Aritz Intxusta

Fallece el padre del elefante Elmer, el icono LGTB de la literatura infantil

El padre de Elmer, el elefante multicolor, ha fallecido este jueves. David McKee, a sus 87 años, había ganado los premios literarios más prestigiosos después de haber creado a uno de los personajes infantiles más populares e interesantes, que con el tiempo se convirtió en todo un referente LGTB.

David McKee, creador del elefante Elmer.
David McKee, creador del elefante Elmer. (Andersen)

McKee empezó como dibujante en el periódico "The Times" y el "Reader's Digest". Su salto a la literatura infantil no vino de la mano de Elmer, sino que su primer cuento fue "Historia de Tucán" ("Two can Toucan"). 

El elefante Elmer nació en 1968. Antes incluso de que la sociedad estuviera del todo preparada para algo así. Es un cuento transgresor en todo. A día de hoy, lo sigue siendo. Un elefante de patchwork, formado por cuadrados cada uno de un color y con una estética marcada por el surrealismo expresionista de Paul Klee parecía demasiado extraño como para funcionar. Y, sin embargo, triunfó precisamente por eso. 

El éxito le llegaría mucho más tarde, con su reedición en 1989. Desde entonces, Elmer evolucionó hasta convertirse en todo un fenómeno literario y de merchandising. Desde los años 90 y hasta 2018 han ido apareciendo uno o dos títulos por año y se han hecho espectáculos teatrales sobre sus historias. En alguno de ellos, con el propio McKee actuando bajo algún disfraz. 

Las historias del bromista Elmer son, en definitiva, un canto a lo diferente. Sirven para explicar la multiculturalidad, que quizá fue el sentido original que tenía en mente McKee en 1968. Pero también fue adoptado por la comunidad LGTB como uno de sus referentes. Porque la historia de Elmer, la primera de todas, constituye un imprescindible en cualquier casa por donde pululen chiquillos para explicar que hay gente que no es como todas las demás, simplemente, porque son así, de muchísimos colores. 

De la pluma y el pincel de McKee han salido 29 historias con el elefantito como protagonista. Más de diez millones de copias en total, superando así a Babar, el elefante que reinaba sobre la literatura infantil desde finales de la década de los 30, creado por el matrimonio Brunhoff

«La suya fue una voz singular y una luz brillante en los libros para niños que destacaba la inclusividad, diversidad y partes de nuestro mundo que no siempre están presentes en las publicaciones para niños», ha manifestado quien fuera editor durante décadas de McKee, Klaus Flugge. 

Títulos de Elmer en euskara.

Elmer, un elefante también euskaldun

Desde el año 2012, hay historias de Elmer también en euskara. Idoia González, responsable de comunicación de Erein, confiesa que la idea de traducirlo no fue de la editorial. La decisión de que Elmer debía existir también en euskara se tomó en Galtzagorri Elkartea, una asociación de amantes de la literatura infantil, donde se dan cita bibliotecarios, autores, apasionados y libreros. 

Ese primer Elmer traducido al euskara funcionó muy bien dentro de la colección Klis-Klasikoak. De ahí que Erein e Igela lo incluyeran después dentro de sus propias colecciones. González, consultada hoy por Naiz, afirma que ha habido cinco reediciones de ese primer cuento de Elmer y que está prácticamente agotado, por lo que es previsible una sexta. 

«Además de ese primer título, hemos ido sacando nuevas historias de Elmer. Hoy tenemos ocho en el catálogo», explica González. 

En palabras del autor

En la nota de despedida al gran autor, la editorial Andersen recoge dos frases del propio McKee que pueden ayudar a entender su obra. «Los libros infantiles pueden contribuir a cambiar actitudes y son fundamentales para ayudar a los niños a formar su visión del mundo», afirma la primera de ellas. 

La segunda tiene que ver ya con el arte y su particular forma de entender la ilustración. «Los libros ilustrados son el primer vistazo de los niños al mundo del arte y, en cierto modo, sobre todo en algunos de mis libros, las ilustraciones son el primer paso hacia el mundo del arte. En mis libros, las ilustraciones son más importantes que la historia».