La mayoría de partidos ha criticado a la lehendakari de Nafarroa, María Chivite, por no explicar los verdaderos escollos que están retrasando que el herrialde asuma la transferencia de Tráfico.

Lo han hecho en la comparecencia en comisión parlamentaria a la que ha acudido Chivite, a petición de EH Bildu, precisamente para explicar las razones de esa demora, ya que no han considerado suficientes los argumentos ofrecidos por la lehendakari.

En su intervención, Chivite ha señalado que se han avanzado en diversos aspectos relacionados con la transferencia de Tráfico, como la pasarela que podrían utilizar los agentes de la Guardia Civil para integrarse en la Policía Foral o cómo se llegaría a utilizar el sistema de sanciones que utiliza Tráfico en las sanciones automatizadas.

Pero el acuerdo final no termina de llegar y Chivite ha situado el problema en el cálculo del coste de la transferencia y ha insistido en que «seguimos trabajando en la propuesta técnica para que quede bien acotada». Se ha mostrado convencida de que «habrá acuerdo», aunque antepone «llegar a un buen acuerdo, pero no a cualquier precio».

Finalmente, ha asumido «el error de que no se han cumplido los plazos» que se han llegado a dar sobre la consumación de la transferencia y se ha mostrado satisfecha de que «todos estamos de acuerdo en que queremos esta transferencia y con esa unanimidad va a seguir trabajando este gobierno».

«Hay algo más que el coste»

Sus explicaciones no han convencido a la mayoría de los partidos. Así, Adolfo Araiz, desde EH Bildu, ha señalado que la transferencia de Tráfico tiene «un grado de dificultad, pero no tiene tanta complejidad. Hemos visto transferencias más complejas».

Y aunque ha reconocido que uno de los escollos para cerrar el acuerdo puede ser «el problema del coste de la transferencia porque no hay acuerdo sobre quién asume el coste en el periodo transitorio», ha señalado que «nos da la sensación de que hay algo más de lo que se está transmitiendo». Ha añadido que «no entendemos que esté atascado en una cuestión económica» y ha insistido en que «tiene que haber alguna razón más allá».

En el mismo sentido se ha expresado el portavoz de Navarra Suma, Javier Esparza, quien ha señalado que «no nos ha dicho cuál es el escollo. La sensación es que no se quiere contar la verdad». También ha criticado los diferentes plazos anunciados y no cumplidos, y ha añadido que su formación quiere la transferencia, pero que «se preste el servicio con la Guardia Civil».

Ramón Alzórriz, por el PSN, ha criticado que algunos partidos siembren «la duda y la incertidumbre» en este ámbito y le ha espetado a Esparza que «si no era tan difícil, por qué no se consiguió» durante los gobiernos de UPN, cuando Miguel Sanz llegó a anunciar en 2002 que era cuestión de meses.

Ha concluido que «frente a las dudas, la realidad. El Ejecutivo está dando pasos, no está zanjado el traspaso, pero tampoco paralizado. Continuamos con los trabajos para asumir la transferencia».

Desde Geroa Bai, Uxue Barkos ha recordado que «Madrid es remolón» a la hora de ceder transferencias y que solo negocia «cuando necesita votos», en referencia a la intervención del PNV para facilitar la transferencia de Tráfico para Nafarroa que poco antes había criticado Esparza.

Barkos también ha criticado los plazos incumplidos, «dar una fecha es un error de bulto», y ha mostrado su preocupación por «dónde están los escollos» para que se cierre definitivamente la transferencia de Tráfico. Incluso ha aventurado si puede estar en la pasarela para la Guardia Civil, en concreto, «en el complemento del norte».

Ainhoa Aznárez, por Podemos, ha asumido la idea de la dificultad de acordar esta transferencia, «somos conscientes de la complejidad», y ha asegurado a Chivite que su partido le tiende la mano para conseguir Tráfico para Nafarroa.

Por último, Marisa de Simón, de I-E, también ha puesto de relieve que «no nos ha explicado dónde radica esa discrepancia para que se pueda firmar la transferencia», ya que «no es un problema técnico u organizativo».