Una nueva generación de futbolistas llama a la puerta cuando la anterior no ha acabado de celebrar su debut en la elite. El Mundial sub17 concluyó el domingo con victoria de la selección española –0-1 a Colombia en la final– por segunda edición consecutiva y la constatación de que la preparación de las futbolistas es cada vez mejor desde edades tempranas, lo que les permite alcanzar un nivel extraordinario antes que la mayoría de edad.

De hecho, muchas de las jugadoras que han triunfado en esta séptima edición del torneo ya han debutado en las categorías principales de sus países, cuando no han dado el salto a Ligas y clubes de máximo nivel. El Balón de bronce Mara Alber ya ha tenido minutos en la Bundesliga con el Hoffenheim, el de plata Linda Caicedo es jugadora del Deportivo Cali y lleva tiempo en la agenda del Barcelona y el de oro Vicky López ya debutó en Primera la temporada pasada con el Madrid antes de fichar este verano por, sí, el Barcelona.

La vallecana, que cumplía 16 años hace apenas tres meses, es la benjamina de su selección. También la jugadora más joven que ha debutado en Primera. Lo hacía en septiembre del año pasado, con apenas quince años y la camiseta de un Madrid que no sólo había dado a Vicky López la oportunidad de jugar, sino que la arropó junto a su familia, que pasó momentos delicados. Claro que la precocidad no es exclusiva de la española. Linda Caicedo, Balón de plata y máxima goleadora del torneo junto a Loreen Bender y Mokoko Tanikawa, ya fue elegida este verano mejor jugadora de un torneo de categoría absoluta, nada menos que la Copa América, cuya final disputó con la selección colombiana frente a Brasil. Tampoco se perdió el Mundial sub20, disputado inmediatamente después, aunque aquí no le fue tan bien a su selección y eso acabó dejando a la futbolista también fuera del reparto de galardones individuales. Su futuro, como el de Vicky, podría ser de color blaugrana aunque tendrá que esperar al menos hasta febrero, cuando cumplirá 18 años, para marcharse de Cali a Barcelona.

Es probable, así, que el camino de ambas se cruce en algún momento con el de las cuatro futbolistas vascas, todas ellas del Athletic, que han conquistado el oro en India con la selección española. A las campeonas de Europa sub19 y del mundo sub20 se unen ahora Eunate Astralaga, Marina Artero, Sara Ortega y Jone Amezaga, que también alcanzan el cetro mundial. Con mucho protagonismo en el caso de las tres últimas –siempre es más complicado en el caso de la guardameta–, que han participado en todos los partidos disputados por el equipo de Kenio Gonzalo. Ortega ha partido siempre en el once titular, la capitana Artero en todos menos uno en el que entró en la segunda parte y en el caso de Amezaga han sido dos las ocasiones en las que ha partido en el banquillo aunque no se ha perdido un encuentro. Un gol de la delantera de Zalla, además, dio a la selección española su primer triunfo en el torneo, precisamente frente a la otra finalista Colombia aunque en la fase de grupos, y Artero anotó el gol que derrotaba a China y permitía al combinado rojigualdo clasificarse para cuartos de final.

Iraia Iturregi, optimista con el futuro del Athletic

Iraia Iturregi, que tuvo a Astralaga y Eunate en categoría infantil y ha hecho debutar a Ortega y Amezaga con el primer equipo, se refería hoy a ellas, cuestionada por un periodista en la sala de prensa de Lezama. Recordaba que el Athletic es uno de los equipos que más jugadoras ceden a la selección española en categorías inferiores, donde sus éxitos están siendo indiscutibles, lo que supone «un orgullo para Lezama porque es fruto del trabajo de cantera que se hace en el club».

Aseguraba, como «defensora a muerte del trabajo de cantera, soy una entrenadora que confía plenamente en el talento joven que tenemos en el club. Y lo que hay que hacer es ir poco a poco guiando a esas jugadoras para que nos den rendimiento, a poder ser inmediato, y también cuidar a esas jugadoras. Y es muy importante el ser capaces de retenerlas, que soy consciente de que el club y las personas que lo dirigen están dispuestas a hacer un esfuerzo para que esas jugadoras se queden en el Athletic. Porque visto lo visto, como seamos capaces de trabajar con ellas con los medios que tenemos en Lezama, que es una pasada los recurso que tenemos, en dos o tres años esta plantilla puede hacer cosas muy chulas. Porque estas chavalas dentro de dos o tres años tienen veinte y si ya con 17 están jugando partidos en Primera, con veinte años probablemente lleven 60 partidos e Primera. Y jugadoras que tenemos en plantilla también muchas del 2000, 2001… A corto plazo y medio, el futuro que hay en Lezama es muy esperanzador y espero que seamos capaces de trabajarlo bien, de retenerlo y de que esas jugadoras quieran triunfar en el Athletic y que piensen en grande aquí».

También ha personalizado Iturregi su comentario sobre las nuevas campeonas del mundo rojiblancas. «En pack» en el caso de Ortega –que marcó en su debut con el primer equipo, el año pasado en Copa– y Amezaga –que marcó el primer gol de esta temporada, también en su debut con el primer equipo y en Primera–, «porque siempre van en pack. Son dos chavalas que, aparte del talento que tienen en el campo, dan muchísima alegría al vestuario y se les echa de menos –asegura–. A pesar de su juventud, son dos jugadoras que han entrado dentro de vestuario y ya son protagonistas. De buena manera, dando muchísima alegría al grupo. Pero sin jugadoras que cuando tienen que estar serias, están serias. En el campo, cuando tienen que estar a cara de perro, lo están. Dentro de la parte “adolescente” que tienen, saben muy bien cuándo es tiempo de estar de risas y cuándo es tiempo de estar a lo que tienen que estar. Y tienen muchísimo desparpajo, son jugadoras muy atrevidas».

Son, en cualquier caso, «diferentes. Amezaga es muy desequilibrante en el uno contra uno, tiene mucha velocidad, corre muy bien al espacio, no se esconde nunca y tiene gol, llega muy bien de segunda línea. Y Sara Ortega es un perfil diferente, una jugadora a nivel técnico con unas cualidades tremendas, que interpreta muy bien el juego. En pretemporada la he usado de latereal, de extremo, de carril, de interior… Se adapta a cualquier posición incluso con el primer equipo». En lo que respecta a Marina Artero, que está «en dinámica del B, es una central con mucha presencia, que puede jugar también de medio centro. Es un perfil un poco más diésel pero tiene buena salida de balón y en el juego aéreo toca todos los balones que van por arriba. Y Eunate Astralaga tiene una envergadura impresionante (mide 1’86) y en un cierto período de tiempo tenemos esperanzas puestas en ella porque creemos que tiene cualidades aunque se tiene que curtir. La segunda, en la que está jugando con el B, es una categoría muy buena para que vaya adquiriendo experiencia, minutos y esperemos que en un corto período de tiempo tengamos una buena portera de Primera división».

Lo cierto es que, tratándose de jugadoras tan jóvenes, el futuro deben escribirlo aún. Pero tienen buenos referentes a los que seguir. Claudia Pina fue la mejor jugadora del anterior Mundial, en el que también destacaron Jordyn Huitema o Eva Navarro. En el de 2016, los honores se los llevaron Lorena Navarro, Noelia Ramos o Deyna Castellanos, que ya había sido Bota de oro dos años antes junto a su compatriota y ahora jugadora de la Real Gaby García en el Mundial de Costa Rica, en el que también acabó entre las mejores Nahikari García. M’Bock Bathy, Giulia Gwinn, Mana Iwabuchi o Dzeniffer Marozsán son otras de las futbolistas que celebraron sus primeros éxitos, personales y colectivos, en este torneo.

La participación vasca en la India la ha completado Natalia Astrian, al frente de la selección de Estados Unidos a la que, contrariamente a lo que sucede con la selección española, le cuesta emular los éxitos de la absoluta en categorías inferiores. En esta ocasión, el equipo norteamericano ha superado la fase de grupos con victorias ante la anfitriona y Marruecos y un empate contra Brasil pero cayó en cuartos de final con Nigeria en la tanda de penaltis tras acabar partido y prórroga con empate.