Imanol Intziarte

Kutxabank vende deudas hipotecarias de familias vascas a un «fondo buitre» irlandés

Stop Desahucios ha denunciado el ‘modus operandi’ de Kutxabank respecto a 2.500 deudas que ha vendido a un fondo financiero radicado en Dublín. Las personas afectadas, entre las cuales hay numerosas familias vascas, tienen sobre su cabeza la amenaza de una expulsión de su vivienda.

Rosa García, portavoz de Stop Desahucios, trata de consolar a una de las afectadas.
Rosa García, portavoz de Stop Desahucios, trata de consolar a una de las afectadas. (Maialen ANDRÉS | FOKU)

Stop Desahucios se ha concentrado este jueves ante la sede de Kutxabank en la calle Garibai de Donostia para denunciar el ‘modus operandi’ de banco respecto a 2.500 préstamos hipotecarios que ha vendido al fondo financiero irlandés Zima por un importe de unos 250 millones de euros. Entre los deudores hay personas de Euskal Herria y también de Madrid y Málaga.

Según han puntualizado, en 2019 ya vendió otro paquete a la estadounidense Cerberus por 358 millones, aunque entonces no había personas vascas entre las afectadas.

La operación, han explicado, consiste en agrupar deudas que el banco considera que son muy difíciles de cobrar –o imposibles– y venderlas por mucho menos de su valor a un fondo financiero. Este no está sujeto al Código de Buenas Prácticas Bancarias, un decreto que obliga a ofrecer carencias de cinco años –aplazamientos– y daciones en pago –entregar el inmueble a cambio de saldar totalmente la deuda– con el compromiso de ofrecer un alquiler social a los afectados, para evitar el desahucio.

De ese modo, el banco recupera una parte, maquilla su cuenta de resultados porque se quita morosos de su balance y se limpia las manos respecto a lo que les pueda suceder en el futuro a los afectados, quienes quedan a merced de un fondo de inversión que quiere rentabilizar su compra y no tiene ataduras para ejecutar la hipoteca.

En la comparecencia han expuesto el caso de tres mujeres donostiarras que han recibido la notificación de que su préstamo está ahora en manos de Zima. Dos de ellas se arriesgan a ser expulsadas de sus respectivas viviendas en las calles Catalina Eleizigi (Mariam) y Atotxa (Paqui), mientras que la tercera (Sandra) ve cómo los que pueden perder su casa, ya pagada, son su padre y su madre, que le avalaron para la adquisión de un local.

Con esta situación, a peor

Rosa García, de Stop Desahucios, ha indicado que en este paquete de hipotecas hay también familias del Goierri y de Gasteiz, y ha recordado que no pueden hacer frente a su deuda debido a «su precaria situación económica, derivada de la burbuja inmobiliaria, la pandemia y ahora la inflación galopante». En este contexto ha alertado de que las cifras de morosos se van a disparar debido a «la espectacular subida del Euribor, que ha encarecido en 200 euros de media la cuota mensual».

García ha denunciado la actitud de Kutxabank, una entidad que «era de aquí, era pública», pero que ahora «deja tiradas a centenares de familias para sanear su cuenta de resultados». También ha interpelado al Gobierno de Lakua acerca de si conocía esta situación y de «cómo piensa proteger a estas familias y garantizarles una vivienda digna».

Por otro lado, para el martes de la próxima semana, día 11, han convocado una concentración en el kiosko del Boulevard para denunciar el caso de una mujer de Usurbil de 80 años, María Ángeles, que no puede hacer frente a un préstamo que su hijo, posteriormente fallecido, pidió a un «usurero» de Madrid. La mujer corre el riesgo de que su vivienda sea subastada y de quedarse en la calle por una deuda de 60.000 euros.