La Liga Regular de la NBA 2021/22 está a punto de terminar, ya que la fecha límite es el 10 de abril. Las franquicias clasificadas deberán refrendar sus plantillas de cara a la postemporada ya para el día 11, y mientras que los play-in se van a disputar entre los días 12 y 15, ya para el 16 los play-offs se van a poner en marcha, con un fin de fiesta que se va a alargar como máximo –en caso de un séptimo partido de las Finales– hasta el 19 de junio.

Todavía queda mucha tela que cortar en estas dos últimas semanas de Liga Regular, excepto que los Phoenix Suns, Finalistas de la pasada campaña de la mano de Chris Paul ante los Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo, van a tener el factor cancha a su favor, mientras que la Conferencia Este se va a tener un sprint tremebundo en pos de la primera plaza entre nada menos que cuatro franquicias: Miami, Milwaukee, Boston y Philadelphia –ordenados según la clasificación a día de 30 de marzo–, mostrando el cambio de tendencia de la habitualmente pareja «Wild Wild West» mucho más desigual que el Este.

Históricos en apuros

Los Phoenix Suns suman 61 triunfos, siendo la única franquicia que ha superado los 60 por el momento. Pero hasta que lleguen los play-offs, la pelea que más importa ahora es ver qué franquicias se quedan fuera de la postemporada y cuáles van a tener una oportunidad extra en el purgatorio del play-in.

El play-in se inventó en la campaña 2019/2020, previo a la «burbuja» de Miami, para que los equipos que estuviesen fuera de los ocho primeros de la clasificación, pero cerca del séptimo y el octavo, pudieran tener una oportunidad adicional. Después de aquel experimento, la NBA cambió su reglamentación y ya no cuenta la diferencia de partidos, sino que el séptimo y el octavo disputan una ronda a un único partido para meterse en los play-offs, dándole al derrotado de este encuentro una última oportunidad «de gracia». Y es que el noveno y el décimo también disputan un duelo entre sí, dándole al ganador una opción para meterse en el vagón de cola de la postemporada. Es decir, en los play-in al séptimo y octavo clasificados de cada Conferencia les basta con ganar un partido más para acceder a los play-offs, mientras que el noveno y el décimo deberán ganar dos partidos de forma consecutiva si no quieren quedar apeados definitivamente por la pelea por el anillo.

La pelea por el play-in que más daño hace a la vista se encuentra en la Conferencia Oeste. Después de haber enlazado tres derrotas seguidas, la última ante los Dallas Mavericks por 128-110, Los Angeles Lakers acaban de caer la la undécima plaza del Oeste, lo cual supondría quedar fuera de la postemporada.

Con un balance de 31-44, los angelinos tienen margen de maniobra, ya que la Liga Regular de la NBA consta de 82 partidos. Primero deberán recuperar a LeBron James y Anthony Davis, ausentes por lesión en un partido especialmente doloroso, ya que los angelinos caían por 82-56 al descanso, al punto de haber tenido una desventaja máxima de 37 tantos, antes del maquillaje final en un último cuarto en el que Luka Doncic, autor de 34 puntos, ni siquiera saltó a la cancha.

Los angelinos han perdido los tres últimos partidos, pero su racha en realidad es bastante peor, ya que después del parón por el All Star suman un tétrico balance de 4-13, cayendo en picado en la clasificación, y sin que se les pueda acusar de recurrir al «tanking» –dejarse perder para mejorar sus opciones en el draft del 23 de junio– ya que hay un buen puñado de equipos con todavía peor balance.

El duelo entre históricos en apuros enfrenta a los Lakers con unos San Antonio Spurs que, con un balance de 31-44, apenas han arrebatado a la franquicia californiana la décima plaza, pelean por subirse al carro de la postemporada, aunque sea el play-in, en un proceso de reconstrucción de la franquicia texana, que languidece luego de que su histórico «Big Three» decidiera su retirada.

Los Spurs, al menos, pueden presumir de que han ganado sus cuatro últimos partidos y que en los diez últimos choques suman un balance de 6-4. Cierto es que su próximo duelo los enfrenta a unos Memphis Grizzlies que, bajo la batuta de Ja Morant, suman 53 victorias, segundo mejor registro de toda la NBA en estos momentos, y que ha sido capaz de batir a los de Greg Popovich en sus tres enfrentamientos anteriores de esta temporada.

Los Pelicans de Nueva Orleans, con un balance de 32-43, ocupan la novena plaza del Oeste, a pesar de no haber contado con su jugador franquicia Zion Williamson por una lesión en el pie –y que ha empezado a entrenar uno contra uno el pasado día 27, toda vez que ha recibido el permiso de sus médicos–, aunque de la mano de Brandon Ingram –uno dd los muchos descartes de los Lakers en su día para poder traer a Anthony Davis de Nueva Orleans– y Trey Murphy III parece que han encontrado un mínimo de calidad para poder hacer algo más que deambular por la competición.

«Wild Wild East»

El nivel en el Este está un peldaño por encima, por cierto. Los 32-43 de los Pelicans les da para ser novenos del Oeste, un balance que calcan los Washington Wizards y que les da para ocupar la duodécima plaza del Este, a seis victorias del Atlanta, décimo clasificado con  38-37.

De hecho, aunque lo tengan muy complicado, los Hawks tienen a tiro hasta la sexta plaza de los Toronto Raptors, que suman 43 triunfos, solo un triunfo más que los Cleveland Cavaliers, y suerte que los campeones de 2019 han encadenado tres victorias. Pero al mismo tiempo, los Miami Heat lideran el Este sumando 48 victorias, uno más que Milwaukee y Boston, y dos más que Philadelphia.

Por su parte, con 40-36, los Brooklyn Nets de Kevin Durant aspiran a ser uno de los dolores de cabeza más importantes de la postemporada. Parece difícil que nadie los saque de, por lo menos, el play-in, y más tras los 41 puntos encestados por el propio Durant en la victoria de la franquicia neoyorquina sobre los Detroit Pistons, otro histórico que, un año más ya se sabe eliminado –balance 20-56–.

Los Nets se deshicieron de James Harden y parecen depender más que nunca de «Durantula», pero al menos están insertos entre los que, de algún modo, pueden terminar jugándose algo. En la Ciudad de los Rascacielos, una vez más los Knicks de Nueva York llevan las de perder. A pesar de encadenar cuatro victorias, el 34-42 de los Knicks les deja muy poco margen de error de cara a repetir otra temporada sin acceso a las eliminatorias o llevarse al menos el premio de consolación del play-in, algo difícil cuando Atlanta ocupa la décima plaza tras haber ganado siete de sus diez últimos partidos.

China «perdona» a la NBA

En otro orden de cosas, la televisión estatal china CCTV ha vuelto a emitir este miércoles un partido de la NBA por primera vez desde octubre de 2020, cuando la liga estadounidense volvió a sus pantallas temporalmente tras estar vetada desde 2019 por un mensaje de apoyo a las protestas en Hong Kong del gerente de los Rockets de Houston, Daryl Morey.

A principios de octubre de 2019, el gerente de los Rockets de Houston, Daryl Morey, publicó un tuit –posteriormente borrado– con el mensaje —Lucha por la libertad. Apoya a Hong Kong», en referencia a las manifestaciones, no siempre pacíficas, que tuvieron lugar en la segunda mitad de ese año en la antigua colonia británica.

Pese a que aquel boicot ocasionó pérdidas millonarias a la NBA, medios deportivos chinos señalan que la Liga ha seguido esforzándose para mantener su presencia en el mercado del país asiático durante este tiempo.

Entre 2019 y 2021, la NBA inauguró tiendas insignia en grandes ciudades chinas como Pekín, Tianjin (noreste) y Cantón (sureste), y 24 equipos celebraron el Año Nuevo chino en febrero de este año con una serie de actividades en línea para sus aficionados en China, mencionan medios especializados.

El pasado mes de febrero, los Brooklyn Nets de Nueva York invitaron al embajador chino en Estados Unidos, Qin Gang, a presenciar en directo un partido en el Barclays Center neoyorquino.

De momento, CCTV no ha explicado esta vez los detalles de su decisión y se desconoce por cuánto tiempo continuarán las emisiones.