un año, la Comisión  continúa sus contactos con países productores de gas para aumentar los envíos a la UE.

Esas reservas, que son ya la primera fuente de abastecimiento de los países de la UE, deberían bastar para superar un invierno que no está siendo particularmente frío.

En ese eventual aumento del GNL, el Estado español está bien situado para absorber parte de los aprovisionamientos adicionales que lleguen a la UE por barco, ya que tiene una «excelente» red de terminales portuarias, según recordó el lunes la comisaria europea de Energía, de visita en Madrid.

Se calcula que el Estado español podría recibir hasta 40 teravatios hora (TWh) de GNL al mes y solo consume 30 Twh, aunque el desafío sería trasladar el excedente al resto de la UE, ya que los gasoductos existentes en la región solo permiten transportar 5 TWh al mes.

De todas formas, estas cifras palidecen ante las del suministro habitual desde Rusia: en 2021, las exportaciones rusas de gas natural a la UE ascendieron a 1.550 TWh a través de gasoductos y unas 120 TWh a través de GNL.

Esto implica que alrededor de 1.700 TWh tendrían que ser reemplazados si Rusia detuviera por completo sus exportaciones de gas natural a Europa, según un estudio del centro de análisis Bruegel.

Ni infraestructura alternativa ni un mercado flexible

Algunas de las dificultades radican en la falta de medios de transporte del gas en estado líquido, así como los problemas legales y económicos que podrían surgir con la redirección de los flujos, pues habría que obtener gas contratado en Asia o América Latina, lo que ejercería, además, una presión alcista sobre los precios, ya disparados.

La infraestructura gasística no está diseñada para abastecer a toda Europa central desde el oeste y la conclusión es que la UE no podría solo aumentar las importaciones de otros proveedores para compensar la ausencia de gas ruso, sino que tendría también que ajustar la demanda, es decir, consumir menos.

En ese sentido, el ministro de Energía de Qatar, Saad al-Kaabi, ha asegurado este martes que es «imposible» reemplazar a corto plazo el volumen de gas que Rusia suministra a la UE en caso de que haya sanciones por el conflicto con Ucrania y Moscú tenga que restringir sus exportaciones. «Ningún país puede reemplazar ese volumen ni tiene la capacidad», ha zanjado.

Ha explicado también que Doha ya tiene acuerdos con algunos compradores y que «no rompe contratos», porque esto podría dar lugar a «una escasez» en otras zonas del mundo. «Si nos piden ayuda, estudiaremos el caso y ofreceremos» lo más posible, ha comentado, aunque ha señalado que Qatar solo tiene capacidad de desviar hasta el 15% del gas que exporta, debido a los contratos a largo plazo ya contraídos, con clientes principalmente de EEUU.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la UE probablemente abordarán en el próximo Consejo Europeo, previsto para los días 24 y 25 de marzo, la cuestión de la energía y la proyección automática de la carestía del gas sobre la electricidad a través del sistema marginalista de precios.

Madrid, acompañado por París y Roma, lleva meses reclamando a Bruselas acciones «urgentes y extraordinarias», y ha pedido que ese punto entre en el orden del día de la próxima cumbre europea, según ha indicado este martes el secretario de Estado español para la UE, Pascual Ignacio Navarro Ríos.

Cumbre de exportadores en Qatar

Casualmente, presidentes, jefes de Gobierno o ministros de los once estados que forman parte del Foro de Países Exportadores de Gas (GECF por sus siglas en inglés) están reunidos en Doha en plena crisis ruso-occidental, que, además de suponer una amenaza para el suministro de gas a la UE, ha contribuido a la escalada de precios que vive el sector.

En este contexto, el emir du Qatar, Tamim ben Hamad Al-Thani, ha subrayado este martes el compromiso de los países exportadores de gas para «asegurar la estabilidad de los mercados».

«Las compañías rusas están totalmente comprometidas con los contratos existentes», ha declarado, por su parte, el ministro de Energía ruso, Nicolai Shulginov, sin comentar explícitamente la situación de las relaciones de su país con las potencias occidentales.

Según datos del GECF, sus once miembros –Qatar, Rusia, Irán, Argelia, Bolivia, Egipto, Guinea Ecuatorial, Libia, Nigeria, Trinidad y Tobago, y Venezuela– y los siete países asociados representan el 70% de las reservadas probadas de gas y el 51% de las exportaciones de GNL.

Estados Unidos y Australia, otros dos grandes exportadores, no forman parte de este foro.

«Apreciamos los esfuerzos que todos los miembros (del GECF) que han trabajado duro para asegurar un suministro creíble y fiable de gas natural en el mercado mundial», ha indicado el emir qatarí.

Por otro lado, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, ha insistido en las «importantes capacidades de producción y exportación de gas» que tiene su país. «A pesar de las crueles e ilegales sanciones estadounidenses, Irán ha podido contar con sus expertos y ha adoptado diversas estrategias», ha añadido.

Alemania bloquea el ‘Nord Stream 2’

En paralelo, el Gobierno de Alemania ha anunciado que paralizará el proceso de aprobación del gasoducto Nord Stream 2, una infraestructura estratégica para trasladar suministro desde Rusia, en respuesta a la escalada de tensiones en Ucrania.

La presión sobre el canciller, Olaf Scholz, para que adoptase una decisión en este sentido venía creciendo ya en las últimas semanas y el detonante final ha sido el paso dado este lunes por Putin en relación con Donetsk y Lugansk.

Uno de los países más críticos con Berlín ha sido EEEUU, pero hasta ahora Scholz no había formulado ninguna promesa al respecto a Joe Biden. En sus visitas a Washington y a Moscú, evitó vincular públicamente el futuro del Nord Stream 2 al contexto en el Donbás.

Este gasoducto, que conecta la reservas rusas con la zona central de Europa a través del mar Báltico, está ya completado, pero su puesta en marcha estaba pendiente de los certificados de operatividad en Alemania.

El canciller alemán ha confirmado este martes que ha solicitado al Ministerio de Economía la retirada de un informe sobre la seguridad del suministro, un documento esencial para obtener la certificación final. «Parece técnico, pero es una medida necesaria en términos administrativos y legales», ha precisado Scholz.

Berlín quiere ahora reevaluar el escenario continental teniendo en cuenta «lo que ha cambiado en los últimos días», en palabras del dirigente socialdemócrata. Scholz ha argumentado que «la situación actual es completamente diferente» a la que había hace apenas unos meses.