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El efecto dominó provoca nuevas dimisiones en el Gobierno de Boris Johnson, cada vez más solo

Después de otros dos miembros del Gobierno británico presentaran este miércoles su dimisión, los principales ministros pedirán en breve a Boris Johnson que dimita, al considerar insostenible que siga como jefe del Ejecutivo tras un aluvión de renuncias entre su equipo, según ha informado la BBC.

El primer ministro británico, Boris Johnson.
El primer ministro británico, Boris Johnson. (STEFAN ROUSSEAU | AFP)

El secretario de Estado de la Infancia, el diputado Will Quince, y la ayudante parlamentaria en el ministerio de Transporte, la diputada Laura Trott, han anunciado este miércoles su renuncia en descontento con los escándalos que han salpicado al jefe del Gobierno británico.

En su carta de dimisión al primer ministro, Quince señala que se aparta del Ejecutivo con «gran tristeza» después de que Johnson reconociera –tras negarlo en un principio– que sabía que el diputado Chris Pincher –exresponsable de la disciplina del grupo parlamentario conservador– había sido investigado en el pasado por «comportamientos inapropiados».

Por su parte, Trott ha señaldo en su cuenta de Facebook que en política la confianza es de «gran importancia» y que en los últimos meses esa confianza «se ha perdido».

Ese argumento también fue utilizado el martes por los ministros de Finanzas, Rishi Sunak, y de Sanidad, Sajid Javid, cuyas dimisiones han supuesto el golpe político más duro hasta la fecha contra Johnson, que hace un mes ya sorteó a duras penas una moción de censura impulsada por sus propios compañeros.

Además de Sunak y Javid, el martes dimitieron otros diputados, entre ellos Bim Afolami, que cesó como vicepresidente del partido, y Andrew Murrison, que se apartó como enviado comercial ante Marruecos. También presentaron la dimisión dos secretarios privados en el Partido Conservador: Jonathan Gullis y Saqib Bhatti.

Las dimisiones ponen contra las cuerdas al líder conservador, que superó recientemente una moción de censura interna de su partido. Pero aquella votación evidenció el descontento del 41% de los parlamentarios tories con su gestión y con la serie de escándalos que le han salpicado, entre ellos el de las fiestas en la residencia oficial de Downing Street durante la pandemia o tratar de ocultar que sabía los antecedentes de Pincher.

No quiere ceder pero recibe más presiones

Este miércoles, Johson ha insistido en que su intención es seguir al frente del Ejecutivo británico. «El trabajo de un primer ministro en tiempos difíciles, en circunstancias en las que se le ha dado un mandato colosal (por las elecciones generales de 2019), es seguir adelante y eso es lo que voy a hacer», ha apuntado en la sesión de control en la Cámara de los Comunes.

«Cuando los momentos son duros y el país afronta presiones económicas, con la mayor guerra en Europa en 80 años, es el momento en que uno espera que un Gobierno continúe con su trabajo y no se marche», ha añadido.

Pero no ha convencido ni siquiera a los suyos, ya que, según ha informado la BBC horas después, los principales ministros pedirán en breve al premier que dimita, al considerar insostenible que siga como jefe del Ejecutivo tras el aluvión de renuncias entre su equipo.

En la delegación que hablará con Johnson más tarde se incluyen los ministros para el norte de Irlanda, Brandon Lewis, y para Gales, Simon Hart, así como el de Transporte, Grant Shapps, que figuran entre sus aliados más estrechos, como precisa la cadena pública.

Estaría también en ese grupo Nadhim Zahawi, a quien el líder conservador nombró el martes ministro de Economía en sustitución del dimisionario Sunak.

Johnson se ha enterado de las intenciones de sus colaboradores por boca de un diputado durante una comparecencia esta tarde ante la comisión de enlace de la Cámara de los Comunes. Tras unos momentos de confusión, ha espetado: «Eso lo dices tú», y ha continuado respondiendo a las preguntas de los parlamentarios.

Desde los escaños le han preguntado si, dado que ha perdido la confianza de sus ministros y al menos la mitad de su grupo parlamentario, dimitirá y facilitará unas elecciones primarias en el Partido Conservador para escoger a su sustituto.

Finalmente, ha dado a entender que descartaba incluso convocar elecciones si pierde una moción de censura interna o su grupo parlamentario le pide en bloque que se marche.