El Bilbao Basket «post Alex Mumbrú» ha echado a andar. Después de empezar con una primera toma de contacto el lunes y todavía «sin contacto», el conjunto bilbaino –aún con las ausencias de los internacionales suecos Ludde Hakanson y Denzel Andersson, concentrados a cuenta de las Ventanas FIBA de este mes de agosto, y el bosnio Emir Sulejmanovic, ausente hasta que termine la actuación de su seleccionado en el Eurobasket de setiembre– ha empezado su andadura en silencio, casi de puntillas, con una configuración nueva en el que, amén del entrenador Jaume Ponsarnau –y Sergio García como ayudante, tras la marcha de Javi Rodríguez–, que retorna a Euskal Herria luego de su experiencia en las filas de Gipuzkoa Basket, ha sumado siete caras nuevas: el sueco Denzel Andersson, el serbio Nikola Radicevic, los andaluces Francis Alonso e Ignacio Rosa, el catalán Xavi Rabaseda –capitán de los hombres de negro junto con Tomeu Rigo– el estadounidense Michale Kyser y el bosnio Emir Sulejmanovic, que vivirá su segunda etapa en Bilbo.

A cuenta de las ausencias, el club bilbaino ha tirado de jugadores de la cantera para reforzar estos primeros entrenamientos: Aiert Velasco, Asier Fernández, Elvis Ude, Unai Barandalla e Iñigo Betolaza.

«Aún estamos entrenando sin contacto, pero estamos encontrando buena predisposición. Los jugadores quieren conectar con lo que queremos hacer y entre ellos y, paso a paso, esperemos que lo que es para nosotros una buena plantilla se vaya convirtiendo en un buen equipo», ha indicado el preparador de Tárrega en su primera toma de contacto con los medios locales.

En ese sentido, para afrontar una temporada en la que los hombres de negro regresan a Europa, ya que volverán a participar en la FIBA Champions League, el técnico catalán se ha mostrado satisfecho con la plantilla que ha podido confeccionar el club. «Si no hay lesiones, la plantilla tiene unos mínimos altos, y eso es muy importante para poder competir. Pero no podemos renunciar a hacer crecer los máximos; esos máximos llegarán si trabajamos, si conectamos y los feelings son buenos y la atmósfera del equipo es buena. Poco a poco, vamos a ir buscando la forma de consolidar esos mínimos y hacerlos crecer para acercarnos a nuestros máximos», ha remachado.

Para eso, con la doble competición en el horizonte, el targarino ha subrayado la importancia de «aprovecharnos al máximo ahora para construir desde los entrenamientos, ya que durante la temporada tocará crecer desde la competición. Es hora de que la plantilla se conozca, de que se repartan y se asuman los roles ya hablados antes de hacer cada incorporación».

En ese sentido se ha justificado la capitanía de Tomeu Rigo, un jugador de fondo de banquillo y al que las lesiones han frenado buena parte de su progresión, pero que cumplirá su quinta campaña con los hombres de negro, así como Xavi Rabaseda, recién fichado de San Pablo Burgos pero con experiencia en el equipos como el Barça, Estudiantes, Fuenlabrada y Gran Canaria –amén del club castellano–, y con toda una carrera a sus 33 años, siendo el jugador de más edad de la plantilla vizcaina, incluyendo títulos de la FIBA BCL con San Pablo Burgos y hasta el Mundial de 2019 con la selección española en calidad de «héroe de las Ventanas», junto con Javi Beirán y Quino Colom.

El propio Rabaseda ha comentado, por su parte, que «a pesar de no ser un equipo de Euroliga, sí tenemos la misma ambición que los equipos mas poderosos y la intención de ganar cada partido, sobre todo los de casa».

El alero de Ripoll ha incidido en que «no son los nombres los que juegan. Hemos visto a equipos pequeños superar las expectativas y esa es nuestra intención. Tenemos que defender nuestra casa y, como el año pasado, que Miribilla sea un fortín».

Baloncesto «dinámico»

A falta de ver lo que deparen los primeros amistosos, la famosa química que ha de construir el equipo y la preparación propiamente dicha de cara a la competición oficial, Jaume Ponsarnau ha subrayado el «dinamismo» que busca en sus equipos.

«Siempre he intentado jugar dinámico, y desde el dinamismo desde el pase y en el que el equipo juegue colectivamente. El cómo llegar a esto probablemente haya matices, pero eso vamos a intentar», ha indicado. Unos «matices» que ha querido subrayar mnás en lo que se refiere a la faceta defensiva. «Defensivamente, sí que creo que la ‘cultura» de la Liga ACB ha hecho un cambio y tenemos que adaptarnos a ello. En ese sentido, hemos construido un equipo para adaptarnos a esa filosofía».

Saski Baskonia y Kutxabank Araski

Por otro lado, Saski Baskonia ha informado que el alero vallisoletano Miguel González continuará cedido en el Força Lleida de categoría LEB Oro y completará su segunda temporada en el conjunto catalán.

El jugador pucelano, de 23 años, llegó a disputar la Final a Cuatro de ascenso a Liga ACB con equipo ilerdense y este curso volverá a estar a las órdenes de Gerard Encuentra. La pasada campaña promedio superior a los 26 minutos por partido en los que logró 8 puntos, 4,3 rebotes y 7,9 de valoración en temporada regular.

En lo que respecta a Kutxabank Araski, el club gasteiztarra ha informado de que la base de 19 años Maider Castellano estará estará en la dinámica del primer equipo de Liga Femenina y alternará su presencia en el primer equipo con su participación en el filial de Primera Nacional.

La jugadora canterana ya estuvo la campaña pasada en varios partidos y debutó, igual que Marina Ortiz de Zarate –la otra jugadora que Araski mantiene en esta tesitura– el pasado mes de enero contra el Leganés en Mendizorrotza.