Por lo general se suele cumplir la regla de que las películas basadas en best-sellers literarios también alcanzan cifras millonarias. ‘La chica salvaje’ (2022) solo ha costado 24 millones de dólares, y ya lleva recaudados en la taquilla mundial unos 130 millones.

Se puede decir que se trata de un éxito parecido al que en su día conoció la adaptación cinematográfica de la novela de Fannie Flagg ‘Tomates verdes fritos’, con la que coincide en su ambiente sureño melodramático. El único problema es que una vez más nos perdemos en la traducción, porque la distribución ha renunciado al título original de ‘Where the Crawdads Sing’ (Donde cantan los cangrejos).

El personaje central es la versión femenina de los creados por Mark Twain, una niña asilvestrada que se cría en las marismas de Louisiana sin escolarizar. La madre y los hermanos huyen de un padre maltratador, que no tarda en abandonar a la protagonista, la cual sobrevive recolectando y vendiendo mejillones.

El relato parte de su juventud en los 60, cuando es acusada del crimen de un joven de familia influyente con el que tuvo relación. Y va reconstruyendo sus aventuras y desventuras desde la niñez combinando a las actrices Daisy Edgar Jones y Jojo Regina.