El Senado, de forma únanime, ha cumplido el trámite final y ha aprobado el fondo de compensación de 25 millones de euros para todas las víctimas del amianto. Los senadores de las distintas formaciones han coincicido en dos puntos: el consenso alcanzado por todos para aprobar la ley y lo mucho que ha tardado en llegar.

Jon García, portavoz de la Asociación del Víctimas del Amianto de la CAV, ha aplaudido la aprobación del fondo de compesación. «Se cierra así un largo período, desde que, en el año 2013, el Parlamento Vasco creara una Comisión de Trabajo con dicho fin, y posteriormente se tuviera que registrar en el Congreso de los Diputados, hasta tres veces», ha subrayado a las puertas del Senado.

El 13 de julio el Congreso español aprobó también por unanimidad la proposición de ley para la creación del fondo, por lo que se remitió directamente al Senado para su aprobación definitiva. El jueves pasado se dio el penúltimo paso al ser aprobada, también por unanimidad y en los mismos términos del Congreso, en la Comisión de Trabajo de la Cámara alta. Hoy ha sido aprobado de forma definitiva.

García ha querido destacar «la labor de la sociedad vasca», representada en «sindicatos de trabajadores, sindicatos empresariales, asociaciones médicas y personas expertas en la materia».

Con la Ley del Fondo de Compensación, García entiende que será posible «hacer justicia con los miles de personas enfermas y fallecidas por el amianto durante las últimas décadas, personas que no han sido resarcidas». Ha recordado que han sido «padecimientos que podían haber sido evitados, si los Gobiernos hubiesen prohibido desde la década del setenta la utilización del amianto, pues ya en ese tiempo se conocían las repercusiones».

Ahora espera que la Ley entre en vigor y se aplique «en un espacio breve de tiempo» y «garantizando a todas las víctimas, un procedimiento adecuado a la hora de efectuar sus solicitudes, y garantizando unas cuantías económicas acordes a las que al día de hoy se obtienen por la vía judicial».

Asimismo, García ha subrayado que «todavía queda la tarea de retirar el amianto instalado en nuestras ciudades y pueblos a un ritmo adecuado, con el fin de evitar más víctimas ambientales».

Bakartxo Tejeria: «Alegría y enfado»

Por su parte, la presidenta del Parlamento de Gasteiz, Bakartxo Tejeria, ha expresado su «alegría» por la aprobación del fondo para las víctimas del amianto, pero también se ha acordado de quienes han fallecido sin ver cómo salía adelante esta iniciativa promovida por la Cámara de Gasteiz hace ya 11 años.

Tejeria ha asistido a la sesión del Senado junto a los miembros de la Mesa del Parlamento y ha explicado que algunas víctimas de la manipulación del amianto han fallecido en este tiempo y «después de pelear tanto», por lo que ha aludido al «mucho daño y sufrimiento» que han tenido que pasar las víctimas hasta que las compensaciones han visto la luz.

Así que en su opinión la jornada de hoy mezcla la satisfacción por haber conseguido «entre todos el objetivo que queríamos» y la «alegría» por haber logrado cierto alivio ante «una injusticia de algo que no debía haber pasado, pero que pasó», con el sentimiento de «tristeza» e incluso «enfado» de quienes no han llegado a ver este momento.

Todas las víctimas

En la misma línea, la senadora del PNV Nerea Ahedo ha subrayado «la insistencia» de las víctimas para logra que por fin se haya aprobado el fondo. Ha calificado la medida como «justicia, reconocimiento y reparación», destacando que «acaba interminables periplos judiciales» de muchos casos.

Idurre Bideguren, de EH Bildu, ha seguido la misma línea reconociendo «el trabajo incansable de muchas personas en esta carrera de obstáculos», pero que la resolución «se ha retrasado demasiado». Ha recordado que en noviembre de 2011, Juanjo Agirrezabala, entonces único parlamentario de Eusko Alkartasuna en el Parlamento de Gasteiz, llevó a la Cámara una moción para «instar al Gobierno Vasco a apoyar la creación de un fondo de compensación del amianto y a dar pasos en ese sentido, sumándose a esa reivindicación» que encabezaba la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie). Del mismo modo, ha destacado que la ley reconoce a las víctimas «del ámbito laboral y también a las de causas extralaborales» y ha pedido «celeridad» para que lo aprobado hoy se lleve a la práctica.

Casi 4.000 fallecidos

El fondo será gestionado por el Instituto Nacional de la Seguridad Social y contará con consignaciones o transferencias que se determinen en los Presupuestos Generales del Estado, así como con otras aportaciones como, por ejemplo, de sanciones a empresas.
Durante todo el siglo XX se importaron unas 2.600.000 toneladas de amianto en el Estado español, según los datos recogidos por el grupo de trabajo creado en el Senado. El pico máximo de consumo se produjo entre los años 1970 y 1980, unas tres cuartas partes utilizadas en trabajos de la construcción, y se ha probado científicamente la relación con el mesotelioma.

En el Estado español, entre los años 1994 y 2008 el número de fallecimientos vinculados directamente al amianto fue de 3.943. Según la ley, «si se hace una estimación del número anual de casos de patologías por amianto, entre los años 2003 y 2009 podrían haberse producido 7.154 casos a indemnizar en sus diferentes modalidades». Sin embargo, todos coinciden que esta cifra podría ser mucho mayor, ya que durante décadas apenas se hizo seguimiento.