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El Baskonia quiere refrendar el cambio de tendencia en un Zurbano sin restricciones

El Efes Pilsen, vigente campeón de la Euroliga, será una excelente piedra de toque para la competitividad azulgrana tras derrotar al Real Madrid.

Matt Costello deberá fajarse en la pintura para que Baskonia tenga opciones.
Matt Costello deberá fajarse en la pintura para que Baskonia tenga opciones. (Raúl BOGAJO/FOKU)

El Efes Pilsen, vigente campeón de la Euroliga, será el primer equipo que visite el pabellón de Zurbano que abre sus puertas al 100% del aforo, después de que se hayan levantado las restricciones en los recintos deportivos. Muy descolgado de la lucha por entrar en el Top 8, en un duelo correspondiente a la vigésima jornada de Euroliga, aplazado en su momento por la covid, los de Neven Spahija buscan sobre todo volver a sentirse competitivos y refrendar su paso adelante ante un equipo de postín como el turco.

El Baskonia llega a este duelo tras imponerse al líder de la liga ACB, el Real Madrid, en un choque que confirmó el cambio de tendencia del equipo de Neven Spahija que todavía mantiene clavadas las espinas de las últimas derrotas en la competición continental, ante Maccabi y Estrella Roja.

Es un buen enfrentamiento para comprobar si este Baskonia puede competir ante las superpotencias europeas del momento o, por el contrario, se tiene que conformar con viajar en un segundo vagón.

El técnico croata cuenta con todo el equipo disponible para intentar sorprender al plantel turco, que solo ha perdido uno de los últimos cinco duelos europeos, lo que le coloca en la séptima plaza después de muchas dudas en el arranque.

Las bajas del ex baskonista Shane Larkin y Krunoslav Simon en la liga turca les hace ser duda para este partido en el que Rodrigue Beaubois y Tibor Pleiss también regresarán a un pabellón en el que jugaron grandes partidos con la camiseta baskonista.

Apretar atrás

Los azulgranas deberán esforzarse en defensa para frenar la anotación del segundo equipo que más puntos consigue en la competición y el que más valoración consigue, fruto del trabajo coral de una plantilla que comparte el balón gracias a hombres como Vasilije Micic, y se esfuerza en defensa con Bryant Dunston a la cabeza.

Pero el Baskonia deberá sacar partido a lo que domina mejor que el rival otomano, el rebote. Los vitorianos deberán proteger su aro, algo que no han conseguido hacer en los últimos duelos y tendrán que utilizar su velocidad para desarbolar a una escuadra que ofrece una gran amenaza en el tiro exterior y en el uno contra uno, donde se cobra numerosas faltas personales para sumar desde el tiro libre.

Los ocho partidos consecutivos sin conocer la victoria europea son una losa demasiado pesada para un Baskonia que quiere aprovechar la buena ola a la que se subió en el triunfo ante el Real Madrid, con varios jugadores reencontrándose con su juego, como el caso de Steven Enoch, que es un jugador clave en los esquemas de un equipo con efectivos justos en el juego interior.