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Los Pelicans, a los play-offs tras llevarse el «play-in sin estrellas» en Los Angeles

Gracias a Brandon Ingram, los de la ciudad del jazz se han colado en la postemporada merced a un último parcial de 17-31 para el 101-105 final, ante unos Clippers sin Paul George por culpa de la covid-19. En el Este, los Atlanta Hawks se han agarrado a Trae Young pata batir a Cleveland por 101-107.

Briandon Ingram se ha hecho mayor para meter a los Pelicans en los play-offs.
Briandon Ingram se ha hecho mayor para meter a los Pelicans en los play-offs. (Harry HOW / AFP PHOTO)

LOS ANGELES CLIPPERS 101 - NUEVA ORLEANS PELICANS 105

Es en las eliminatorias directas cuando las estrellas demuestran que lo son. ¿Pero cómo se afronta un partido sin estrellas? Por lesión, Zion Williamson por parte de los Pelicans y Kahwi Leonard por los Clippers no han debutado esta temporada 2021/22; por culpa de la covid-19, diagnosticada solo 24 horas antes de jugarse el definitivo duelo de play-in, la franquicia angelina se ha quedado sin Paul George, su obra estrella.

Y pese a todo, amén de que han jugado en casa, los californianos han rozado la hazaña de meterse en los play-offs como octavos de la Coferencia Oeste. Un parcial de 38-18 en el tercer asalto ha puesto a los dirigidos por Tyronn Lue camino de la postemporada y en el camino de los Phoenix Suns sin nada que perder.

Sin embargo, los Pelicans han reaccionado. Brandon Ingram, traspasado en su día junto con otro jugadores por Los Angeles Lakers para la llegada de Anthony Davis a la franquicia de oro y púrpura, ha emergido como la estrella de los de la ciudad del jazz, sumando 30 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias, mientras que CJ McCollum se ha ido a los 19 tantos.

Constantes vaivenes

Ha sido un partido lleno de nervios, como le cuadra a un duelo de los que se define como «win or go home» –«gana o vete a casa»–. Ingram, anotando 16 puntos en un arranque espectacular de 8 aciertos de 9 intentos, ha puesto a los de Nueva Orleans por delante, al punto de que los Clippers, a los que les ha costado encontrar referentes –pese a que Marcus Morris, con 27 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias, y Reggie Jackson, con otros 27 tantos, 7 rebotes y 8 asistencias, han brillado– han llegado a verse con 16 puntos de desventaja.

El cambio de estructuras en la franquicia californiana, apostando por un quinteto bajo y móvil ha surtido efecto, y los citados Morris y Jackson se han combinado para llegar al receso con los Clippers aún con vida: 46-56.

A partir de ahí, el vértigo ha sido el signo que ha determinado el partido. Por un lado, los Pelicans no pisaban unos play-offs desde la campaña 2017/18 y la opción de volver a las eliminatorias partiendo de la novena plaza de la Conferencia Oeste tras la Fase Regular los ha vuelto un manojo de nervios. Mientras tanto, los Clippers han anotado 11 de sus 16 tiros de campo en ese tercer parcial, llegándose a la hora de la verdad con los californianos ganando por un cómodo 84-74.

En estas, Ingram ha dado un paso adelante. Huyendo de la catatonia del anterior cuarto, el ala-pívot ha vuelto a reclamar los galones de jefe a falta de Zion Williamson y ha liderado un parcial de 4-14 con la compañía de un muy oportuno CJ McCollum.

Los de Carolina del Norte han tomado siete puntos de renta, pero los Clippers han peleado hasta el final, hasta que, casi a la desesperada, Ingram ha contactado con Jonas Valanciunas en un ataque que parecía perdido, para que el mate del pívot lituano haya garantizado el paso adelante de los Pelicans.

Unos Pelicans que jugarán la postemporada por octava vez desde que en se creara la franquicia en 2002 y que solo ha pasado una ronda en las campañas 2007/08 y 2017/18. Una franquicia de Nueva Orleans que tiene todas las de perder ante los Phoenix Suns, donde espera un viejo conocido como Chris Paul, que fue la primera gran estrella de la franquicia, y que, en vista de cómo se largó, no tendrá piedad si se le presenta la ocasión.

CLEVELAND CAVALIERS 101 - ATLANTA HAWKS 107

Definitivamente, la campaña se les ha hecho larga a los Cavs. Por primera vez desde que se fuera LeBron James han demostrado que hay vida en las orillas del río Ohio, pero los Atlanta Hawks de Trae Young se han interpuesto en su camino, llevándose el último billete para los play-offs de la Conferencia Este. Los de Georgia se las verán con los Miami Heat, flamantes líderes del Este tras la Fase Regular. Los Cavs han echado de menos en este último tramo la veteranía de Ricky Rubio y el talento de Collin Sexton, dos bases distintos, pero que han dotado de muchos recursos a los de Ohio hasta que las lesiones les han cortado el paso.

Que Trae Young acabe con 38 puntos no sorprende a nadie, pero sí después de verlo en solo seis puntos al descanso.

Los Cavs han ido por delante toda la primera parte con rentas de hasta 14 puntos, gracias al acierto del finés Lauri Markkanen –autor de 16 puntos y 8 rebotes– ante unos Hawks que, amén del mal comienzo de Young, han perdido por lesión al pívot suizo Clint Capela antes del descanso tras una jugada de mala suerte en la que Evan Mobley ha caído sobre la rodilla del citado jugador.

En todo caso, con 61-51 al descanso, los de Georgia han sabido aguantar el chaparrón de su rival, con el joven Darius Garland –autor de 21 puntos al final– también muy entonado.

Miedos y heroísmos

Trae Young se ha reencontrado a tiempo. Ha anotado 16 puntos en cada uno de los dos cuartos siguientes al descanso y de su mano, con 9 asistencias que añadir a sus 38 tantos, ha llegado la voltereta. Una voltereta que se ha fraguado en el cuarto final tras acabar el tercer parcial con empate a 84.

Las dudas, el vértigo y el miedo han aflorado en toda su crudeza en esos instantes finales. Y también ese heroísmo que a veces tiene el deporte. Con un parcial de 2-11, los Hawks se han escapado 86-95, pero los triples de Mobley y Garland han vuelto a meter a los de Ohio en la pelea, arrimándose hasta un 99-100.

Los fallos y la inseguridad han hecho presa en los dos conjuntos y solo Trae Young ha mantenido la sangre fría para poner los puntos sobre las íes y hacer que Atlanta obtenga el último boleto de los play-offs de la NBA, y jugársela ante los Miami Heat en la primera ronda.