El ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, ha dado por iniciada la «tercera etapa» en la guerra de Ucrania con la actual contraofensiva, en la que ha expulsado al Ejército ruso de 3.000 kilómetros cuadrados de las regiones de Jarkov (noreste) y Jerson (sur) desde comienzos de setiembre.

En entrevista al diario ‘Le Monde’, el ministro ha asegurado que «la primera etapa tenía como objetivo disuadir a los rusos. La segunda consistió en establecer un equilibrio entre ellos y nosotros en el frente, estabilizarlo y testar sus capacidades de resiliencia».

Reznikov reconoce que los planes militares ucranianos dependen del armamento que reciben de Occidente. «Hemos empezado a utilizar los sistemas de artillería móvil Himars (estadounidenses) para cortar sus líneas de apoyo logístico, destruir sus ddepósitos de carburante, de municiones...».

Tras insistir en que no renunciarán a recuperar el control de Crimea y del Donbass y asegurar que exigirán pagos de reparaciones a Rusia y que asuma su responsabilidad por crímenes de guerra, el ministro se niega a hacer predicciones sobre su duración, pero promete, en todo caso, que «esto va a ser como una bola de nieve, que rodando rodando se va a hacer cada vez más grande... Hasta ver al segundo ejército más potente del mundo batirse en retirada», pronostica.


Otras 20 localidades

Por de pronto, el Ejército ucraniano ha anunciado la expulsión de las fuerzas rusas «de más de 20 localidades» en las últimas horas, en las que ha reivindicado la muerte de 200 soldados rusos. «El enemigo ruso sufrió las mayores pérdidas durante el último día en dirección a Krivoi Rog y Donetsk», ha señalado el Estado Mayor ucraniano.

«Hay medidas de estabilización en marcha», ha detallado en un mensaje en Facebook al tiempo que ha reseñado que la Fuerza Aérea ucraniana ha bombardeado durante las últimas 24 horas ocho posiciones de las tropas rusas.

«La liberación de asentamientos de manos de los invasores rusos en las regiones de Járkov y Donetsk continúa. Como se ha informado previamente, durante su retirada las tropas rusas abandonan rápidamente sus posiciones y huyen hacia territorio temporalmente ocupado o hacia Rusia», ha explicado, antes de hacer hincapié en que «esta tendencia persiste».

"El enemigo concentra sus esfuerzos en establecer el control sobre el territorio de la región de Donetsk, mantener los territorios temporalmente capturados y alterar la ofensiva de nuestras tropas en ciertas direcciones. El enemigo sigue atacando nuestras posiciones, llevando a cabo reconocimiento aéreo e intentando tomar medidas para restaurar las posiciones perdidas", ha reconocido.

Moscú: bombardeos y determinación

Rusia ha confirmado bombardeos contra objetivos en las zonas de la región de Jarkov reconquistadas en los últimos días por la contraofensiva ucraniana.

El portavoz de Defensa ruso ha asegurado que «combatientes y equipamientos de la formación nacionalista Kraken, de la 113 brigada de defensa territorial y de la 93 brigada mecanizada han sido destruidos».

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha asegurado que «la operación militar especial (sic) va a proseguir hasta que se alcancen los objetivos inicialmente fijados».

Peskov ha añadido que no hay actualmente «perspectiva de negociación alguna» entre Moscú y Kiev.

Rusia ha reconocido oficialmente haber perdido el control de la localidad estratégica de Izium y ha confirmado asimismo que sus tropas se han retirado de la región de Jarkov hacia la región fronteriza rusa de Belgorod, oficialmente para «hacer frente al flujo de refugiados».  

Cortes de electricidad

Tanto el gobierno ucraniano como las alcaldías de Jarkov, segunda ciudad del país, y de Dnipropetrovsk (centro-este) han denunciado bombardeos rusos contra sus centrales térmicas, eléctricas e instalaciones hídricas que provocaron en la noche del domingo vastos cortes de electricidad en todo el país, salvo en el oeste (Galitzia).

El suministro se iba recuperando a lo largo de la jornada. El ministro de Exteriores ucraniano, Oleg Nikolenko, ha calificado estos ataques de «acto de desesperación» de Rusia por sus reveses militares.