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Gobierno navarro y Estado acuerdan avanzar en la ejecución del TAV entre Iruñea y Altsasu

Mientras se toma una decisión sobre cómo será su conexión con la «Y vasca», por Gasteiz o por Ezkio-Itsaso, el Gobierno navarro y Madrid han acordado avanzar en la planificación y ejecución de las obras del trazado del TAV entre Iruñea y Altsasu.

Trabajos de la obra del TAV en Tafalla.
Trabajos de la obra del TAV en Tafalla. (Iñigo URIZ/FOKU)

Mientras se toma una decisión sobre cómo será su conexión con la denominada «Y vasca» y haciendo oídos sordos de «repensar» esta infraestructura ante la crisis económica y social, como planteó EH Bildu, el Gobierno navarro y Madrid han acordado avanzar en la ejecución del tramo del TAV entre Iruñea y Altsasu, que se tramitará de manera independiente al tramo final de conexión.

Así se ha consensuado en la reunión mantenida por el Ejecutivo navarro y el español en Madrid y en la que ha participado la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, y el consejero de Cohesión Territorial del Gobierno de Nafarroa, Bernardo Ciriza.

Este acuerdo permitirá al Ministerio español de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana proseguir con la tramitación del tramo Zuasti-Altsasu, adaptándose el estudio informativo para su exposición pública y llevándose a cabo, posteriormente, la licitación para redactar el correspondiente proyecto constructivo.

Esta decisión permitiría la puesta en servicio provisional de la alta velocidad entre Castejón y Altsasu, con independencia de la conexión final de la «Y vasca» por la que se opte.

Características del tramo

Este trazado, que es común tanto para la alternativa de Gasteiz como la de Ezkio-Itsaso, atraviesa la sierra de Zabalgaña mediante un túnel de 1,2 kilómetros de longitud. A la salida de dicho túnel cruza la vía ferroviaria actual Castejón-Altsasu.

Posteriormente, el trazado atraviesa mediante una recta y una curva las estribaciones de la sierra de Satrustegi, con una pendiente descendente del 2%, dos túneles de 1,8 km y 390 metros de longitud respectivamente, separados por un viaducto de 260 metros.

El trazado avanza con una dirección sureste-noreste mediante una curva, seguida de varias pendientes descendentes. En este tramo, se proyecta un viaducto sobre el río Arakil de 450 metros de longitud y 34 metros de altura, así como un túnel de 350 metros frente a Urritzola.

Un año para estudiar la opción de Ezkio

En relación con el tramo final de conexión con la Y vasca, el consejero navarro de Cohesión Territorial ha defendido que «la alternativa de Vitoria discurre prácticamente en su totalidad en superficie, sobre un terreno ampliamente estudiado geotécnicamente, debido a la gran cantidad de infraestructuras y edificaciones existentes en el entorno de ese corredor (vía ferroviaria actual, carretera N-I, etc.). Por ello, no son previsibles problemas geotécnicos significativos. Sin embargo, en la opción de Ezkio, el principal problema que tenemos es que no conocemos el terreno».

El titular de Cohesión Territorial ha remarcado, a modo comparativo, que «Navarra ha ejecutado más de 50 sondeos para duplicar los túneles de Belate y Almandoz, que tienen 4 kilómetros de longitud y se ubican, además, en un terreno ampliamente analizado desde hace años. Por el contrario, para estudiar la alternativa de Ezkio, se han efectuado tan solo cuatro sondeos, en un terreno por el que discurrirán dos túneles de 55 kilómetros en total y que no ha sido explorado geológicamente con anterioridad».

Además, en cuanto a la profundidad de estos últimos sondeos, ha añadido que «estos han alcanzado como máximo los 95 metros de profundidad mientras se prevé que los futuros túneles de la opción de Ezkio discurran aproximadamente a 200 metros de la montera. Por consiguiente, los equipos técnicos de Obras Públicas del Gobierno de Navarra nos trasladan su preocupación por que la investigación geológica realizada hasta el momento es claramente insuficiente en la alternativa de Ezkio».

Por todo ello, Bernardo Ciriza ha señalado que ha solicitado al Ministerio efectuar, con objeto de complementar para descender a nivel constructivo, prospecciones geofísicas y sondeos geotécnicos «para poder despejar así el alto grado de incertidumbre que conlleva la alternativa de Ezkio». Unos trabajos que se podrían prolongar hasta un año, después de recibir el visto bueno de Madrid.

El consejero de Cohesión Territorial ha insistido en que «el Gobierno de Navarra necesita disponer de toda la información geotécnica, geológica e hidrogeológica completa de ambas alternativas. Un proyecto de esta magnitud estratégica debe llevarse a cabo con todas las garantías y certezas técnicas. De lo contrario, no estaríamos en disposición de adoptar una decisión ni responsable ni posibilista».